La temporada de MotoGP de 2003 pasó a la historia por tener uno de los peores inicios que se recuerdan en la categoría reina, ya que en el primer gran premio, disputado en el circuito de Suzuka (Japón) sufrió un brutal accidente la joven perla del motociclismo nipón: Daijiro Kato. Todo ocurrió en la tercera vuelta. Kato no volvió a cobrar la consciencia después de quedar en coma unos días hasta su momento postrero.
Precisamente este piloto enrolado en esos momentos en el equipo Telefónica MoviStar-Honda Gresini era una de las grandes esperanzas para hacer frente a la Honda oficial del campeón del mundo Valentino Rossi, que comenzaba un nuevo año como principal aspirante a convertirse en pentacampeón.
Junto a él se hallaba de nuevo Max Biaggi y un sorprendente Sete Gibernau, compañero del fallecido Kato, que a base de trabajo y gracias a la calidad de su moto, llegó a pelear alguna carrera al que volvería a ser el gran dominador: Valentino Rossi.
Parecido a 2002
Aunque no fue una temporada tan redonda como la anterior para el de Tavullia, se puede decir que no tuvo ningún problema para encauzarla desde el primer momento, ya que se impuso en ese fatídico Gran Premio de Japón. Entonces se puso líder del mundial y no perdió ese privilegio hasta que refrendó su título en el Gran Premio de Valencia con la novena victoria de la temporada.
Además, Valentino fue un visitante asiduo del podio, ya que a esos triunfos le sumó 5 segundos puestos y 2 terceros. Tanto es así, que estuvo presente en alguno de sus escalones en todas las carreras del mundial, algo que hacía tiempo que no sucedía.

Los contendientes
Con Valentino Rossi “jugando” en otra división, los principales contenders se disputaron la segunda plaza final. Y ahí fue donde emergió la figura de Gibernau, un piloto por el que en esos momentos nadie apostaba como posible campeón. De hecho, su rendimiento sorprendió a propios y extraños, llegando a “preocupar” en alguna ocasión al campeón, con quien por entonces mantenía una gran relación.
La Honda Gresini de Gibernau subió a lo más alto del podio en 4 grandes premios. No en vano, cuando lo hizo en Sachsenring en el ecuador de la temporada, superaba en victorias al propio Rossi, que dio un gran arreón final con 6 GPs de los últimos 7 disputados.
Aparte de Gibernau, las miradas estaban puestas nuevamente en Max Biaggi, como enemigo acérrimo de Rossi y nuevo piloto del Camel-Pramac Honda Pons. Pero la moto satélite estaba lejos, de manera que el tetracampeón de 250 cc solo pudo vencer en un par de GPs y acabar el año en tercera posición final, a 50 puntos del subcampeón Gibernau.
Para finalizar, hay que remarcar que Ducati se sumó al Campeonato del Mundo con bastante éxito si se tiene en cuenta que fue su estreno en la nueva categoría. Loris Capirossi se llevó un podio en el primer GP y durante el año incluso llegó a sumar una victoria en Montmeló, superando en más de 3 segundos a Rossi.
Finalmente, ese año Manuel Poggiali sobre una Aprilia conseguía un nuevo título para Italia en 250 cc, mientras que Dani Pedrosa con Honda se estrenaba como campeón del mundo en 125 cc.