Cuerpo a cuerpo Kawasaki ZZR1400 - Suzuki GSX-R 1300 Hayabusa

Con una potencia bestial y unas prestaciones de escándalo como protagonistas, Kawasaki ZZR1400 y Suzuki Hayabusa 1300 nos trasportan, cada una a su manera, más allá del límite.

Óscar Pena. Fotos: Juan Sanz. Colabora: Pepe Burgaleta

Cuerpo a cuerpo Kawasaki ZZR1400 - Suzuki GSX-R 1300 Hayabusa
Cuerpo a cuerpo Kawasaki ZZR1400 - Suzuki GSX-R 1300 Hayabusa

Nos encontramos ante dos verdaderas «devoras» del tiempo y el espacio. Dos motos capaces de desarrollar unas cifras frente al cronómetro excepcionales, y trasladarte de un lado a otro con la máxima velocidad, confort, y seguridad. Por un lado, la estudiadísima y muy aerodinámica Hayabusa, que sigue imponiéndonos aún hoy día tras muchos años desde su primer lanzamiento allá por 1999. Y por otro, la remodelada ZZR1400, una moto realmente nueva que ha llegado este año cargada de tecnología además de ir propulsada por un motor descomunal. El más potente jamás fabricado para una moto de serie, que en nuestro banco Dinojet ha rendido 198 CV. ¡Ahí es nada!

Es por ello, que ambas monturas no son precisamente las motos más populares que puedas ver rodando por las carreteras, o mejor dicho, las más recomendables, dado el «acoso y derribo» al que estamos sometidos en términos de control de velocidad. Con cualquiera de las dos podrías perder tu carné sin ni siquiera cambiar a segunda velocidad. Pero tampoco tenemos que ir constantemente estrujando todo su potencial. Algo que, por otro lado, sería obviamente imposible. Basta con saber que está ahí, latente y siempre dispuesto para catapultarte al infinito y más allá con un solo golpe de gas.

Hayabusa 1300 y ZZR1400 son las últimas descendientes de la gran cantidad de «fast bikes» que proliferaron a principios del S XXI, y que tienen su origen en aquellas rapidísimas motos japonesas que pusieron sus ruedas en España a finales de los años 80 y principios de los 90. Pero ya no están. Muchas rivales han ido «cayendo» por el camino, en pro de otros segmentos más adecuados a los tiempos que corren. Sin embargo, ellas han mantenido esencialmente su estilo y filosofía. Hasta conservan las siglas que por entonces ya las hicieron objeto de culto.

La Suzuki es más deportiva a todos los niveles. Su aerodinámica está orientada a obtener los mejores resultados frente al viento, en detrimento incluso del confort. A sus mandos el piloto queda expuesto a una posición de conducción ciertamente agresiva, lo que le resta puntos a la hora de viajar, o hacer cualquier recado por la ciudad. A cambio, te compenetras con ella a la perfección en conducción deportiva. Su parte ciclo se desenvuelve como pez en el agua a altísima velocidad, y la rigidez y firmeza de su chasis y suspensiones recuerdan al de las superbike más radicales. Su peso, no obstante, la deja en clarísima desventaja frente a aquellas en cualquier ambiente. Los 244,6 kg verificados en vacío le pasan una gran factura en carreteras viradas, como también le ocurre a la ZZR y sus 248 kg. Sea como fuere, su pisada es demoledora, y la seguridad que transfiere al piloto cuando la aguja del velocímetro sobrepasa ampliamente las dos centenas, es única. Superior a la de la Kawasaki, que este mismo año ha sido actualizada con mejoras en chasis y basculante, además de novedosas asistencias electrónicas. La ZZR es más rápida frente al crono, aunque un poquito sí que flota. Eso sí, la de Akashi ofrece, como veremos, otras grandísimas ventajas que superan a la eficiente Hayabusa.

Agazapado bajo su cúpula, y con la mirada puesta varios cientos de metros en el horizonte, la muñeca derecha controla, a la vieja usanza, las posibles reacciones de la moto. No hay control de tracción, como sí ocurre en la ZZR1400, ni modernidades que puedan resolver un exceso de fogosidad a la salida de una curva. Sin embargo, está muy equilibrado y te permite aprovechar gran parte del potencial sin el menor peligro. Tan segura es en su parte delantera, con una horquilla sólida y sensible como ninguna y una potencia de frenado sensacional (aunque sin ABS ni opcionalmente), como aplicando sus 181 CV de potencia verificados al suelo. Si la superficie se pone peliaguda, al menos dispones de tres curvas de potencia fácilmente intercambiables mediante el sistema S-DMS implantado por Suzuki en sus otras deportivas, y así adaptar el potente propulsor a las circunstancias de la carretera, o a las de ti mismo. En la posición «A» despliega toda la potencia, en la «B» 172 CV, y en la «C» 126 CV.

