Ya hace más de una década que en Motociclismo realizamos un artículo aconsejando sobre qué motos custom era recomendable comprar. Desde entonces, este tipo de motocicletas no han dejado de estar de moda y son muchas las personas que se deciden por ellas no solo por sus prestaciones, sino por una estética con la que se sienten identificadas.
Sin embargo, hay nuevos usuarios o antiguos motoristas que no conocen el origen de este tipo de motos ni cómo a raíz de unos hechos históricos se creó una tendencia que después evolucionó en diferentes “familias”.
Origen de las motos custom
Lo primero en lo que hay que fijarse es en el propio término de “custom”, el cual proviene del verbo customize, palabra inglesa que se puede traducir como personalizar o adaptar al gusto personal (recordemos que el verbo customizar no existe como tal en español).
Y eso es lo que comenzaron a hacer los jóvenes de los años 40 y 50 con sus motocicletas, personalizarlas para hacerlas diferentes, al tiempo que mejoraban sus prestaciones. Todo comenzó en Estados Unidos, donde muchos jóvenes pudieron comprar las motos que se habían utilizado en la Segunda Guerra Mundial a precios muy bajos. La mayor parte de ellas eran Harley Davidson de serie, así que, resueltos a mostrar su personalidad o incluso su rebeldía, las modificaban de acuerdo con la moda de cada momento.
Sin duda eran otros tiempos, en los que los dueños de las motocicletas trabajaban en ellas directamente, realizando cambios que las alejaban de los modelos de fábrica, los cuales, todo sea dicho, no ofrecían ni las prestaciones ni la belleza que después fueron introduciendo. De hecho, caló tanto el concepto custom, que la mayoría de las marcas cuentan o han contado con motos basadas en esta filosofía de personalizarlas al gusto del consumidor.

Variantes de las motos custom
Los recién iniciados en el motociclismo han de saber que algunos de los tipos de motos más famosos de todos los tiempos (el cine ha ayudado mucho a que así sea) provienen o se pueden considerar custom. Algunos de los ejemplos más populares que se merece la pena resaltar son los siguientes:
- Chopper. Nacidas en los años 60, son unas de las más icónicas y están muy relacionadas con la cultura estadounidense. Son bajas por detrás y muy altas por delante (a veces el manillar se coloca excesivamente alto), además, suelen incorporar horquillas muy largas y con generoso lanzamiento.
- Bobber. Este tipo de motos apareció en los años 40 y fueron las “nacidas” de ese espíritu de rebeldía que tenían los soldados que volvían de la guerra más cruenta de la historia. En general eran largas y delgadas y utilizaban las motos originales de Harley, Indian y Triumph. Son antecesoras de las chopper, y suelen estar exentas de elementos superfluos como guardabarros e incluso elementos de suspensiones, reduciendo su construcción a la mínima esencia.
- Cafe Racer. Ya hemos hablado en anteriores ocasiones de este tipo de motos surgidas en Reino Unido. Al contrario que las estadounidenses, estas máquinas eran pequeñas, desprovistas de elementos que pudieran evitar alcanzar grandes velocidades, puesto que ese era su gran objetivo: ser las más rápidas.
- Rat Bike. Aunque no son motos custom con la solera de las anteriores, son un claro ejemplo de lo que supone la personalización. En este caso la inspiración llega de películas postapocalípticas como Mad Max, ya que se emplean elementos viejos e incluso de desguace, de manera que parecen sacadas de algún garaje abandonado. Son motos "envejecidas" que se han mantenido en funcionamiento con el menor número de modificaciones posibles y sin intervenciones muy complejas.
Además, hay otros tipos como las cruiser (en muchos casos la base de las demás sin personalizar), las bagger (en alusión a que llevan maletas), las scrambler (aspiraciones off road), las street fighter o las brat style.