El motociclismo tiene sus ironías. Por ejemplo, hace unos años, Can Oncu arrebataba el récord de precocidad a Scott Redding en el mismo día que el británico se despedía del paddock. Algo parecido sucedía este fin de semana en Mugello, donde Marc Márquez anunciaba que tendrá que volver a pasar por el quirófano, por lo que es probable que ya no vuelva a correr en MotoGP hasta 2023.
No habían pasado ni 24 horas cuando Pedro Acosta, el niño prodigio que maravilló a todo el mundo el curso pasado, se hacía con la victoria en la carrera de Moto2 ante Joe Roberts y Ai Ogura para convertirse en el ganador más joven en toda la historia de la categoría intermedia, superando en 83 días el récord establecido hace 11 años… por Marc Márquez.
El octacampeón no tardó en ir a saludar al joven genio, que el año pasado ya se encargó de mitigar con sus hazañas la ausencia del 93, referente de la última década en el Mundial. Sin entrar en comparaciones, es evidente que ningún piloto despertaba tanto interés mediático como Acosta en categorías inferiores desde el propio Márquez.
Acosta es una prueba de que hay muchos alicientes para que el de Cervera deje el relevo en buenas manos mientras se recupera. Otras pruebas son los también españoles Sergio García e Izan Guevara -dos rivales del murciano hace poco-, que festejaron el 40º aniversario del debut mundialista de Jorge Martínez ‘Aspar’ regalándole un doblete por delante de Tatsuki Suzuki.
Y mientras los relevos futuros de Márquez a medio y largo plazo se van cocinando a fuego lento en Moto2 y Moto3, en la categoría reina también pudo verse claramente esa transición, ya empezando por novatos como Fabio Di Giannantonio, autor de la pole, o Marco Bezzecchi, que comandó las primeras vueltas y luchó por el podio casi hasta el final.
Sin embargo, y con un veterano como Aleix Espargaró de testigo, volvió a producirse una batalla entre los dos grandes protagonistas del pasado curso. Una batalla a un segundo de distancia donde no se perdonaba ni una milésima, y que finalmente Pecco Bagnaia resolvió en su favor ante Fabio Quartararo para inclinar a su lado el contador de triunfos en 2022: 2-1.
Un Bagnaia que, antes de ir dando cuenta de todas las demás Ducati para escaparse en solitario, tuvo que emparejarse con Márquez en las primeras curvas de Mugello, donde el hexacampeón de MotoGP quiso dejar su sello antes de volver a la realidad de su hombro. Tras la carrera, fue Quartararo el que lanzó un guiño al español, deseando su pronto retorno para revivir 2019.
Marc Márquez puede irse tranquilo, tomarse su tiempo y recuperar su cuerpo para, de una vez por todas, volver a pilotar como antaño para intentar reapropiarse en el próximo 2023 del trono del motociclismo mundial. Hasta entonces, cuenta con varios relevos de un nivel altísimo capaces de garantizar el espectáculo y la emoción que durante tantos años é se encargó de brindar.