… Llego en 20 minutos. Esta expresión, que acuñó un antiguo compañero de pruebas tiempo atrás al exaltar las grandes cualidades de una versión anterior de la actual ZZR1400, le sienta como un guante. Y es que, efectivamente, a lomos de la Kawasaki parece posible ser capaz de rodar por delante del mismo tiempo, de sobrepasarlo plácidamente acomodado sobre una indecente cantidad de caballos perfectamente adiestrados. Bueno, sabemos que esto es algo físicamente imposible, pero es que la moto de Akashi ofrece tales niveles de confort rodando a alta velocidad, y tan grandes cotas de fiabilidad, que sinceramente no parece pasar el tiempo, mientras lo hacen los kilómetros con una rapidez escandalosa. De todo esto es capaz la ZZR1400 llevándola hasta el extremo. Pero la moto de Akashi es capaz de ofrecerte muchísimo más. Circular a velocidades legales es posible sin llegar a convertirse en una pequeña tortura con el paso de las horas. Algo que sí te puede ocurrir en la Hayabusa. Esto es debido a su alto nivel de confort, al que acompaña un completísimo equipamiento. El asiento estilo «gran turismo», también acoge de mucho mejor grado al ocupante que su rival. La estudiada ergonomía, que te permite ejercer un buen control sobre la moto, sin tener por ello que sacrificar ningún punto de tu anatomía (como por ejemplo las cervicales), son aspectos fundamentales. También lo son su cúpula de mayores dimensiones, o los semimanillares más elevados. Es por todo ello que, aunque no se muestra tan rabiosamente eficaz rodando muy rápido, es claramente más polivalente. En realidad, la rival natural de la Hayabusa 1300 no es la ZZR1400, sino la extinta ZX-12R. Una de las tantas «fast bikes» ya desaparecidas.

Así las cosas, esta gran Kawasaki saca el máximo partido a un masivo chasis monocasco de aluminio, que acompañando con unas progresivas y suaves suspensiones. Un conjunto capaz de proporcionarte buenas satisfacciones en multitud de ambientes, no solo en las autopistas. Lo único es que hay que saber anticipar los movimientos y rodar con fluidez. Si lo haces de este modo, compensa perfectamente su carácter no tan deportivo, más si cabe cuando le sacas partido a su excelente sistema de control de tracción. Denominado KTRC, es regulable en tres posiciones, aparte de las dos curvas de potencia que ofrece al conductor (La «F» de -Full- con toda la potencia y la «L» de -Low- con 161 CV). Muy útil sobre firme en buen o mal estado, poco o muy adherente, facilita sobremanera el empleo del cuatro cilindros en línea, además de transmitir una elevada sensación de seguridad al conductor. Éste, cuando baja la vista, se topa con un cuadro de instrumentos digital y analógico realmente completo. Tanto como para dejar a la Hayabusa algo desfasada (la última versión llegó en 2008), en la que se ve como poco a poco por ella va pasando el tiempo. La información que ofrece es muy útil, y hace referencia no solo a los diferentes sistemas electrónicos, sino también, por ejemplo, al consumo a través de un ordenador de a bordo, a la temperatura ambiente, etc.

Nadie en su sano juicio se plantearía adquirir cualquiera de estas motos para tratar de desplegar todo su potencial, especialmente en carretera. Quizá los alemanes lo tengan más fácil gracias a sus tramos de autopista sin límite de velocidad. Sea como fuere, ahí están dos motores muy musculados para el deleite del personal. Sin duda, charlando con los amigos a mitad de ruta, en la imprescindible parada de avituallamiento, el dueño de cualquiera de nuestras dos protagonistas se sentirá el jinete del pura sangre más rápido. Uno con una fuerza tan descomunal que ninguno de su colegas es capaz siquiera de imaginar. Y no le faltará razón. Así, son 198 CV y 181 CV, para Kawasaki y Suzuki, respectivamente. Como ya hemos señalado, que en cada caso se reflejan en una aceleración de 0 a 100 km/h de 3,0 y 3,3 s, alcanzando los 200 km/h desde parado en tan solo 7,1 y 7,2 s. Pero eso no es nada si tenemos en cuenta las recuperaciones, pues ambas contendientes necesitan menos de 10 s para pasar de 60 a 160 km/h. Cifras sin duda de auténtica locura. Y en cuanto a las velocidades máximas alcanzadas, ambas son capaces de llegar, bajo unas condiciones favorables (esto es, mucha carretera por delante para correr sin necesidad de cortar gas ni un solo instante), a los 300 km/h. Unos valores todos ellos tan espectaculares como intimidantes.

Así las cosas, podemos llegar a varias conclusiones. Por una parte, hace falta madurez y experiencia para rodar sobre cualquiera de nuestras protagonistas. Tener conciencia de lo que pueden hacer tan ingente cantidad de caballos lleva su tiempo. Por otra, que la GSX-R 1300 Hayabusa gustará más a quienes deseen las sensaciones típicas de las motos deportivas puras, y sean capaces de renunciar a las buenas dosis de confort que sí ofrece la Kawasaki ZZR1400. Menos agresiva y efectiva, más moderna, práctica y válida en cualquier ambiente.