Editorial MOTOCICLISMO 2.602: "Superman"

A Marc Márquez no hay nada que le afecte, ni salvar una caída que no salvaría nadie.

MOTOCICLISMO

Editorial de la revista MOTOCICLISMO 2.602.
Editorial de la revista MOTOCICLISMO 2.602.

Por fin comenzó el Mundial de MotoGP. No ha sido nada fácil que sucediese porque la pandemia de la Covid-19 nos ha golpeado como nunca, de manera intensa y global. Las carreras nacieron y se desarrollaron como un espectáculo para el público, un atractivo más en las fiestas patronales y su desarrollo siempre ha estado ligado tanto económica, como emocional y organizativamente a sus espectadores. Sin embargo, los tiempos han cambiado y de la fiesta presencial hemos pasado a otra digital, en la que las televisiones son las que se encargan de conectar el mundo de las carreras con sus aficionados. Sin este cambio no podría haber habido carreras esta temporada. Correr sin público no es algo desconocido para los pilotos de este campeonato, la mayoría se ha criado en certámenes de menor nivel hasta llegar al CEV, y en ellos el público presente es poco más que la familia y amigos de los participantes. Llegar a MotoGP era un salto también cualitativo en ese aspecto, con los circuitos y los paddock rebosantes de aficionados y los pilotos sabiéndose estrellas en un mundo de ensueño.

Dorna ha logrado casi un milagro al engarzar las carreras de esta temporada y su estreno en Jerez ha demostrado que se puede hacer un Gran Premio que se parece más que nunca a uno virtual, en el que la conexión entre los que están dentro y los que están fuera sólo se produce a través de las ondas. Nos hemos estrenado con ruedas de prensa y declaraciones en videoconferencia, fotos y comunicados comunes y la televisión y los medios técnicos de Dorna como único medio para saber qué pasaba en cada momento en el circuito. Todo ha sido nuevo, salvo una cosa, la emoción y la incertidumbre de las carreras desde el momento en que se apaga el semáforo de la salida. El análisis de este primer GP, la opinión de los mejores especialistas y los principales datos los tenéis también en esta revista, pero no puedo dejar de señalar algo que para todos debe ser obvio, que Marc Márquez es el piloto más especial de la parrilla, y que en cada carrera se acerca más a la gloria absoluta. Hacer esa carrera con ocho títulos a cuestas y toda una campaña por delante sólo está en sus manos y en su cabeza.

Hace unos días tuvimos la fortuna de contar con Nico Terol como invitado en nuestro Hospitality Motociclismo, el programa que hacemos cada semana sobre temas de actualidad relacionados con el mundo de la moto y que puedes seguir en nuestro canal de YouTube. En una fase de la charla, hablando sobre lo que podríamos esperar del GP de España y sobre el propio Marc Márquez. Él nos decía que la gran diferencia era su capacidad para asimilar la situación en cada momento y para no dejar que u error o una situación anómala le afectase. Cuando a un piloto se le mueve la moto en una curva rápida, en la siguiente vuelta duda, Márquez salvó una caída de infarto en una de las curvas rápidas con su habitual destreza para levantar la moto con el codo y ser capaz de volver a dominar la situación por la grava. Pero un deslizamiento de la rueda delantera a esa velocidad, por muy rápido que se corrija, te desplaza muchos metros hacia afuera.

Lograr entrar casi recto en la grava, reducir la velocidad y salir de nuevo a la pista es algo que probablemente sólo él sea capaz de hacer. Después de ese susto, lo lógico es que se hubiese visto afectado, pero en la siguiente curva ya sólo pensaba en volver a la cabeza, y no perdió la concentración hasta lograrlo. Su caída en el mismo punto que le costó a Doohan su carrera, mientras aceleraba sobre el piano como un poseso, arruinó una carrera que habría pasado con seguridad a la historia, y probablemente le ha costado el título si sus rivales no fallan en un campeonato tan corto, pero es una demostración más de que nos encontramos ante un piloto que está por encima del resto. Superman en un personaje de ficción, pero en las carreras lo más parecido que tenemos es Marc Márquez, que no lo es, pero se le acerca mucho.

Archivado en: