La mano abierta de MotoGP 2020

Cuando todo el mundo esperaba que apareciese un puño dando un golpe sobre la mesa, MotoGP 2020 se ha convertido en una mano abierta.

Salida de la carrera de MotoGP en el Red Bull Ring.
Salida de la carrera de MotoGP en el Red Bull Ring.

El Mundial de MotoGP llevaba años sumido en la dominación de Marc Márquez, que gobernaba con puño de hierro desde su llegada y con la excepción de 2015, donde solamente otras dos leyendas consiguieron acabar delante de él en la general.

En este 2020, la lesión de Márquez en la carrera inaugural en Jerez le ha dejado fuera para toda o casi toda la temporada. Vuelva al final de la misma o no, hasta el momento la evidencia es que ninguno de los pilotos que parecían aspirar a su trono pasadas temporadas han sido capaces de imponer ni su ley ni un mínimo de orden. Desaparecido el astro en torno al que todo giraba, el sistema solar de MotoGP vive un colapso maravilloso.

Fabio Quartararo se postuló como regente y se diluyó con el cambio de Jerez a Centroeuropa, Andrea Dovizioso asomó la cabeza lo justo para recordar que sigue por ahí y poco más; y entre tanto Brad Binder y Miguel Oliveira colaron dos nuevas banderas en los libros de historia. No solo eso: otros siete pilotos ya han catado podio, incluyendo neófitos en esas lides como Franco Morbidelli, Joan Mir junto a retornados como Pol Espargaró y Johann Zarco, esperados como Maverick Viñales y Jack Miller o el sempiterno Valentino Rossi.

Cuando todo el mundo esperaba que apareciese un puño dando un golpe sobre la mesa, MotoGP 2020 se ha convertido en una mano abierta. Con sus cinco dedos, evidentemente:

EL PULGAR – HONDA

Es el único dedo oponible. Mientras los otros cuatro van en la misma dirección, cada uno con sus matices, Honda va completamente a su bola. Se ha metido tanto en su papel de dedo gordo con los éxitos cosechados los últimos años que ha reducido todo su movimiento a dos direcciones: hacia arriba o hacia abajo.

Si está Márquez en pista, el pulgar de Honda hace el símbolo de OK. Todo va bien. Las victorias llegan a mansalva, los años se cuentan por títulos y la preocupación a la hora de elaborar los comunicados está en buscar qué récord se ha batido esta vez.

Sin embargo, al desaparecer Márquez, el pulgar baja y el símbolo es el contrario: KO. Cinco carreras, ningún podio. El desastre absoluto. Álex Márquez está verde, Cal Crutchlow desaparecido y los ímprobos esfuerzos de Takaaki Nakagami por enderezar el rumbo del pulgar no están encontrando recompensa.

Marc Márquez: Cronología de una gesta inacabada
La lesión de Marc Márquez tiene a Honda totalmente KO en MotoGP.

EL ÍNDICE – YAMAHA

Es el dedo que sirve para apuntar, por eso siempre apunta al título. Sin embargo, durante los últimos años más que apuntar se ha dedicado a señalar. Hacia dentro. Este año no está siendo una excepción: si al principio Fabio Quartararo apuntaba al título, ahora se ha pasado de señalar al motor a señalar a los frenos.

Al lesionarse Márquez, muchos señalaron a Maverick Viñales como el hombre a batir en la lucha por el título. Con el triplete de Jerez, Valentino Rossi consiguió apuntarse su podio 199 en categoría reina, y en la siguiente carrera fue Franco Morbidelli el que se estrenó en el cajón de la categoría. En tres carreras, los cuatro pilotos Yamaha habían subido al podio.

Y entonces llegó Austria. El dedo índice dejó de estar fijo hacia una dirección y comenzó a moverse lateralmente, en un gesto universal que significa ‘no’. En la primera carrera no hubo ni una sola Yamaha en el podio. Podía ir peor: en la segunda no solo no hubo podio, tampoco hubo frenos y Viñales tuvo que tirarse en marcha. Ahora todos señalan a Yamaha por peligrosa.

