Esta semana se han cumplido los 40 años del debut de Jorge Martínez Aspar en el Campeonato del Mundo de Motociclismo, que se produjo en el Gran Premio de España de 1982 celebrado el 23 de mayo. Desde entonces, el valenciano ha sido siempre parte del paddock mundialista, primero como piloto y luego como jefe de equipo.
Tras conseguir su primer título de campeón de España, logrado en 1981 en la categoría de 50cc, dio el salto al Mundial al curso siguiente. Allí progresó rápidamente y, después de ser subcampeón mundial de 80cc en 1985, enlazó tres títulos seguidos en dicha categoría entre 1986 y 1988, año en el que también conquistó el Mundial de 125cc para convertirse en tetracampeón del mundo y en el último piloto que ha ganado dos títulos el mismo año.
Compitó en el Mundial hasta 1997, aunque ya desde 1992 había formado su propio equipo, que continúa en el paddock compitiendo en Moto2, Moto3 y MotoE. Un equipo con el que ha añadido a su palmarés cinco títulos mundiales en categoría ligera: cuatro de 125cc con Álvaro Bautista (2006), Gabor Talmacsi (2007), Julián Simón (2009) y Nico Terol (2011) y uno de Moto3 con Albert Arenas (2020).
Entre piloto y jefe de equipo suma nueve títulos mundiales, 137 victorias y 373 podios, unos méritos que le valieron ser investido en el olimpo del motociclismo como MotoGP Legend, siendo uno de los cinco españoles con este galardón junto a Ángel Nieto, Álex Crivillé, Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo.

Ahora, coincidiendo con esos 40 años, Aspar hace balance de su trayectoria en una entrevista difundida por su equipo:
23 de mayo de 1982
Todo nació en 1981. Ricardo Tormo me dejó la Bultaco 50 y la 125 para correr el Campeonato de España. Gané en 50 y fui subcampeón en 125, por detrás de él. A final de temporada me hicieron una entrevista y dije “el año que viene vamos al Mundial, como sea”. Montamos el equipo con las motos de Ricardo, pero él, que había firmado por Kreidler, vio cómo la fábrica quebraba y se quedaba sin poder competir. La estructura que habíamos creado se dividió para dos pilotos, y la aventura empezó en el Jarama, el 23 de mayo de 1982. Competí allí, y terminé sexto en mi debut. Luego viajamos a Misano, a Assen y a Rijeka, en la antigua Yugoslavia. Eran carreras que hacía con la segunda moto que él me dejaba. Eran otros tiempos, otra manera de competir.
Estar en la parrilla de salida en el Jarama, corriendo en el mismo circuito en el que competían Ángel Nieto, Carlos Lavado, Barry Sheene, Kenny Roberts, Freddie Spencer, Franco Uncini o Marco Lucchinelli, que eran los mejores del mundo, para mí ya era un sueño. Verme allí, por primera vez, y terminar sexto, no cabe duda de que lo que me dio es la idea de decir “sirvo para esto”.

Aquel niño que solamente quería correr en moto
Afortunadamente, de aquel niño queda todavía la ilusión de seguir en mi mundo, en el mundo de las motos, ligado a un deporte que me lo ha dado todo, trabajando por él, por seguir formando pilotos y por seguir peleando por victorias y títulos.
Tres recuerdos de estos 40 años
No, imposible. No se puede hablar de uno solo, de tres, de cinco… serían un millón, muchísimos de ellos maravillosos. En la parte deportiva, me quedo con los grandes triunfos, con los grandes títulos como piloto o como jefe de equipo. En la parte personal, me quedo con la oportunidad de haber podido tener una relación personal con Ángel Nieto, con Ricardo Tormo, con pilotos que en aquel momento eran mis ídolos, con la familia Rabasa y Derbi, que me ayudaron muchísimo. También con la posibilidad de vivir de primera mano la llegada de una nueva generación, la evolución o revolución que ha dirigido Carmelo Ezpeleta con Dorna, que ha llevado al mundo del motociclismo a otra dimensión.
Seguir con tanta fuerza 40 años después
Hace falta mucha ilusión, mucha pasión, sacrificio y constancia, porque igual que ha habido momentos buenos, hemos pasado por momentos duros y difíciles. Hace falta tener un gran equipo alrededor, una gran cantidad de gente que crea en ti, que te acompañe en el camino, para poder seguir adelante contra viento y marea.