El bello trazado de Villa la Angostura, en la Patagonia, Argentina, ha sido un año más el escenario del arranque de una nueva temporada del Mundial de Motocross. Una temporada que ha comenzado con ciertas novedades en el Sistema de puntuación y también con notable acento español, no solo por las decenas de miles de aficionados argentinos (hasta 42.000 espectadores, según la organización), sino también por el gran éxito logrado por los dos pilotos españoles Rubén Fernández y Jorge Prado.
Rubén Fernández: primera victoria mundialista
Fernández llegaba a la Patagonia con toda la presión de ser el único representante de la escuadra Honda HRC, debido a la ausencia por lesión del vigente campeón, Tim Gajser, que se fracturaba el fémur unas semanas antes de la primera cita mundialista.
El vigués superaba el examen logrando su primera victoria mundialista, y nada menos que en su segundo año en la máxima categoría, firmando un quinto puesto en la primera manga e imponiéndose en la segunda, lo que le valía para subir a lo más alto del cajón.
Un pódium cuyo segundo peldaño era ocupado por el neerlandés Jeffrey Herlings, que en su vuelta a la competición tras un año de baja por lesión conseguía un 4º en la primera manga y 2º en la segunda, mostrando así sus credenciales como firme candidato al título en 2023.

Jorge Prado: líder de la provisional
No obstante, el primer líder la general lo es el otro español en MXGP, Jorge Prado, tras un gran fin de semana para el de GASGAS que le llevaba a ganar la primera manga y cruzar la meta en sexta posición en la segunda manga. Pese a verse relegado al tercer peldaño del cajón, el lucense ha salido de Argentina como líder de la clasificación provisional, debido a su victoria en la manga clasificatoria del sábado y los diez puntos que conseguía en la misma gracias al nuevo reglamento de esta temporada (en la que puntúan los diez primeros de la “qualy”).
Como veis, este nuevo reglamento genera la paradójica situación de que ver cómo el ganador del Gran Premio, en este caso Rubén Fernández, no tiene por qué ser el gran triunfador del fin de semana, pues en este caso Jorge Prado ha sido quien ha salido de Argentina con un mayor botín de puntos: 50 para Jorge, frente a los 48 de Rubén, los 44 de Romain Febvre (4º en la general del domingo) y los 41 tantos de Herlings. Conviene señalar que no es la primera vez que el Mundial de Motocross aplica un sistema de puntuación de este tipo, pues a principios de los años noventa ya hubo un par de temporadas en que los Grandes Premios constaban de tres mangas puntuables (aunque todas con el mismo valor).

En cualquier caso, el primer puesto de Fernández y el tercero de Prado suponen el mejor resultado global del motocross español en el Mundial de MXGP, superando el propio registro que ellos mismos habían conseguido el año pasado en el Gran Premio de Indonesia, cuando Jorge y Rubén quedaron segundo y tercero, respectivamente, a espaldas de Tim Gajser. Gran éxito para estos dos gallegos precisamente en un territorio argentino que fue destino mayoritario para los emigrantes galaicos hace unas décadas, y que así se reflejó en la gran acogida de los aficionados de la Patagonia para con el dorsal 70 y el 61. El próximo hito deberá ser el doblete de estos dos pilotos que llevan enfrentándose en las pruebas del autonómico gallego desde que tenían cuatro años.
Jago Geerts empieza mandando en MX2
En la categoría pequeña el belga Jago Geerts ha hecho valer su condición de favorito para hacer “triplete” y llevarse tanto la clasificatoria del sábado como las dos mangas del domingo. El segundo puesto ha sido para el italiano Andrea Adamo, debutando como oficial de KTM con un fin de semana muy completo (2º/3º/3º), mientras que el segundo hombre de Yamaha, Thibault Benistant (5º/2º/8º) terminaba tercero pese a sufrir varias caídas a lo largo del fin de semana.

Destacar también el papel de los dos españoles debutantes en la categoría de MX2, Yago Martínez (15º/11º/15º) y David Braceras (13º/12º/-).
La segunda cita del Mundial de Motocross tendrá lugar el próximo 25 de marzo en Riola Sardo, Cerdeña.