El chasis de una moto es el esqueleto de la misma y a la hora de diseñarlo se tiene muy en cuenta por parte del fabricante el uso que se le vaya a dar a la motocicleta; esto es, si es para circular por el campo, para viajes largos por carretera o para cogerla un par de veces por la ciudad. Además, en este caso también interviene el motor que se vaya a poner en este vehículo de dos ruedas. Con esto ya como premisa, es el momento de establecer la tipología de chasis en función de la forma de unión del cabezal de dirección con la zona de anclaje del basculante (la rueda trasera).
Simple cuna cerrado
Este modelo es el que cuenta con perfiles en un solo plano vertical y que comienzan desde el cabezal de dirección hacia la zona del eje del basculante. Es decir, un solo tubo que parte desde la columna de dirección para ir por debajo del motor formando una cuna. Este tipo de chasis se empleaba sobre todo en el caso de motos que no eran deportivas y tenían unas prestaciones muy bajas. En la actualidad prácticamente esta tipología ha desaparecido de los modelos de motos más modernas.
Simple cuna abierto o interrumpido
Una variante del anterior tipo es este otro cuya diferencia más significativa tiene que ver con que el perfil que se localiza en la parte inferior está interrumpido cuando llega al motor, por lo que es este el que cierra toda esta pieza. Resulta muy asequible desde el punto de vista de su coste y se emplea sobre todo para motocicletas de cilindradas pequeñas como 125 y 250 cc, así como en la mayoría de las de trail.
Simple cuna desdoblado
Otro modelo similar al primero pero, en este caso, del cabezal de dirección desciende un único tubo que se acaba desdoblando delante o debajo del motor hasta dar forma a dos piezas que llegan así a la rueda trasera de la moto. Un sistema que sobre todo se puede ver en vehículos de campo y trail.
Doble cuna
Otro tipo de chasis de lo más comunes que hay hoy en día. En este caso, está formado por dos segmentos que bajan desde el cabezal de dirección, siguen su curso por debajo del motor y abrazan este por los laterales en su parte inferior. Al presentar una estructura más sólida cuenta con una mayor rigidez en comparación con otros modelos y se veían sobre todo en las motos de gran cilindrada muy típicas de los años 80 y en las conocidas como custom.
Multitubular
Cuando se habla de este modelo, uno se refiere a dos vigas a cada lado del motor que unen el cabezal de dirección con la zona del eje del basculante trasero a modo de celosía o tela de araña. En la mayoría de los casos el motor se usa de manera adicional como elemento estructural, soportando incluso el anclaje directo del basculante trasero como ocurre en las motos Ducati que suelen usar este tipo de esqueleto interno.
Doble viga perimetral
En modelos deportivos es fácil ver este tipo de sistema que hace honor a su nombre en cuanto a su forma. En este caso, además, el cabezal de dirección y la zona del anclaje del basculante son las zonas que sufren mayores esfuerzos por el tipo de moto antes mencionado por lo que se suelen fabricar mediante fundición. Una variante de este tipo de chasis es el que va cerrado y servía sobre todo para motocicletas deportivas de los años 90 como Suzuki o Kawasaki.
Últimos tipos de chasis
La lista es muy amplia en cuanto a los tipos de chasis más conocidos, por lo que además se puede mencionar también el de monocasco (muy frecuente durante años en la Vespa y que hace las veces de chasis y carrocería), el de monoviga o de espina central que sobre todo se emplea en algunos modelos de la marca Honda y el tipo omega que es menos común, pero que era frecuente en vehículos como la Yamaha GTS o la Bimota Tesi. Se denomina así por su parecido con la última letra del alfabeto griego.
