Aprilia SL 750 Shiver

Presentación de la nueva naked de Aprilia. Hace unos meses te mostramos la Aprilia Shiver que, sin embargo, se ha hecho la remolona a la hora de llegar a los concesionarios. Ahora volvemos a probarla en la Costa Azul en una segunda versión, y ya no está remolona, ahora está mejor que mejor…

Guillermo Artola / Fotos: Milagro

Aprilia SL 750 Shiver
Aprilia SL 750 Shiver

Recordemos antes de nada la novedad que incorpora la Shiver que la hace distinta de todo lo conocido hasta ahora. Los italianos son aún más aficionados que nosotros a bautizar casi todo en inglés, y lo llaman «Ride by wire», algo como «conducido eléctricamente», y es el modo de explicarlo para que se enteren en todos los lugares del mundo. Se refiere al mando del acelerador, que pese a tener el aspecto de uno normal y mover dos cables al girar, no es convencional en absoluto. Estos cables mueven algo similar a un potenciómetro que reconoce el grado y la velocidad de apertura solicitados por el conductor y manda señales eléctricas a un motor que mueve efectivamente las mariposas de ambos cilindros.

La perfección en el gobierno del motor que se consigue con este sistema no es su única ventaja. La centralita que filtra la señales mandadas a los motores eléctricos de las mariposas pone en juego «su sabiduría», y teniendo en cuenta el régimen de giro, la marcha engranada, la presión atmosférica, la temperatura del motor, etc., decide el grado de apertura óptimo para que el motor funcione sin vacilaciones y sin recibir más combustible del que puede quemar, lo que preserva la integridad del catalizador y del medio ambiente.

Pero es nueva
Pero hasta ahora no hemos hablado de nada que distinga a esta Shiver de la que ya conocíamos. Aprovechando el lapsus de tiempo desde su primera comercialización, sus creadores añadieron detalles que no habían podido incluir por las prisas en su nacimiento. Así, se observa a simple vista unas asas traseras que no mejoran en nada la cuidada estética de la Shiver, pero que se agradecerán por parte de los pasajeros que en ella viajen. Menos evidente es el nuevo tarado hidráulico de la horquilla, que ahora va más frenada tanto en extensión como en compresión.

Y lo más importante de la lista de novedades es, sin duda, la posibilidad de elegir entre tres curvas de encendido-inyección, que te van a permitir tener tres motos en una. En la Shiver que tienes ante ti se ha instalado un sistema, totalmente electrónico (no necesita ni un tornillo más que la anterior versión), por el que el piloto puede decidirse por una de las tres configuraciones siguientes.

La curva R (de «Rain», lluvia, firme en condiciones deslizantes) recorta drásticamente la respuesta del motor y hace más sencilla la tarea de circular en lluvia, hielo, arena o todo tipo de situaciones en las que, con todos los caballos, sería sencillo ponerse la moto por montera.

La curva T (de Touring) equivale a la anterior única curva de la Shiver, con la que la respuesta es la que corresponde a una moto de noventa y tantos caballos, pero que no deja ver en ningún momento que se trata de una bicilíndrica, con una suavidad ejemplar y la eliminación de cualquier trepidación o vacilación al abrir desde abajo.

Y, por último, la curva S (de Sport) que ofreciendo las mismas curvas de potencia y par motor, responde de otro modo a las solicitaciones del acelerador. En realidad, la curva S es igual a la T, si ésta la usas dando gas con contundencia. Cuando más se nota la diferencia es al abrir gas parcialmente con más o menos decisión, momento en el que la Shiver se comporta como lo que es, un bicilíndrico italiano con la pasión y la rabia que puedes encontrar en una Tuono, por poner un ejemplo de su misma marca. Magnífico trabajo de los técnicos de Aprilia, que eliminan de un plumazo las dudas del cliente más deportivo, que nunca se va a ver defraudado con la posibilidad S recién comentada.

A ver, unas curvas
La organización de Aprilia nos preparó en las proximidades de Niza, un «percorso» (así decimos recorrido «los italianos»), que no dejaba duda sobre la confianza que tienen en su producto. Las montañas próximas a la Costa Azul nos esperaban con tramos soleados, otros húmedos, otros con nieve en los laterales de la carretera y con curvas… muchas curvas.

Doscientos y pico kilómetros bastan para darse cuenta de lo estable, lo ágil y lo buena frenadora que es la Shiver, que nos hizo disfrutar tanto en las paellas más lentas, como en los escasos tramos en los que pudimos correr algo más sin descomponerse en ningún momento. Quizás es más noble en momentos en que tu conducción se enciende, porque a media tumbada los perfiles de ambos neumáticos no están del todo de acuerdo (la llanta trasera de seis pulgadas con neumático de 180 mm dibuja un perfil muy plano), pero habría que jugar con las regulaciones del amortiguador para asegurar más el diagnóstico.

Como anécdota, en una de esas ocasiones en las que el que va delante rebasa a un coche y a ti te toca esperar, cuando conseguí quitarme del medio la «chicane» rodante y aceleré para recuperar, me encontré un cambio de rasante más pronunciado de lo normal y pegué un vuelo tan involuntario como largo y excitante. ¿Resultado? Todo normal, aterrizaje sin problemas y una sensación de calorcillo recorriendo mi espalda, mientras pensaba en el puente de Ballaugh de la Isla de Man y en esos descerebradillos que allí compiten. Guau.

En fin, que la Shiver reitera sus buenas intenciones y sus buenas maneras, y ahora añade diversión a la receta, y que ya puedes empezar a pensar seriamente en ella, por sólo 8.199 €, y con cinco posibilidades de color. Si tu vida con una buena moto sería mejor de lo que es, con esta Shiver será mejor que mejor…