KTM Duke 200

La mires por donde la mires, al final apenas fijándote en la cilindrada que figura en el colín te darás cuenta de que no es la Duke 125. Esta 200 es idéntica a la pequeña, por lo que habrá que iniciar la marcha para apreciar diferencias.

Luis López. Fotos: Jaime de Diego

KTM Duke 200
KTM Duke 200

Así es. Comenzamos a rodar con la KTM Duke 200 y comprobamos que hay algo más que en la KTM Duke 125 al roscar el puño de gas. Ahora puedes ir de semáforo en semáforo enlazando marchas hasta sexta para desplazarte sin violar la ley, aprovechando el par extra que encontramos en la zona baja y media del cuentavueltas digital. Desde luego se nota el esfuerzo realizado en el monocilíndrico, con nuevo árbol de levas que actúa sobre cuatro válvulas de mayor tamaño y con menor rozamiento gracias a los nuevos empujadores, así como pistón «sobremedida»; el cigüeñal, junto con la caja del filtro de aire y el escape, también son de nueva factura. La labor en este punto es primordial, ya que se ha intentado esquivar el recorte de potencia que supone limitar el ruido del motor, con una aspiración eficiente y un sistema de escape discreto; en este sentido, la posición central del compacto silenciador permite equilibrar las masas y conseguir la máxima compacidad posible. Nada sobresale de la moto y apenas molesta circulando en el día a día entre obstáculos móviles…

La marca austríaca sabe muy bien cómo imprimir ese talante deportivo en todas sus motos, y esta KTM Duke no iba a ser ajena a ello. Si la KTM Duke 125 con casi la mitad de potencia resultaba puntiaguda y, en cierto modo, radical, esta KTM Duke 200 va un paso más allá siguiendo la misma senda, es decir, con las manos separadas entre sí y los pies bastante altos y retrasados. Con todo ello se consigue una posición claramente de ataque, lo que al final incita a pilotar con la sangre caliente… De hecho, si estiras cada marcha en salidas desde parado acabarás rodando a más velocidad de la conveniente en ciudad. Algo que afecta a la integridad de los puntos de tu carnet y los euros de tu cartera, porque en cuanto a la parte ciclo no encontrarás ni un solo problema. Las suspensiones, firmadas por WP, logran un buen compromiso entre confort y tacto deportivo, aunque el amortiguador resulta un poco brusco en baches serios. La horquilla, con barras de idéntico diámetro que la de la KTM RC8R, se adapta mejor al medio. En ella encontramos el anclaje radial para la pinza de cuatro pistones, cuyo mordiente es más que suficiente para detener un conjunto ligero por antonomasia; pero si combinas ambos frenos en detenciones de emergencia, resulta bastante fácil bloquear la rueda trasera. Mejor que sobre a que falte.

Lo poco que se le podía pedir extra a la KTM Duke 125 ya lo tenemos en esta KTM Duke 200: más bajos y medios para circular con garantías en ciudad, así como más potencia arriba para rodar en carretera con opciones a rebasar, aunque sea por poco, la velocidad máxima permitida en autovías en caso de tener que dejar atrás al repartidor de cervezas…

No nos servirá el carnet de coche, pero si tienes el de moto y buscas una ciudadana deportiva y ligera, la KTM Duke 200 es una opción interesante