Trofeo RACE 50 Aniversario Féminas: fin de temporada 2017

Con la cuarta prueba del Trofeo RACE 50 Aniversario Féminas, finaliza una temporada muy especial en todos los sentidos.

Bego Calvo | Fotos: Rocío Ruiz RRFotografía, Mar Jerez, Sergio R. Currito

Trofeo RACE 50 Aniversario Féminas: fin de temporada 2017
Trofeo RACE 50 Aniversario Féminas: fin de temporada 2017

Cuando digo especial es porque realmente lo ha sido. Por fin en 2017 he podido abordar una temporada del Trofeo RACE al completo… y precisamente la de su 50 Aniversario. Así veo cumplidos casi todos mis objetivos de cara a este año, incluido el de terminar todas y cada una de las carreras; mi experiencia previa me obligó a ello, porque un nuevo accidente no me lo podía permitir ni física ni psicológicamente, mucho menos en el terreno económico en el que hubiera tenido que abandonar con la sensación de haberme quedado con la miel en los labios.

 El principal objetivo era terminar todas las carreras… y se ha cumplido

Y es que cuando corres tu primera carrera te das cuenta de que es un momento que jamás olvidarás. Una vez cumplido dicho sueño, con la participación de la primera prueba exclusiva para chicas dentro del Trofeo RACE 2015, había que pensar en dar un paso más, y ese escalón ha sido el que finalmente hemos podido subir este año.

No me equivoco cuando hablo en plural, porque esta temporada del Trofeo RACE 50 Aniversario no hubiera sido un objetivo superado sin la aportación de un largo listado de personas que lo han hecho posible. Pero dejaré mi reconocimiento y público agradecimiento a todos para el final de este texto, porque todavía queda una carrera por relatar, la última del año.

VA POR TI, ÁNGEL

Podría haber sido cualquier sábado, incluso más retrasado en el tiempo, o dicho con otras palabras, con mayor incertidumbre al adentrarnos en la lotería que supone disputar una carrera inmersos en el otoño madrileño. Sin embargo, fue en septiembre y la fortuna consiguió que el frío no se hiciera fuerte en la pista, aunque la verdad es que justo para el sábado 16 de septiembre estaba prevista una bajada de las temperaturas, con mínimas inferiores a 10 grados y máximas no mucho más allá de 20.

Pero lo que de verdad nos dejó helados fue la emotiva fecha elegida para la carrera, que fue la misma que la señalada para dar el “penúltimo adiós” al piloto español más grande de la historia del motociclismo. Esto provocó que el horario quedara más apretado, ajustando cada salida a pista y cada intervalo entre todos los entrenamientos con escaso margen a modificar la moto de cara a una puesta a punto correcta para la carrera. Pero todos en el box del equipo Manuvi Racing, como en otros, llevábamos muy dentro la imagen del Maestro, dedicando esta última jornada de Trofeo RACE 50 Aniversario a su legado. Va por ti, Ángel.

Los integrantes del Manuvi Racing teníamos muy presente la imagen del Maestro

Las primeras salidas a pista confirmaban el estado del firme. No había temperatura suficiente como para dar confianza y había que clasificar para carrera pensando más en una buena puesta a punto que en arriesgar a pegarse con el crono. Nuria Llabrés, Sara Román, Sara Ábalos y yo misma conseguimos puestos en parrilla por este orden mientras esperábamos a que el sol contribuyera a subir la temperatura del asfalto de cara a la carrera.

LA ÚLTIMA SALIDA

Con la máxima concentración en parrilla, la moto en los caballetes, los calentadores puestos y rodeada de amigos aconsejándome y dándome ánimos, pienso en que esta será la última salida del año y que la experiencia de las anteriores debería servirme para intentar ganar alguna plaza más. Si te soy sincera, lo pensé después de quedarme ya con ambas ruedas pegadas al asfalto, solas la moto y yo en parrilla. Antes, las buenas gentes del equipo Jacomoto con los que compartí estructura dos carreras atrás, me recordó lo bueno que fue ser “piloto oficial por un día”, pero que la realidad a lo largo de toda la temporada ha sido bien distinta. ¿Más amarga? No exactamente, sino con mayor presión por llegar a cumplir mi sueño… ¡No más caídas!

