En los últimos números hemos comaprado diferentes modelos (Naked, Deportivas, Sport-Turismo) de una misma familia y después de pasar de una a otra te haces una idea de lo que sería una moto ideal, para alguien que le gusten las deportivas, pero que al mismo tiempo quiera darle un uso general.
La combinación idónea aúna la parte ciclo y el motor de una deportiva, con ligeros retoques para el nuevo uso, con un manillar ancho, que ofrezca una posición de conducción agradable. Y eso es lo que ha hecho Aprilia con la nueva Tuono, que deriva directamente de la flamante RSV4 R.
La deportiva de Noale se hizo el año pasado con el Mundial de SBK, que por cierto acaba de ganar nuestro Carlos Checa, demostrando su potencial y ahora ha dado lugar a esta versión naked.
El concepto Tuono no es nuevo en la marca, que ya lo puso en escena a partir de las RSV 1000 R, pero nunca antes había sido tan efi caz como ahora. En esta ocasión las modificaciones no han sido muchas, dado que se ha quitado la carrocería, varía el subchasis, la posición de las tijas, se ha instalado un manillar ancho y se ha reducido la potencia del motor.
Con estos cambios se acerca mucho a esa «deportiva para todo» perfecta y además cuando la ves en vivo te quedas de piedra... y es que su diseño, junto con esta decoración avispa, es realmente atractivo.
La RSV4 R Tuono es una deportiva sin ropa, algo que percibes desde el primer instante que tomas contacto con ella.
El manillar ancho es lo único que te aleja de una moto de carreras cien por cien, ya que el duro asiento y los elevados estribos dejan claros los orígenes de este modelo.
Aunque lleves las piernas más flexionadas de lo ideal, no es una moto incómoda, y en los desplazamientos urbanos te encuentras infi nitamente más cómodo que en cualquier deportiva. También es cierto que no gira mucho y aunque haces buena palanca, tienes que hacer varias maniobras para dar la vuelta o para pasar por los huecos más estrechos del atasco.
Pero una moto con esta planta y de estas características no está diseñada para pasarse la vida en un atasco, así que lo mejor es buscar una carretera con muchas curvas y poco tráfico para disfrutar realmente de ella.Si para llegar hasta ella tienes que recorrer un tramo de autopista, notarás que por su diseño el cuerpo queda expuesto a la fuerza del aire.
El nuevo frontal de faros polielipsoidales queda muy bajo y su pequeña cúpula dirige el aire hacia el casco, aunque te puedes agachar para mejorar la protección, retrasando el trasero en el curioso asiento. Este tiene un acabado en el mismo color que la carrocería de la moto y forma parte del espectacular colín. Pero si circulas rápido, lo puedes hacer y mucho sin darte cuenta, el aire también intenta separarte las piernas del depósito.
Todo es cuando se alcanzan velocidades que rondan las dos centenas, que es mucho para este tipo de motos y para la situación actual. De modo que a 150 km/h no hay problema. Poner la parte ciclo en apuros en estos tramos rápidos es prácticamente imposible y es que encuentras antes tus límites, al tener que agarrarte como un titán, que los de su imponente estabilidad.
Cuando por fin llegas al comienzo del tramo de montaña todo encaja y mientras más rápido es el ritmo mejor funciona. La horquilla es suave en el primer tramo pero luego aguanta lo que le echan, tanto frenando como en apoyos y cambios de dirección.
El amortiguador, Sachs multirregulable al igual que la horquilla, tampoco es demasiado duro, con lo que tienes bastante información del tren trasero. Pero lo mejor es cómo se comporta el conjunto en general, gracias a un chasis milagroso que parece de 250 GP.
Se acaban los adjetivos para describir el buen hacer de las deportivas de Aprilia y también de esta nueva Tuono, ágil, rápida, estable, precisa. También hay que decir que en fuertes aceleraciones en las primeras marchas, con desarrollo más corto que en las RSV4, se levanta con facilidad, pero para eso está el control anticaballito (AWS).
Los frenos, a pesar de no contar con las pinzas monobloque de las deportivas, son un magnífico equipo radial Brembo, con potencia y muy buen tacto inicial.
Nuestra unidad de pruebas es la versión APRC, la siglas del paquete electrónico de Aprilia, que incluye uno de los mejores controles de tracción y anticaballito del momento.
Gracias a este sistema puedes explotar con tranquilidad el potencial del tetracilíndrico en V a 65º, que es mucho y es que ha rendido 157 CV en nuestro banco, tan solo tres menos que la RSV4 Factory. Los valores de par también están muy cerca de los de la superbike, con algo más de 10 kgm.
Como buena Aprilia tiene los tres modos de gestión del motor que te permiten variar la respuesta del motor, que es directa desde el primer golpe de gas tanto en S (sport) como en T (track). Lo único que se nota menos preciso que en las otras RSV4 es el tacto del acelerador electrónico al cerrarlo, ya que parece que tiene un ligero retardo. De todas formas el efecto es mínimo.
Cuando las condiciones lo permiten y puedes subir el motor de vueltas recibes, después de unos medios poco intimidantes, una potente patada que te lleva hasta el corte de encendido, situado 1.300 rpm antes que en la deportiva. Todo esto sucede acompañado por un enorme estruendo que emite el escape de la Tuono. Impresiona incluso cuando la arrancas...
Otra de sus virtudes es que con el cambio semiautomático las marchas suben solas. El «quickshifter» funciona muy bien a alto régimen, aunque es un poco lento por debajo de medio régimen. Pero lo mejor de la electrónica está en el ATC (Aprilia Traction Control), que es ahora mismo uno de los sistemas más rápidos y mejor conseguidos del mercado.
Tiene una gran velocidad de respuesta y su efecto es muy suave, de modo que una vez conoces sus reacciones puedes abrir gas con total confianza incluso en el nivel 2, de los 8 disponibles. El anticaballito también funciona de maravilla, así que el paquete APRC es muy recomendable por los 1.000 euros más que hay que pagar por él.
Esta moto pone muy alto el listón de las streetfighter y es que ya quisieran muchas deportivas tener sus cualidades....
Una de las principales innovaciones de Aprilia en los últimos modelos es el APRC (Aprilia Performance Ride Control), que incluye varios controles electrónicos. Entre ellos están el ATC (control de tracción), que mediante un módulo, con dos giróscopos y dos acelerómetros, es capaz de controlar con precisión el deslizamiento de la rueda trasera. Se complementa con el AWC (Aprilia Wheelie Control), que evita los caballitos en función del nivel elegido (tres posibles). El paquete termina con el sistema ALC (Aprilia Launch Control), para hacer salidas de MotoGP.