El Gran Premio de Australia, la décimo séptima prueba del Mundial de MotoGP 2019, ya ha terminado. Esto es lo sucedido en Phillip Island:
Moto3: Lorenzo Dalla Porta es campeón ganando a Marcos Ramírez y Albert Arenas.
Moto2: Brad Binder se impone ante Jorge Martín y Thomas Luthi.
MotoGP: Marc Márquez vence por delante de Cal Crutchlow y Jack Miller.
En el enlace de cada categoría podrás encontrar la crónica de la carrera, con los resultados y la clasificación general. Pasamos ahora a un punto de vista más analítico, con diez píldoras de asimilación rápida para repasar rápidamente lo vivido en las tres categorías:
PÍLDORAS MOTO3
- Bajo presión
Cuando quedó undécimo en Aragón y vio menguada su ventaja a dos puntos con Arón Canet, para Lorenzo Dalla Porta empezaba un Mundial a cinco carreras en el que, pese a ir líder, poca gente le consideraba favorito. Sin embargo, el ganador del CIV 125GP en 2012 y del Mundial Junior de Moto3 en 2016 ha dado una clase magistral de correr bajo presión: tras ser segundo en Tailandia, en Australia recibió el mensaje de que Canet se había caído… y ganó. En Japón recibió el mismo mensaje y con ser octavo era campeón, pero quería ganar. Y ganó.
- Moviendo islas
El sábado, con un viento que le hacía sentir como el levante de su tierra natal, Marcos Ramírez se hizo con una pole que le sorprendió incluso a él mismo, siempre piloto de domingos. La carrera no estaba yendo bien, y llegó a estar 18º entrando al último tercio de la misma. Fue recuperando pero en la penúltima vuelta perdió puestos y pasó décimo, lo que acabo siendo una excusa para hacer un giro final memorable: como si la isla se moviera a su antojo, empezó a pasar pilotos de tres en tres hasta finalizar segundo.
- Confianza renovada
Desde que Albert Arenas supo que renovaría su contrato con el Gaviota Ángel Nieto Team para Moto3 2020, no se ha bajado del podio. Entre Montmeló y Misano había hecho seis ceros en siete carreras, y marchaba 20º con 35 puntos. Recuperó confianza siendo octavo en Aragón y, desde entonces, victoria en Tailandia, segundo en Japón y tercero en Australia. Ha logrado más podios en las tres últimas carreras que en las 54 primeras que corrió en el Mundial y ya es top 10. Junto con su contrato, renovó plenamente su confianza.
PÍLDORAS MOTO2
- Misión casi imposible
Sin podio en las siete primeras carreras, las opciones de título de Brad Binder parecían haberse esfumado por completo. KTM no daba con la tecla y el sudafricano arañaba puntos como podía; pero desde que la marca austriaca dio por fin el paso adelante inició una remontada a base de victorias y podios para apurar sus opciones de título, una misión casi imposible. Casi tanto como la de Thomas Luthi, que ha tenido que esperar a la gira asiática para volver a aferrarse al podio… y más que la de Jorge Navarro, al que le falta el último pasito.
- Lástima de caducidad
Después de una temporada complicada, bregando con una moto inferior ante pilotos mucho más experimentados en la categoría, Jorge Martín ha transformado ese sufrimiento en aprendizaje tal y como ya hiciera con la Mahindra en Moto3. La moto ya va bien, el madrileño se ha hecho con ella y lo ha demostrado subiendo al podio en las dos últimas carreras. Parece que la primera victoria ya es cuestión de tiempo, pero la lástima es la caducidad de su adaptación: solo le quedan dos carreras más antes de que KTM deje Moto2 y tenga que adaptarse a otro chasis.
- Mantener la calma
En Malasia irá mejor, decía Álex Márquez al terminar la carrera en octava posición. Seguro que se lo repitió más de una vez en la moto, cuando después de ver cómo se iban los cuatro primeros, todos los que venían por detrás le adelantaban sin miramientos. Supo mantener la calma, consiguió evitar el cero para sumar ocho puntos y, aunque ha visto su ventaja reducida y se ha complicado ligeramente un título que parecía hecho, todavía tiene una situación que cualquiera de sus rivales querría para sí: en Malasia depende de sí mismo para ser campeón.
PÍLDORAS MOTOGP
- Liderar no es ganar
‘Cuando vas primero en una carrera y llevas detrás a Marc Márquez no vas ganando, solamente vas liderando’. La frase original es de Jeremy Burgess y refería a Mick Doohan, pero el 93 la está haciendo suya cada vez más. Ya lo hizo alguna vez en el pasado (a Jorge Lorenzo en Indianápolis 2015), pero este año lo está convirtiendo en rutina: después de hacérselo dos veces a Fabio Quartararo le ha tocado el turno a Maverick Viñales, que tras un fin de semana brillante acabó por los suelos a tan solo dos curvas del final.
- Profeta en la isla
Los australianos se habían malacostumbrado con Casey Stoner, que hacía sonar su himno ante ellos todos los años. Pero se fue y dejó un vacío, paliado mínimamente con el triunfo de Jack Miller en Moto3 en 2014. Desde entonces no habían visto su bandera en el cajón, y cuando Cal Crutchlow se fue con Márquez y Viñales parecía que la sequía seguiría un año más. Aun así, Miller lo puso todo para ganar la lucha del grupo, y la caída de Viñales abrió un hueco en el podio al que trepó para volver a ser profeta en su isla.
- Generación 2019
Fue un fin de semana para olvidar para Fabio Quartararo, que se hizo daño el viernes y se fue al suelo en carrera, cuando el infortunio quiso que Danilo Petrucci hiciese un high side y aterrizase contra él; y también para Miguel Oliveira, damnificado del huracanado viento del sábado. Por el contrario, los otros dos rookies, Pecco Bagnaia y Joan Mir, tuvieron su mejor carrera del año y estuvieron muy cerca de lograr su primer podio en categoría reina. Poco a poco se va confirmando que la generación 2019 tiene pinta de estar destinada a grandes cosas en MotoGP.
- Luces y túneles
Dos de los pilotos más grandes de este siglo no atraviesan su mejor momento, aunque con muchos matices: en Australia, Valentino Rossi festejó su GP número 400 viendo algunas luces con una salida formidable que le permitió volver a liderar una carrera de MotoGP, aunque después solo podría ser octavo. Por el contrario, Jorge Lorenzo no parece ver la luz, sino que parece estar sumido en un laberinto de túneles completamente a oscuras. Último y a 21 segundos de Hafizh Syahrin, el balear sigue en un pozo del que no parece tocar el fondo.
PÍLDORA EXTRA
- Liberar a Phillip Island
La paradoja del GP de Australia se repite cada año: uno de los trazados más bonitos (para muchos el que más) en un paisaje idílico, ubicado en una época del año donde el clima se convierte en enemigo del espectáculo: este año ha acabado con Miguel Oliveira y Niccolò Antonelli sin poder correr. Nada que ver con la ronda de Superbike en febrero, donde el tiempo suele acompañar. Aunque la F1 se niegue (Australia abre el calendario y no quieren a MotoGP cerca para que los australianos no tengan que elegir), MotoGP debe liberar a Phillip Island del yugo climático.