El Gran Premio de Aragón, la décimo cuarta prueba del Mundial de MotoGP 2019, ya ha terminado. Esto es lo sucedido en Motorland Aragón:
Moto3: Arón Canet vence delante de Ai Ogura y Dennis Foggia.
Moto2: Brad Binder bate a Jorge Navarro y Álex Márquez.
MotoGP: Marc Márquez se impone a Andrea Dovizioso y Jack Miller.
En el enlace de cada categoría podrás encontrar la crónica de la carrera, con los resultados y la clasificación general. Pasamos ahora a un punto de vista más analítico, con diez píldoras de asimilación rápida para repasar rápidamente lo vivido en las tres categorías:
PÍLDORAS MOTO3
- Un gran plan
Se había estudiado la carrera del año pasado, y con la pole en el bolsillo, Arón Canet supo exactamente qué tenía que hacer: saldar con su abuelo, fallecido hace unos meses, la deuda que tenía de ganar una carrera en solitario. Era un gran plan. Tenía el ritmo para hacerlo y solo necesitaba insistir, permanecer todo momento en cabeza y esperar a que tras él empezaran a estorbarse para coger un segundito. Con uno bastaba. Tardó en conseguirlo pero la clave fue confiar en el plan y saber que era cuestión de tiempo. Dio en la diana.
- Libertad
El tramo final de temporada suele ser una vorágine de fichajes y renovaciones, de pilotos luchando por títulos o posiciones en la general. Entran en juego infinidad de intereses que pueden atenazar a pilotos y bajar su nivel drásticamente y sin explicación aparente. A la vez, también da libertad a otros pilotos que han estado más agazapados todo el año, permitiendo que fluya su talento, como fueron los casos del joven Ai Ogura, que coronó su gran año de rookie con su primer podio; y de Dennis Foggia, que se desquitó de un año discreto con el tercer puesto.
- Esto no para
Ha llegado el momento de no fallar, porque esto ya no para. En los años en los que no hay un dominador claro –como pudieron ser Brad Binder o Joan Mir-, la categoría de Moto3 llega a su tramo final tras hacer un ejercicio de eliminación durante el año en el que poco a poco se van dirimiendo los candidatos al título. En este 2019 han llegado tres, pero en Aragón fallaron dos. Mientras Canet se lucía, los italianos Tony Arbolino y Lorenzo Dalla Porta se durmieron en los laureles y se quedaron fuera de la lucha.
PÍLDORAS MOTO2
- A solas con un ritmo
Lo volvió a hacer. El sudafricano Brad Binder está siendo, probablemente, el gran optimizador de recursos de 2019. Tanto en lo que respecta al jugo que saca a una KTM que ya no evoluciona más al no seguir en la categoría como en el petróleo que es capaz de sacar en carrera. En Aragón no era el piloto más rápido en pista, pero cogió el mando de inicio y fue el único que estuvo toda la prueba a solas con un ritmo, mientras el resto tuvo que preocuparse de pelear posiciones. Cuando fueron a por él ya era tarde.
- Mitad y mitad
Si las carreras empezasen desde su ecuador, posiblemente Jorge Navarro tendría a tiro el título de Moto2. En Motorland lo volvió a demostrar: llegó a los últimos compases de carrera como un auténtico ciclón, deshaciéndose por el camino de todos los rivales y mostrándose como el piloto más rápido en pista, pero una vez más llegó tarde. Una vez más se quedó a las puertas de la victoria, pero su regularidad la ha puesto segundo en el campeonato y ya solo le falta cuadrar una carrera de principio a fin en lugar de partirla en mitad y mitad.
- Vicios y virtudes
Todos somos un compendio de vicios y virtudes, y en la carrera de Aragón, a Álex Márquez se le vieron las costuras de ambos. Primero, los vicios: enzarzarse en una pelea con Luca Marini –y asumir los riesgos que eso conlleva- por defender la segunda posición provisional fue un claro error, como reconoció él mismo al final. Las virtudes afloraron al final, cuando porfió en la búsqueda de la victoria pero supo cuándo y dónde parar: viendo que no podía, supo dar por buena una tercera posición que le pone más cerca que nunca de su segundo título mundial.
PÍLDORAS MOTOGP
- Máximo exponente
No es que hubiera dudas de quién es el máximo exponente actual del motociclismo mundial, pero por si acaso, Marc Márquez volvió a demostrarlo en Motorland. Su trazado predilecto en España, plagado de curvas de izquierdas, incluyendo una a su nombre. En su GP número 200, comenzó el fin de semana igual que lo terminó: con una exhibición memorable. Acabó la FP1 con una renta casi insultante de 1,6 segundos al siguiente; y en carrera hizo lo mismo: dejó atrás al resto nada más salir y se dedicó a descontar vueltas para poner a tiro su octavo título mundial.
- Mazas y catapultas
Tras dos carreras en un segundo plano, dos de los pilotos de Ducati aprovecharon la larguísima recta de Motorland para desperezarse y volver a los focos de MotoGP. Eso sí, cada uno lo hizo a su manera: Andrea Dovizioso, como si empuñara una maza, fue dando golpes rítmicos, certeros y contundentes para remontar desde la mitad de parrilla y finalizar segundo, el tope para los mortales en Motorland. Mientras, Jack Miller salió como una catapulta para ponerse detrás de Márquez, pasó gran parte de la carrera recargándose para, al final, volver a catapultarse al tercer puesto.
- Sólo quedar consuelo
Eso dejó sin podio a Maverick Viñales, que se mostró muy sólido durante toda la carrera pero no pudo con la increíble potencia de las Desmosedici, que le abrasaban sin piedad en la eterna recta aragonesa. Para el de Rosas solo queda el consuelo de haber sido la mejor Yamaha, haberse quedado mucho más cerca del podio que el año pasado y de haber firmado un espectacular adelantamiento a Miller. Un consuelo que puede hacerse extensible a su compañero de marca Fabio Quartararo, que no tuvo la brillantez de Misano pero cuajó un fin de semana muy sólido.
- El círculo
Hace un año, Jorge Lorenzo salía desde la pole en Aragón, donde llegaba como candidato a la victoria tras haber ganado tres de las siete carreras anteriores. Sin embargo, en la primera curva salió volando por encima de la Desmosedici y se hizo daño. Fue el último día en el que se subió a una moto sin dolor. Ayer, en Motorland, cerró el círculo de un año totalmente para olvidar: acabó vigésimo a 46 segundos de su compañero y sin apenas poder luchar contra pilotos de menor nivel subidos a motos inferiores a la suya.
PÍLDORA EXTRA
- Repartiendo arte
En MotoGP la ciudad nunca duerme, y no hay momento para mirar atrás. Tenemos la suerte de poder contemplar a los mejores pilotos del mundo repartiendo arte: de ver a decenas de virtuosos del motociclismo y, sobre todo, de poder vivir para contarlo con cuatro grandes premios en territorio español, una anomalía que acabará pronto. De momento, solo podemos darle tiempo al rumor mientras seguimos haciendo lo nuestro y nos preparamos para vivir como zombis durante los fines de semana de la inminente gira asiática para no pasar por alto a los genios.