Fabio Quartararo escapado en el Gran Premio de Andalucía (Fotos: Gold & Goose).
Fabio Quartararo escapado en el Gran Premio de Andalucía.

EL CORAZÓN – DUCATI

De todas las marcas presentes en MotoGP, Ducati es la que apela al lado más emocional de sus seguidores. El corazón ducatista late a una y desde hace 13 años suspira por volver a tocar el cielo de MotoGP ante las todopoderosas japonesas, y en este 2020 el sueño está muy vivo.

Un componente emocional que magnifica todo: lo bueno y lo malo. La explosión de felicidad en las victorias, y las reacciones en los malos momentos. Después de ocho años, Andrea Dovizioso ha enseñado el dedo corazón a Ducati para decirles que hasta aquí han llegado, y una semana después Jack Miller tenía a los ducatistas con el corazón en un puño hasta la última curva.

Antes, el corazón de los tifosi de había hecho añicos en Jerez cuando la Desmosedici de Pecco Bagnaia se paró. Un joven italiano que tiene competencia, ya que un veterano francés llamado Johann Zarco también quiere ser el primero en el corazón de Ducati; ya que desde que el año pasado Danilo Petrucci llenó el corazón de los tifosi ganando en Mugello, ha ofrecido un rendimiento demasiado discreto.

Andrea Dovizioso y Jack Miller en el Red Bull Ring.
Andrea Dovizioso y Jack Miller y Álex Rins durante la última carrera de MotoGP en el Red Bull Ring.

EL ANULAR – SUZUKI

Si hay un dedo de la mano vinculado a una palabra, el dedo es el anular y la palabra es compromiso. Desde que Suzuki se fue de MotoGP, lo hizo con un compromiso firme: volver pronto y hacerlo para ganar.

Años después, y tras haber visto que cambiar de golpe a los dos pilotos no les salió nada bien, decidieron extender ese compromiso con MotoGP a su pareja de pilotos. Con la renovación por dos años de Álex Rins y Joan Mir, es el único equipo que tendrá en 2022 los mismos pilotos que ya tuvo en 2019, lo que son cuatro años sin cambiar.

Dicho compromiso está dando sus frutos, y en este curso ya se están postulando como candidatos al título pese a la mala suerte que llevó a Rins a lesionarse o a Mir al suelo en Brno. Ahora que optan a todo sin complejos, solo les falta hacer efectivo el compromiso que llevan prometiendo varios años: el equipo satélite.

Alex Rins y Joan Mir en el GP de Austria
Alex Rins y Joan Mir en el GP de Austria

EL MEÑIQUE – KTM

Como sucede con el meñique, nadie contaba con ellos. Llevaban tiempo siendo los quintos, y si se atiende al palmarés, no cabe duda de que cuando llegaron eran los más pequeños de MotoGP. Para colmo, se encomendaron al piloto más pequeño, Dani Pedrosa, para llegar hasta los más grandes.

No tuvieron en cuenta que, en ciertas culturas, a la hora de hacer una promesa se vinculan los meñiques. Es lo que hizo, ya hace muchos años, KTM con el portugués Miguel Oliveira y el sudafricano Brad Binder; dos uniones que han dado ya el ansiado fruto del primer escalón del podio de la categoría reina.

Más reciente es el vínculo con Pol Espargaró, que además tiene fecha de caducidad al término de esta temporada, cuando se irá a intentar que el pulgar tenga más de dos posiciones. Pero eso será a final de año: de momento, su objetivo es llevar ese vínculo a la victoria antes de que sus meñiques se suelten.

Pol Espargaró, Brad Binder y Miguel Oliveira ya han subido al podio con KTM.
Pol Espargaró, Brad Binder y Miguel Oliveira ya han subido al podio con KTM.

 

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