Sensaciones. “Ahora mismo no estoy ni contento ni triste. Supongo que esta noche será diferente. Hemos vuelto a ganar y la verdad es que no sé cómo. Lo dije ayer, que si se cuadraba todo podía estar en el podio, pero no estaba para ganar porque sabía que Oliveira estaba fuere. Cuando he visto cuatro gotitas y que Aleix estaba detrás he pensado que era el momento de arriesgar. Es cierto que después de tres caídas seguidas era tomar demasiados riesgos, sobre todo cuando ves que venía Miguel tirando por detrás y que no puedes fallar. En las últimas vueltas la cabeza era un no parar pero he cambiado a Miguel Oliveira por José Luis Martínez, mi "sparring", y he pensado 'es José, no me atrapa'. Cuando he cruzado la línea de meta he pensado, ‘lo hemos vuelto a hacer’. Vamos a disfrutar de esta victoria de momento porque sé que en Holanda volveremos a nuestra realidad, pero espero que haya más momentos de estos de aquí al final de la temporada y poderlos aprovechar”.
Agradecimientos. “Quiero agradecer a todo el mundo, pero sobre todo a Honda, que me ha respetado muchísimo durante la lesión. A todos los doctores, empezando por Mir y acabando por el equipo de Samuel Antuña e Ignacio Roger de Oña. A Carlos mi fisioterapeuta que ha estado un año viviendo en casa. Y a todo mi equipo, que ellos saben muy bien quienes son. Mi hermano porque lo hemos hecho juntos, no he estado solo. Pues ahora toca agradecer porque ni se baja ni se sube solo y hay que agradecérselo a todos, sobre todo a aquellos que han sabido entender la situación. Es cierto que me he centrado sólo en mi trabajo, me he evadido del mundo un poco, sobre todo en las últimas semanas en las que no quise saber nada de nadie desde Le Mans, en las redes sociales ni en ningún sitio y simplemente quería estar centrado en mi vida, en mí y así vamos a seguir desde aquí hasta el final de la temporada porque aún quedan muchas cosas por mejorar.
Una victoria necesaria. “Lo necesitaba porque para mí competir es luchar por algo y luchar por victorias y podios es lo que quiero en un futuro. Aunque ahora no estoy listo para hacerlo. Ya lo dije el jueves, que sería el primer circuito en el que no notaría tanto las limitaciones físicas y las he notado. He podido pilotar toda la carrera al límite, sin tener que gestionar y si había algún error, al haber pocas curvas de derechas el brazo reaccionaba, no se quedaba sin fuerzas. También es un circuito al que la moto se adapta bien y eso también lo hemos podido aprovechar y nada, no estoy ni eufórico ni nada”.
Valorar las cosas de manera diferente. “Lógicamente valoras mucho más lo que hacías. Se daba por hecho que tenía que ganar y si no ganaba o no estaba en el podio era un desastre o una mala carrera. Este tiempo me ha enseñado a valorar todos estos momentos y también me está enseñando a valorar otras cosas, pero está claro que lo que quiero es volver a ser el Marc de siempre. Necesito tiempo, no lo soy todavía, pero ya en las últimas carreras, en Mugello y Montmeló pensé 'he notado algo’, y aquí lo he notado un poco más. Pero también sé que en Holanda no podemos esperar a salir y ya está, volveremos a luchar por entrar en la Q2, volveremos a sufrir, pero con calma vamos a ver si podemos estar más cerca poco a poco de los primeros”.
La llamada con Mick Doohan. “Cuando estás en una condición difícil buscas consolarte. Expresar libremente con alguien que haya pasado por una situación parecida. Uno de ellos ha sido Alberto Puig, que me ha ayudado muchísimo. Emilio Alzamora también, pero tuve una llamada de casi media hora con Mick Doohan que me ayudó muchísimo. Me explicó su caso en el 92, cómo se sentía, qué le pasaba y qué errores hacía. Y parecía que estaba narrando mi situación. Yo simplemente escuchaba, no hablaba, le dije que me explicara su situación y la verdad es que era como si estuviera narrando la mía. Llegó con una moto que habían cambiado los otros pilotos y no entendía nada, la cambió y todo y aun así no entendía nada. Cometía errores estúpidos que no eran propios de él, errores estúpidos he hecho este año yo también, pero me dijo que era normal, que a él le pasó y que luego todo cambia. Que el tiempo lo arregla todo y que sólo necesitas paciencia y continuar trabajando. Esto te tranquiliza como piloto, porque ves que una leyenda como Mick Doohan pasó por algo similar y le costó, pero lo acabó sacando”.
