En los últimos años la carrera de Alemania era la de mayor asistencia de público y en su día rivalizaba con las estadísticas hinchadas de Jerez, cuyas cifras se redujeron a la mitad de 2015 a 2016.
Ya el año pasado me sorprendió comprobar que el número de espectadores en Sachsenring se quedó sólo en 77.343 el domingo. Digo ‘sólo’ porque significaban 20.000 menos que en 2016 y, en términos absolutos, casi 50.000 menos en el fin de semana… Raro, viendo que las gradas del circuito estaban a rebosar como otros años. Quizás haya cambiado el sistema de conteo o directamente las cifras también estaban infladas. No me extrañaría, teniendo en cuenta que Sachsenring es el recinto más pequeño del Mundial.
En cualquier caso, nos movemos en unos números inimaginables en casi cualquier disciplina. Entre Le Mans (105.203), Mugello (90.310), Montmeló (90.537) y Assen (105.000), casi 400.000 espectadores asistieron al circuito a las carreras del domingo. ¿Algún deporte, a parte del fútbol, que cada dos fines de semana tenga un seguimiento en vivo similar?
Y viendo el color amarillo predominante y casi unánime en todos los circuitos lanzo otra pregunta, ¿nos moveremos en estas cifras el día que falte Rossi?
Televisión de pago, una consecuencia lógica
Hace ya algunos años que MotoGP es un espectáculo de masas, con sus pros y sus contras. La llegada de la televisión de pago no es más que una consecuencia de ello. He escuchado a Carmelo Ezpeleta decir en alguna ocasión que “tenemos la suerte de que el motociclismo genere tanto interés para que cadenas como Movistar en España, Sky en Italia o BT Sport en Gran Bretaña hagan un canal temático de motor".
Te guste más o te guste menos, al CEO de Dorna no le falta razón al vincular la popularidad de MotoGP con al pago por visión. Me gustaría saber qué diría un aficionado al Balonmano, Rugby o Esquí, si existiesen canales temáticos de esas disciplinas. Naturalmente es un tema complejo, que tiene muchas caras.
Las audiencias en nuestro país también se han desplomado comparado con las emisiones en abierto y, por consecuencia, la repercusión a pie de calle es menor. ¿Es una decisión acertada? Ésta es una pregunta que sólo sabremos con la perspectiva del tiempo.