Marcos Ramírez: Bandera verde y blanca

Píldoras 2019, capítulo 19: Marcos Ramírez, tercero en Moto3.

Marcos Ramírez (Foto: Gold & Goose).
Marcos Ramírez (Foto: Gold & Goose).

Desde hace más de tres décadas, concretamente desde el año 1987, Andalucía ha sido paso obligado del calendario mundialista hasta convertir Jerez, escenario del Gran Premio de España de forma ininterrumpida desde 1989, en poco menos que la tierra santa del Mundial de MotoGP.

El trazado andaluz ha sido el principal punto de festejo de los éxitos del motociclismo español, convirtiéndose en santo y seña del mismo, recibiendo a pilotos de todos los puntos de la geografía española –especialmente catalanes y valencianos- hasta hacerlos suyos. Pero faltaba algo: un piloto andaluz que les hiciera soñar año tras año con la victoria.

No han faltado pilotos andaluces, como el sevillano José Luis Cardoso, el granadino Álvaro Molina –que nunca corrió el mundial entero pero era habitual de la cita jerezana- o el gaditano Iván Moreno, que abrió la puerta para su paisano Alberto Moncayo, que en Brno 2011 se convirtió en el primer andaluz en subir al podio mundialista, repitiendo en Le Mans 2012.

Moncayo corrió su último año en 2013, pero en 2014 debutó –en Jerez- Marcos Ramírez, la esperanza conileña, gaditana y andaluza. Curtido en la Red Bull Rookies Cup y el CEV, estaba preparado para dar el salto, pero no llegó. No es fácil hacerlo cuando se parte desde Andalucía. Lejos de rendirse, emprendió nuevas y alternativas rutas que le llevaron a correr, a lo largo del mismo año, en el Mundial de Supersport, los nacionales de STK1000 y STK600 (a la vez) y el Europeo de Moto2.

Consiguió volver donde lo había dejado: a Moto3, la categoría que le correspondía por edad. Mientras peleaba por el mundial junior –que perdió ante Lorenzo Dalla Porta- firmó un contrato en el Mundial. Convenció y se quedó. En 2017 acarició el podio en Jerez, donde se respiraba un ambiente andalucista sin precedentes. Entre las múltiples rojigualdas empezaba a vislumbrarse cada vez más la bandera verde y blanca.

Acabó el año con dos podios al ser tercero en Alemania y Valencia, pero nada comparable al tercer puesto que consiguió en Jerez 2018 –aunque entró cuarto en meta-, llevando el delirio a las gradas del trazado, ya con el nombre de Ángel Nieto. Repitió en Francia pero no logró más podios en todo el año.

Consolidado entre los mejores de Moto3, empezaba 2019 aspirando a todo. Llegó Jerez y la bandera verde y blanca estaba más presente que nunca. Pero ‘Marquitos’ se cayó. Tampoco se rindió: sin opciones, se levantó y finalizó 23º, recibiendo la ovación de la grada cada vez que pasaba.

Tras dos ceros en Le Mans y Mugello, llegó Catalunya y con dos últimas vueltas memorables, logró su primera victoria mundialista y la primera en toda la historia de Andalucía. Después repetiría triunfo en Silverstone y acabaría tercero de la general final para que, al acabar 2019, podamos decir que la bandera verde y blanca –que luce en su casco junto a la rojigualda- ya ha salido de Jerez y se ha puesto en el mapa del motociclismo mundial.

Pol Espargaró (Foto: Gold & Goose).

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