Carta abierta a Kawasaki y BMW

Las cosas han cambiado, y por eso vengo a pediros un favor.

Nacho González

Carta abierta a Kawasaki y BMW
Carta abierta a Kawasaki y BMW

Queridas Kawasaki y BMW (y Dorna):

Seguramente sabéis lo que os vengo a decir… y sé lo que me vais a contestar. Vamos a saltarnos la parte en la que os digo que os queremos en MotoGP, y en la que me respondéis que por ahora no es vuestro mercado y que estáis a otras cosas e incluso a otras industrias.

Eso ya lo sé. Tenéis otros mercados y, dentro de las motos, el WorldSBK, donde habéis encontrado un hogar. En el que el pasado 2016 os repartisteis los tres títulos: Superbike y Supersport para Kawasaki y Superstock para BMW. Las motos de serie son lo vuestro, lo habéis demostrado: los japoneses en la máxima categoría de las mismas, y los alemanes cuando son más ‘stock’, donde no hay más que ver su rendimiento en road races.

Sabiendo esto, ¿por qué insisto en pediros que os lancéis a la aventura de MotoGP? Porque creo que, en la coyuntura actual, merece la pena. No hubiera tenido la cara de pediros algo así hace seis años, cuando Ducati miraba cómo Honda y Yamaha se repartían los laureles… y ya. Por suerte, esa época quedó atrás, y ojalá que para siempre.

Las cosas han cambiado: Suzuki volvió de su breve retiro; y Aprilia y KTM han llegado con ilusión, metiéndose en los puntos casi desde el principio y a una distancia más que respetable de las primeras posiciones. ¿Qué os quiero decir con esto? Que se puede llegar y competir, que no tenéis que limitaros a figurar. Que a poco que hagáis un prototipo decente, vais a estar en el pelotón.

Suzuki ya ganó el año pasado, Aprilia ya está soñando con colarse en el podio y, en apenas medio año, KTM ya se mete en los puntos por méritos propios. ¿De verdad me vais a decir que no os pica el gusanillo de MotoGP viendo esas cosas? No me lo creo.

(Querida Dorna). Personalmente, y aunque muchos discreparán con esto que voy a decir, sueño con un Mundial de MotoGP donde no haya equipos independientes; a los que entregaría el control total de Moto2 y Moto3; una apuesta que financiaría con el dinero que ahora reciben por cada moto en MotoGP.

Mi sueño es un Mundial de ocho marcas (las seis que están y vosotras dos) con tres motos cada una; lo que se traduciría en un campeonato de 24 pilotos, que me parece un número formidable y que es precisamente a lo que se aspira en la actualidad, pero con doce equipos y dos motos en cada uno.

Para mí, ocho marcas oficiales y tres motos por equipo sería ideal: se acabarían mayorías como la de Ducati –que pone en pista ocho de las 23 motos que hay-; y, sobre todo, se evitaría que la superioridad de una marca en una temporada concreta se tradujese irremisiblemente en un mano a mano entre sus dos pilotos.

Si eso sucede, como mínimo serían tres los contendientes al título por potencial mecánico. Ya no habría que ganar a tu compañero de equipo, sino a tus compañeros de equipo. Como mínimo, la dificultad de ser campeón se duplicaría… igual que se duplicaría el feedback recibido por cada marca, propiciando la evolución de las motos. ¿No os gusta la idea?

Si es que, aunque no estéis allí, ya sois parte de MotoGP. Hace unos meses, cuando paseaba por los aledaños del Circuito de Jerez, entre el merchandising de los equipos y pilotos presentes en la máxima categoría, podía ver decenas y decenas de chaquetas de Kawasaki y BMW. Lo vi claro: la gente os quiere en MotoGP.

La gente que lleva una Kawasaki o una BMW por la calle –que son de las motos que más se ven- quiere sentirse representada en el motociclismo. Y lo que la gente ve es MotoGP, y lo sabéis. Y ya estáis allí: ‘sólo’ os falta poner las motos. ¡Os esperamos!