Nada como los nervios el primer GP del curso. Los tiene la afición, los tienen todos los trabajadores del paddock y, por supuesto, los tienen los pilotos. Eso suele convertir esa primera cita en algo caótico y confuso, más en este 2023 con la modificación sustancial del formato del fin de semana para dar más importancia al viernes y sábado en la categoría reina.
Eso había granjeado críticas que aumentaron con la grave caída de Pol Espargaró -que por suerte se recuperará- dibujando a los organizadores como los villanos del cuento. Tampoco se acallaron en el (carrera) Sprint, donde Pecco Bagnaia logró imponerse a Jorge Martín mientras Marc Márquez se ponía la capa de héroe para rascar un podio de donde no parecía haber nada.
Dejando de lado todas las demás cuestiones -que requieren un análisis más profundo y detallado-, indiscutiblemente fue un éxito en términos de espectáculo. Se llegó así al domingo, donde después de pasear a los pilotos en el carro que Manolo Escobar todavía anda buscando, se volvió al esquema más infalible del campeonato: las carreras de las tres categorías principales.
Arrancó Moto3 y los niños tomaron arrebataron a los mayores el patio del recreo, con los de segundo año copando el podio en un final frenético donde Dani Holgado se estrenó batiendo a David Muñoz y Diogo Moreira, quedando el rookie José Antonio Rueda a las puertas en una carrera clásica de la categoría que sirvió de presentación a un año que se prevé muy interesante.

Así, tras la puesta de largo de los futuribles superhéroes, era el turno de ver si uno que ya lo es del presente hacía buenos los pronósticos en el comienzo de un año en el que parece que tiene que ser campeón sí o sí para cumplir la hoja de ruta que se le ha trazado en su camino a MotoGP.
Y sí, la victoria en Moto2 fue para un Pedro Acosta que sale muy reforzado por la forma de encarar el fin de semana y de gestionar la carrera ante una muy firme oposición de Arón Canet, que se postula como uno de los antagonistas junto a Tony Arbolino, que completó el podio. El superhéroe Acosta ganaba, la narrativa seguía su rumbo correcto.
Tampoco hubo sorpresa en el ganador de MotoGP: Pecco Bagnaia volvió a enfundarse el traje rojo para hacerse con un triunfo absolutamente incontestable al contener a Maverick Viñales, otro de esos antagonistas de lujo, con Marco Bezzecchi tercero. Con Acosta y Bagnaia, MotoGP había tenido ración doble de esos tan queridos superhéroes que lo hacen todo tan bien que parece inverosímil.
Sin embargo, una superproducción de ese calibre necesita un supervillano para triunfar en taquilla... y lo encontró en la figura de Marc Márquez, que tocó a Jorge Martín y embistió al local Miguel Oliveira, lo que le costó una lesión, los pitos de las gradas de Portimao, incendios las redes sociales e hizo que MotoGP abriese hasta los telediarios. El impacto mediático fue grande, pero…