Qué buena sensación en parrilla, rodeada de amigos aconsejándome y dándome ánimos

Y así fue como transcurrió la carrera, con una salida en la que el embrague fue más rápido que mi decisión a la hora de soltarlo y dar gas. Sara Ábalos, también con problemas justo en la salida, pasó detrás de mí hasta la entrada a las eses de Le Mans, donde seguramente Sara comenzaba a buscar el hueco para rebasarme en la rápida de Varzi.

En la misma vuelta, más arriba, justo en la zona de Hípica, una brusca apertura de gas con la moto todavía muy inclinada me propina un susto en forma de shimmie capaz de echar las manos a la cabeza a algún fotógrafo apostado por la zona interior. Así, en el primer paso por línea de meta, volví a “resetearme” para recordar y dejar claros mis fines para este año. Y así fue, porque aunque fui capaz de recortar mis mejores tiempos del año, me siento satisfecha por haberlo terminado acabando todas y cada una de las cuatro pruebas disputadas. Una única caída durante los entrenamientos de la primera del año, con asfalto frío y gomas inapropiadas, queda en el bagaje de lo negativo. Nada más. Cuando el dinero manda, la ausencia de él me refiero, estas cosas suceden y hay que asumirlas como parte del riesgo…

CONCLUSIONES

La balanza cae definitivamente hacia nuestro lado, el de la ilusión y las ganas por disfrutar de una jornada de carreras de velocidad. En la última del año ha sido la única en la que el podio se ha escapado, pero sin lugar a dudas hay que aplaudir a las integrantes del mismo, con la compañera de equipo Sara Román en el segundo peldaño, la “otra” Sara Ábalos y su MV Agusta F3 en tercero y una más que prometedora Nuria Llabrés que, cada vez que ha visitado el Jarama con la R6 de Jacob, consigue bajar los tiempos como si llevara el martillo de Jorge Lorenzo en su puño derecho. Mucho tiene que ver lo bien asesorada que se encuentra, con el staff del Jacomoto arropándola como se merece.

Y hasta aquí hemos llegado, con un segundo puesto en la clasificación de Supersport Féminas, un noveno en la general de la categoría de 600cc y muchísimas ganas por volver a salir a pista el año que viene. Habrá quien piense que solo los que ganan o están delante de una carrera son los que de verdad la disfrutan, pero si en algún momento aquella frase de “lo importante es participar” cobra importancia, es aquí precisamente. La diversión, la camaradería en tu propio box y en el de tus rivales, los nervios de la parrilla o las risas del podio, ya estés arriba o abajo del mismo, merecen cualquier esfuerzo para vivirlo en primera persona.

Segundo en Féminas y novena en la general de Supersport… No es lo más importante

Un esfuerzo personal, sí, pero refrendado como te dije al principio de este texto por amigos y compañeros que no han cesado de ayudarme, animarme, aconsejarme en momentos en los que realmente lo necesitaba. El hecho de formar parte del equipo Manuvi Racing con Manu a la cabeza, Oscar, Agus, Sergio y el equipo: Cobrety, Josete, Miguel, Sara, Oscar Campó y todos los compis de la escuela de pilotos Manuvi: Pentti, Lidia, Pedro, Javier, (espero no olvidarme de nadie), es sinónimo de estar en casa, en familia, lo que supongo es primordial para disfrutar a tope de un día de carreras. Mi equipo personal, Luigi y Joaquín, nunca han dejado de estar pendientes de mí desde el primer minuto hasta la vuelta a casa. Solo puedo decirles a ambos que no están pagados con dinero… ni aunque lo tuviera. Su dedicación vale mucho más que eso.

El esfuerzo personal y de los que me han rodeado no se puede pagar con dinero…

Y cómo no, tengo que agradecer el trato recibido por todo el personal de RACE que, incluso en los momentos más críticos de la temporada, han entendido mis dudas y preocupaciones. A todos ellos solo les puedo animar a que repitan el año que viene, como tantos y tantos en el pasado que no pude estar ahí, desgraciadamente. Por último, hemos de hacer un llamamiento a todas las chicas que les guste la velocidad para que formen parte de esta gran familia que se da cita en el Trofeo RACE. ¡Hagamos una parrilla numerosa! Qué más da el resultado. Al final del día, el cúmulo de sensaciones y vivencias superará todas tus expectativas y, probablemente te llevará, como a mí, a pensar en la próxima temporada para repetir experiencias inolvidables. Mejor que no te lo cuenten. Vívelo desde dentro. Merece, y mucho, la pena.