Toprak Razgatlioglu: Doble explosión

Píldoras 2019, capítulo 13: Toprak Razgatlioglu, quinto en Superbike.

Toprak Razgatlioglu (Fotos: Gold & Goose).
Toprak Razgatlioglu (Fotos: Gold & Goose).

2019 ha sido el año que muchos llevábamos esperando: el del salto de calidad definitivo de Toprak Razgatlioglu. Ya desde sus tiempos en la Red Bull Rookies Cup se le intuía algo especial, pero luego mirabas sus resultados y no casaban con las sensaciones. Una victoria y cuatro podios en dos años no hacían justicia a su nivel. Algo fallaba.

Por eso, cuando en lugar de persistir para buscar un hueco en Moto3 decidió empezar a trepar la escalera del WorldSBK por Superstock 600, resultaba inevitable pensar que podría ser otro talento diluido. Nada de eso: Kenan Sofuoglu había decidido cobijarle bajo su sombra en un paddock donde su nombre infundía enorme respeto.

Su memorable 2015, donde se hizo con el título mostrando una superioridad tremenda, demostró que la decisión había sido correcta. Se pensaba en un salto a Supersport, pero Toprak estaba hecho para las mil. En su segundo año en Superstock 1000 rozó la proeza de ser campeón ante la superior Ducati, pero su Kawasaki no dio para más y sucumbió ante Michael Rinaldi.

No había necesidad de esperar otro año. Superbike era su sitio. Lo sabía él, lo sabía Kenan, lo sabía toda la afición y, sobre todo, lo tenía clarísimo Manuel Puccetti. Sin presión, el equipo italiano le dio confianza y Razgatlioglu la devolvió con un par de podios que ilusionaban a todos, pero al mismo tiempo sembraba dudas: salvo esas dos carreras no acabó ninguna otra en el top 6. Fue noveno en la general.

Algo fallaba y Sofuoglu no se mordió la lengua: Toprak debe mejorar, exclamaba el pentacampeón. Tenía razón y conocía a su pupilo. Su juventud y sus muestras de talento le colocaban como futurible al trono de Jonathan Rea, pero era imperativo corregir esa irregularidad. A chispazos no se ganan títulos, Sofuoglu lo sabe.

La ilusión para 2019 era altísima. Quizás demasiado, pensarían en Puccetti cuando tras once carreras en cuatro rondas su piloto no había pisado el top 5 y era undécimo en la general. Ya nadie hablaba de él: todo el mundo miraba a Álvaro Bautista. Pero en Imola todo cambió: no solo en la relación de fuerzas Rea-Bautista, también para Razgatlioglu.

Se coló en el podio y empezó una racha gloriosa: circuito que pisaba, subía al cajón. Una en Jerez, otra en Misano, dos en Donington, dos más en Laguna Seca, otra en Portimao… y llegó Magny-Cours. Allí logró por fin su primera victoria, y también la segunda, antes de coronar el año tachando otro hito en la cita argentina: tres podios en una sola ronda.

2019 había sido el año de su doble explosión: la de sus resultados en el Mundial de Superbike –quinto con dos victorias y 13 podios- y la de su paciencia con Kawasaki en las 8 horas de Suzuka que ganó pero no corrió: Yamaha estuvo rápida y, mientras todos le recolocaban en lo alto de la línea de sucesión al trono, en Iwata se aseguraron que vista de azul para ese asalto.

Carlos Tatay (Foto: Gold & Goose).

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