¿Cómo funcionan exactamente los radares de tramo en España?

Con ellos la Dirección General de Tráfico pretende mejorar el control de la velocidad en las carreteras españolas.

Los radares de tramo vigilan los límites de velocidad. Fuente: iStock/ozgurdonmaz
Los radares de tramo vigilan los límites de velocidad. Fuente: iStock/ozgurdonmaz

De un tiempo a esta parte la Dirección General de Tráfico ha estado trabajando en ampliar el número de radares de tramo en las carreteras españolas. El objetivo no es otro que controlar que los vehículos que circulan por las diferentes vías no excedan la velocidad máxima permitida.

¿Por qué este tipo de radares?

El cambio de los radares tradicionales a los de tramo tiene como finalidad controlar mejor que los conductores no se excedan. No resulta extraño ver cómo los vehículos que circulan a una velocidad mayor a la permitida frenan de golpe cuando se aproximan a un punto de control de velocidad, del cual se avisa en numerosas ocasiones (y si no, los GPS se encargan de hacerlo). Esto no solo provoca acelerones y frenazos que pueden ser motivo de accidente -y en los que siempre tienen las de perder los conductores de motos-. 

En cambio, cuando llega un radar de tramo, hay que mantener la velocidad permitida durante todo el trayecto. De ese modo,  no solo se regula mejor el tráfico en zonas complicadas (en muchas ocasiones estos tramos son los que acaparan un mayor número de accidentes), sino que se impiden los continuos acelerones y frenazos en un corto espacio de tiempo. 

España superará la cifra de los 800 radares fijos de la DGT en sus carreteras.
Radares. Fuente: iStock

¿Cómo funcionan los radares de tramo?

Como su propio nombre indica, son aquellos que miden la velocidad entre dos puntos situados en una misma vía, de manera que el vehículo no solo debe transitar a una velocidad permitida en el primer punto, sino que al llegar a la segunda cámara de medición no deberá haberla excedido durante todo el tramo. Para averiguarlo, se hace una media durante todo el trayecto. Cabe señalar que al igual que cualquier tipo de radar fijo, está señalizado en la vía.

En cuanto al sistema, funciona del siguiente modo:

  • El vehículo pasa por el primer punto, donde hay un sistema de cámaras y reconocimiento de imágenes. En él se graba la hora a la que ha pasado y la matrícula.
  • Durante el trayecto no hay ninguna otra medición, simplemente señales que avisan de la velocidad que debe llevarse en todo momento.
  • Cuando se llega al final del trayecto hay otro sistema de cámaras que detecta que el vehículo que entró, sale del mismo. Se registra la hora y a partir de esos datos se hace una media de lo que se ha tardado en llegar desde el punto 1 al punto 2. Si esa media excede la velocidad permitida, la DGT podrá multar a la moto o coche que no haya cumplido con los límites.

No hay que olvidar que las cámaras son capaces de tomar las imágenes de noche gracias a la tecnología de infrarrojos que incorporan. 

Nuevos radares

El pasado mes de febrero la Dirección General de Tráfico anunció que se instalarían 45 nuevos radares de tramo que se sumarían a los 80 existentes, ya que consideran que esta medida es la más eficaz para que los conductores mantengan la velocidad máxima permitida. Asimismo, cualquier puede informarse de dónde se encuentran todos los radares de tramo en nuestro país.

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