¿Qué ver en el Museo de Carruajes y Motocicletas Zamar?

Esta exposición muestra la evolución de ambos modos de transporte gracias a la restauración de numerosos vehículos.

Moto Guzzi como las que hay en el Museo de Carruajes y Motocicletas Zamar. Fuente: iStock/JuergenBosse
Moto Guzzi como las que hay en el Museo de Carruajes y Motocicletas Zamar. Fuente: iStock/JuergenBosse

En la diputación cartagenera de El Algar, situada en Murcia, se puede ver un pedacito de la historia de los transportes en nuestro país. Y es que allí existe la posibilidad de visitar el Museo de Carruajes y Motocicletas Zamar, una exposición privada en la que se recogen piezas que se remontan al siglo XVII.

Como es obvio, estas no tienen nada que ver con el mundo del motociclismo, pero tiene lógica dado que los dueños del museo son los propietarios de la yeguada Zamar (cría del caballo andaluz de pura raza) y cuentan con una gran colección de carruajes antiguos que han ido adquiriendo a lo largo de su historia.

Germen del museo

Precisamente esa colección de carruajes fue el origen de este museo, ya que era tal la muestra que se plantearon mostrarla a todo aquel que se acercara a El Algar. ¿Y qué tiene que ver esto con las motos? Probablemente esa sea la pregunta que se hacen los aficionados al leer sobre caballos y carruajes antiguos. Pero es que los propietarios de Zamar también sentían una gran pasión por las motocicletas. Así que, ni cortos ni perezosos, se lanzaron a la adquisición de motos clásicas que restauraron convenientemente hasta dejarlas como nuevas.

Exposición en el Museo de Carruajes y Motocicletas Zamar

Con tal patrimonio de antiguos transportes, los propietarios de Zamar decidieron poner en marcha el museo, el cual ocupa una nave industrial.

Este espacio está dividido en cuatro áreas diferentes. En una de ellas se colocaron los carruajes antiguos, en otra el protagonismo recae en las motos clásicas, asimismo hay una tercera dedicada a los aperos de labranza (a fin de cuentas, estamos hablando de una finca eminentemente campestre) y una cuarta en la que se encuentra la tienda. 

  • Zona de carruajes. En esta parte se pueden observar modelos de todo el mundo, no solo de España. Todos ellos se dividen por categorías, es decir, desde los que tenían como objetivo el traslado de personas, hasta los que llevaban cargas o los que se empleaban para menesteres como las romerías o el transporte de la nobleza.
  • Zona de labranza. Aunque las motos son las protagonistas para los lectores, siempre es bueno aprovechar una visita a un museo. Y en este caso la segunda área se ofrece un muestrario etnológico de la zona en la que está situada la nave.
Moto de Royal Enfield. Fuente: iSTock/Yarygin.
Moto de Royal Enfield. Fuente: iSTock/Yarygin.
  • Zona de motos. Finalmente, se halla la parte dedicada a las motos, en la que se encuentran marcas históricas tanto españolas como de otros países. La muestra es muy nutrida y en ella se pueden encontrar auténticos tesoros como la Peugeots Type 125, la Moto Guzzi Airone 500, la BSA 500, algunas Vespas o la Lube Renn entre otras muchas. En todas ellas se intentó mantener el color original con el que salieron de fábrica. Por otra parte, también hay que destacar que algunas piezas que ya no existían tuvieron que fabricarse desde cero, tarea que recayó en maestros torneros. En definitiva, una exposición que no se debe perder ningún aficionado a las motos clásicas.

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