Si en la previa de MotoGP 2017 el protagonismo ha estado en el mercado de fichajes de pilotos, de cara a 2018 será el turno del mercado de fichajes… de equipos. Con el modelo implementado por Dorna, con la parrilla cerrada y sin admitir nuevas incorporaciones –salvo que la parrilla sea inferior a 22 motos-, los doce equipos actuales tienen su continuidad asegurada.
Es más, los siete equipos independientes tienen garantizada su exclusividad durante los próximos cinco años, así como una cobertura económica, como premio a su confianza en el campeonato. Sin embargo, seis de ellos –todos salvo el Gresini Racing, estructura principal de Aprilia- actúan como satélite de las tres marcas que han dominado MotoGP: Honda, Yamaha y Ducati.
Sin embargo, Suzuki ya anunció que, seguramente, 2018 sería el año que pusiese en pista más de dos motos, y KTM también ha hecho pública su intención de contar con una estructura independiente. Al estar la parrilla cerrada a la entrada de nuevas estructuras, tanto Suzuki como KTM tendrán que mirar dentro de MotoGP.
De hecho, Ezpeleta ya anunció la obligación para todas las marcas (también Aprilia) de poner en el mercado dos motos más entre los equipos privados; si bien estos equipos pueden no querer aceptar la oferta de un fabricante. Eso sí, también situó el máximo de motos de un fabricante en seis.
Al tener ocho motos –de tres versiones distintas-, a buen seguro Ducati será la gran damnificada. Pramac Racing, Reale Esponsorama y Aspar Team cuentan ahora mismo con sendas Desmosedici, pero quizás tengan que despedirse de la marca italiana a finales de año; si bien Honda también podría verse obligada a elegir entre sus dos estructuras satélite.
Descartando a Gresini, que a priori seguirá ligado a Aprilia, así está el panorama de los otros seis equipos independientes de MotoGP:
TECH 3
En principio, debería seguir siendo la estructura satélite de Yamaha. 2017 será su 17ª temporada consecutiva en la categoría reina, y en todas ellas han estado con la firma de Iwata; por lo que a priori, seguirá manteniendo ese estatus.
LCR
El Lucio Cecchinello Racing ya fue el epicentro de los rumores que hablaban de la ampliación de Suzuki a cuatro motos, pero la firma de Hamamatsu quiso esperar a tener más desarrollada la moto de sus pilotos oficiales… y ahora quizás sea tarde.
Las dos victorias de Cal Crutchlow en 2016 colocan al LCR en una posición fuerte ante Honda, y si consiguen cerrar presupuesto para tener dos motos, podrían seguir con la marca del ala dorada, con la que este 2017 cumplen su duodécimo año, desde su desembarco en MotoGP en 2006. Si no, seguramente en Suzuki verían con buenos ojos un acuerdo.
EG 0,0 Marc VDS
El Estrella Galicia 0,0 no ha conseguido los resultados que se esperan en Honda, pero su vinculación con la marca nipona goza de una salud excelente, ya que también llevan sus motos en categorías inferiores. Sin embargo, la fuerza del LCR podría dejarles en una situación comprometida.
Si finalmente tienen que cambiar de marca, a priori parece más posible que acaben en Suzuki, ya que KTM no deja de ser su máximo rival en Moto3 y no parece probable que Estrella Galicia, Marc VDS y Monlau cambien de marca de un año para otro en todos los campeonatos en los que están presentes.
PRAMAC
En MotoGP desde 2002 –con Honda y junto a Pons-; y desde 2005 ininterrumpidamente en Ducati, ya sea como Pramac d’Antin, Alice Team o Pramac Racing. La estructura de Casole d’Elsa se ha consolidado como ‘Factory Supported Team’, latiguillo que lucen con orgullo y que les coloca en la pole para seguir vinculados a Ducati en 2018.
De hecho, que su diseño 2017 tenga más rojo Ducati que nunca, y que uno de sus pilotos (Danilo Petrucci) lleve la última versión de la Desmosedici, amén de su condición de equipo italiano, son otros argumentos para pensar que seguirán llevando las motos de la firma de Borgo Panigale.
ASPAR
Creado en 1992, en 2010 dio el salto a MotoGP con Ducati, con la que siguió en 2011. Un año después, se asoció con ART (Aprilia) para desarrollar una CRT, y tras dos años optó por Honda cuando entró en vigor el reglamento Open. El año pasado retornó a Ducati, con el que en 2017 afronta su cuarta temporada, segunda consecutiva.
Es decir, el Aspar Team nunca ha llevado tres años seguidos la misma moto; un hecho que, unido a la limitación de seis motos por marca, podría llevarles a buscar nuevos retos. En principio, Suzuki se postula como la opción más atractiva, pero Aspar ya demostró al asociarse con Mahindra en Moto3 que no le asustan los retos, por lo que también sería viable una hipotética joint venture con KTM.
REALE ESPONSORAMA
Conocido hasta ahora como Avintia Racing, el equipo nacido en 1994 como By Queroseno Racing (BQR) aterrizó en MotoGP en 2012 con las CRT, desarrollando la Inmotec pero corriendo con la BQR, en ambos casos con motor Kawasaki. En 2013 cambió a FTR y, en 2014, se alió con Ducati para competir en el reglamento Open.
Es decir, 2017 será su cuarta temporada con la marca italiana, una asociación que se ha mostrado muy positiva. No obstante, si finalmente Ducati sólo se puede quedar con una estructura satélite y el Pramac es el elegido, podrían acabar mirando otras opciones. Como sucede con Aspar, Suzuki parece una apuesta más segura, pero tampoco sería descartable un cambio a KTM.