El avance de KTM en todas las modalidades del motociclismo no cabe duda de que es imparable. Los austriacos han crecido mucho en las últimas dos décadas. No en vano, sus pilotos se han llevado cinco de los diez campeonatos que se han disputado en Moto3.
Pero no se conforman con triunfar en las motos de menor cilindrada sino que su plan es hacer que KTM en MotoGP también opte a llevarse el título. Por el momento, van por buen camino, ya que en las dos últimas temporadas han cosechado tres triunfos en grandes premios.
Historia de KTM en MotoGP
Aunque en los albores de MotoGP ya se utilizó un motor KTM durante unos GPs en el equipo de Kenny Roberts, el verdadero inicio de los austriacos en la máxima cilindrada se produjo en 2017, con un equipo formado por Pol Espargaró y Bradley Smith (más alguna intervención de Mika Kallio). Como es lógico, en aquella primera temporada la actuación de las motos naranjas fue discreta. El español finalizó el año en el puesto 17º, con dos novenos como mejores resultados en carrera, mientras que el británico se conformó con la 22ª posición.
La formación se repitió en 2018, temporada en la que se prosiguió con una evolución que resultaba complicada ante el empuje de las marcas líderes. Espargaró acabó 14º y Smith 18º. Eso sí, el mejor momento se vivió en el VGP que cerraba el año, ya que el piloto catalán llevó la KTM hasta la tercera plaza en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana, lo que supuso el primer podio para la marca.
Con ese resultado postrero, las expectativas crecieron en 2019. Johann Zarco se convirtió en el nuevo compañero de Pol Espargaró, aunque el francés fue apartado después de quejarse del rendimiento de la moto y declarar que quería dejar el equipo al final de la temporada. Fue sustituido a mitad de año por Mika Kallio. Espargaró finalizó el año en 11ª posición, la mejor clasificación conseguida hasta el momento, colándose en el top ten en múltiples ocasiones aunque sin poder repetir en los puestos de honor.

KTM despega
Después de que la temporada 2020 estuviera en el alambre por causa de la pandemia de coronavirus, KTM comenzó con aires renovados. Su moto había dado un salto de calidad que permitía a sus pilotos, Pol Espargaró y Brad Binder, acechar por los puestos delanteros. Tanto fue así que Binder logró la primera victoria para los austriacos en Brno. Por su parte, Espargaró, que también rozó la victoria en aquella misma carrera, se mostró más consistente durante todo el año, subiendo cinco veces al podio y terminando el año en 5ª posición final y con cinco pódiums en su cuenta. Binder terminó el año 11º.
El trabajo de Pol llevó a que Honda pusiera los ojos en él y lo fichara de cara a 2021 como compañero de Marc Márquez. Así que KTM repitió con Binder y fichó al portugués Miguel Oliveira. Por primera vez, los austriacos no avanzaron en la clasificación final, ya que los resultados globales fueron algo peores que en 2020. Eso sí, tanto Binder como Oliveira se subieron a lo más alto del podio en una ocasión, sumando dos nuevos GPs para KTM, terminando el sudafricano 6º final y el portugués, 14º. Además, Dani Pedrosa participó en un Gran Premio después de haber trabajado en el desarrollo de la moto en los últimos tiempos.