La meritocracia en el motociclismo y la indignación positiva: Nico Terol y Toni Elías

¿Y si cambiamos el foco de la indignación y miramos hacia el otro lado?

Nacho González

La meritocracia en el motociclismo y la indignación positiva: Nico Terol y Toni Elías
La meritocracia en el motociclismo y la indignación positiva: Nico Terol y Toni Elías

No hace mucho hablábamos sobre Karel Abraham y los dinosaurios, como ejemplo ‘simpsoniano’ (?) de aquello que ni todo el oro del mundo puede comprar. No era una defensa a ultranza de la figura del checo, sino el simple recordatorio de que el de Brno es sólo otra expresión más de algo paradigmático: que el motociclismo es un deporte caro en el que una chequera abultada abre persianas de los boxes a pilotos dispuestos a aportar un valor añadido que va más allá de su talento en pista.

El debate suscitado en las redes sociales, por el contrario, sí se centró en la figura de Karel; y en la inevitable comparativa con otros pilotos como el colombiano Yonny Hernández, como ejemplo paradigmático de la discriminación positiva en aras de la apertura a nuevos mercados, en este caso el sudamericano (mucho más flagrantes han sido los casos de pilotos chinos o indonesios deambulando por el mundial sin un nivel acorde).

Pero los casos de Karel y Yonny suenan más. Por recientes y por haber llegado a la categoría reina sin,  a juicio de muchos, haber realizado los méritos suficientes. No entraremos en eso.

¿Por qué no? Porque este artículo pretende, precisamente, señalar en la dirección contraria: en los que, haciendo méritos suficientes, no están. No ya sólo en MotoGP, sino que no están en ningún campeonato del mundo, contando todavía con edad de librar más de una batalla en condiciones.

Es decir: manteniendo el debate de fondo –la meritocracia en el mundo del motociclismo-, cambiar el foco de la indignación; pasando de la vertiente negativa (‘Este piloto no ha hecho méritos para estar donde está’) por la positiva (‘Reivindicar la ausencia de pilotos que sí han hecho méritos y no están’). Seguro que todos tenemos algún ejemplo reciente en el tintero.

A mí, irremediablemente, me vienen dos a la mente. Bueno, me vienen más, pero dos especialmente flagrantes. Dos pilotos que, habiendo conquistado un título mundial en la presente década, de repente se quedaron sin sitio no ya sólo en los grandes premios, sino en otros campeonatos de índole mundial. Ambos son españoles: Toni Elías y Nico Terol.

Por suerte –que le pilló trabajando, literalmente-, Elías encontró un hueco en el MotoAmerica, donde brilla con luz propia camino a un título que ya acarició en su año de debut.

Quién sabe, si Suzuki finalmente vuelve al Mundial de Superbike, el manresano podría ser su piloto estrella; porque no salió del mismo por falta de resultados, sino por la espantada de un equipo de cuyo nombre no quiero acord… bueno, qué demonios: el JR Racing dominicano, que le dejó en la estacada; y todo ello después de no haber encontrado sitio en Moto2, la categoría que ganó en 2010.

Más rabia da el caso Terol. Último campeón del mundo de 125cc en 2011, en su segundo año en Moto2 le dio a Suter tres de sus cuatro. En 2014, la marca suiza dio un bajón mitigado sólo por ‘sus’ Thomas Luthi y Dominique Aegerter. Pese a que todo el mundo veía que el problema no era Terol, sino la moto, se quedó sin sitio.

Se fue a Superbike y no le iba mal… hasta que se lesionó. Y de nuevo adiós por la puerta de atrás. Lo intentó en Supersport, donde llegó al podio con una moto muy inferior… y nada. Ha probado el flat track y ha ganado, pero sigue sin llegarle la oportunidad que merece. Tiene 28 años y talento de sobra.

Hay casos a patadas, quizás menos conocidos. El sudafricano Steven Odendaal es actual campeón europeo de Moto2, pero no ha encontrado sitio en el mundial. Anthony West se compra billetes sólo de ida para hacer podios en Supersport con una precaria R6. Efrén Vázquez sólo pudo disputar dos carreras con una horrible Suter y nadie le ha vuelto a llamar en Moto2. Sylvain Barrier está probando en el MotoAmerica tras quedarse sin sitio en Superbike. Y por supuesto, se podría incluir a Julián Simón, aunque casi esté corriendo más que cuando estaba contratado.

Como he dicho, seguro que a todos se os ocurren un par de casos. Sin embargo, es mucho mayor la indignación contra pilotos como Abraham o Hernández -que, siendo mejores o peores, no desentonan en sus categorías-; que la indignación por la ausencia de Elías, Terol, Odendaal, West, Efrén, Barrier o Simón. Igual nos estamos indignando al revés, ¿no?