Las últimas 48 horas han estado marcadas por los comunicados de Yamaha, cuyo apartado de prensa ha tenido más actividad que en un fin de semana de carreras. Cuatro comunicados, cuatro grandes nombres. En este orden (el segundo y el tercero se pueden considerar juntos porque llegaron con un minuto de diferencia):
Fabio Quartararo ficha por Yamaha oficial para 2021 y 2022... y Valentino Rossi se tomará un tiempo para decidir su futuro.
Todo esto llega después de que Ducati inaugurase el apartado de las presentaciones de equipo con la pareja Andrea Dovizioso y Danilo Petrucci, y con las controvertidas declaraciones del mandamás de la marca, Claudio Domenicali, asegurando que prefiere ser segundo que ganar con un solo piloto, en clara referencia al dominio de Marc Márquez con la misma Honda RC213V que en cuestión de un año retiró a Dani Pedrosa primero y a Jorge Lorenzo después.
Unas declaraciones sorprendentes para una marca cuyo objetivo es ganar el título de MotoGP y, por lo tanto destronar a Marc Márquez; y que si ya en el momento resultaron chocantes, lo son más por el agravio comparativo del planteamiento de Yamaha a ese mismo respecto.
El planteamiento es doble: reforzar el presente y apuntalar el futuro. Reforzar el presente con Jorge Lorenzo a los mandos del desarrollo de una moto con la que ganó tres títulos mundiales y con la que Valentino Rossi, Maverick Viñales, Fabio Quartararo y Franco Morbidelli intentarán seguir la línea ascendente del año pasado.
Ya se mostraron como el bloque más sólido de cualquier marca: los cuatro acabaron el año en el top ten, más que ninguna otra marca (tres Ducati, dos Honda y una Suzuki). También mejoraron levemente el número de podios del curso anterior (16 por 13) y, sobre todo, destacaron dos nombres propios: Viñales como el único capaz de soltar a Márquez en carrera –y por dos veces-, y Quartararo como el jefe absoluto de la generación posterior a la del actual dominador. Dos nombres que vestirán de Yamaha hasta 2022. 25 años tiene el español, 20 todavía el galo. Eran, sin contar a Márquez, los dos pilotos más cotizados del mercado, y Yamaha se ha apresurado a retenerlos.
Una vez apuntalado el futuro, quedaba reforzar el presente con la inclusión de Jorge Lorenzo en el equipo de pruebas del que salió Jonas Folger y que fue ofrecido a Johann Zarco. El español es la guinda del pastel de 2020, donde Yamaha ha juntado un ‘dream team’ histórico con una suma de talentos para una sola marca seguramente sin precedentes en la era MotoGP.
‘Dream team’ entendido como equipo donde van todos a una, no con la acepción de pareja de pilotos titulares. Evidentemente en carrera cada uno buscará sus intereses, pero de momento la prioridad es devolver a la M1 al lugar de referencia en la categoría que casi siempre ha tenido desde mediados de la primera década del siglo.
Entre sus cinco pilotos de 2020, Yamaha tendrá campeones del mundo de MotoGP (6 Rossi, 3 Lorenzo), Moto2 (Morbidelli), Moto3 (Viñales), Moto3 Junior (Quartararo), 500cc (Rossi), 250cc (2 Lorenzo, 1 Rossi) y 125cc (Rossi).
Destronar a Marc Márquez a día de parece una misión casi imposible, pero la obligación de sus competidoras es intentenarlo y, en ese sentido, a Yamaha nadie le va a poder decir que no está poniendo todo de su parte.