Objetivo 100.000 kms: Suzuki GSX750F

Suzuki cambió el color de la GSX750F en 1990, y cuando y la vi por primera vez así vestida, de negro y gris, decidí que era mi moto, una fiel compañera con la que he vivido 100.000 sensaciones.

Antonio Gutiérrez Hernández

Objetivo 100.000 kms: Suzuki GSX750F
Objetivo 100.000 kms: Suzuki GSX750F

Hoy he decidido sentarme delante de mi ordenador, ya que quería compartir con vosotros esa alegría que nos entra a todos aquellos que, a la mínima que escapamos de nuestra rutina, montamos encima de nuestra máquina para devorar kilómetros. Al tiempo que éstos
suman en nuestros indicadores, no solo queda registrado un simple número, también un sueño cumplido, un recuerdo inolvidable, una sensación única. Hace poco, mi Suzuki GSX750F del 90 sumó 100.000 sensaciones.

Aquella Rieju

Quién me iba a decir a mí, hace 37 años, cuando yo tenía 12 y mi padre me enseñó a llevar la vieja Rieju de 3 marchas en el manillar que tenía para ir a trabajar, que el mundo de la moto iba formar parte en mi vida como lo ha hecho. Esas primeras experiencias me marcaron mucho. Fue en ese momento cuando comenzó una relación con el mundo de la moto que ni siquiera un accidente, con mi Punch Cobra, en el que por poco pierdo la pierna con 16 años de edad, fue capaz de romper. Qué máquina aquella Cobra TT, a la que le hacía hasta tres depósitos algunos días. No paraba ni a beber agua. Carretera y manta. Aun la conservo.

Pero realmente la máquina que ha hecho que hoy me dirija a vosotros es la que piloto ahora, mi GSX750 versión F que, como he dicho más arriba, ha cumplido 100.000 sensaciones conmigo. Un día, parado en un cruce a las afueras de Murcia, la vi pasar con unos colores que me llamaron la atención. Emprendí una persecución con mi coche hasta que paró el motorista y pude preguntarle si la había pintado él. Me contestó que era el nuevo color de ese año, 1990. Salí directo al concesionario a asegurarme de que quedaban más como
ésa. Sí, me cautivaron esos colores. La azul no me convencía, pero ésta sí. Después de mirar en el mercado de segunda mano y no convencerme ninguna en ese momento, en abril de 1990 me decidí a comprarla por ser el tipo de moto que se ceñía a mis proyectos de viajar en moto.

Como he dicho, además esos colores, fueron la chispa que me faltaba para lanzarme. Bueno, eso, y la relación de amistad que tenía con el concesionario Suzuki en Murcia, Francisco Belmonte. El mismo día salieron de él dos motos, la mía y la GSX750R de mi amigo Agustín, quien me insistía en que me comprara la R, pero yo no me veía en la deportiva. Lo mío era el mundo F. De hecho, era y es mi moto y lo sigo diciendo más de 20 años después. Cómoda posición de conducción para piloto y pasajero, admite equipaje y motor duro y fiable. Me lo demostró cuando con 21 años y 90.330 km encima, me llevó al GP de Assen pasando por Le Mans, Normandía, etc, 5.547 km sin un mínimo problema.  Precisamente ese viaje a las playas de Normandia y el GP de Assen con mi amigo Paco y su CBR1000F, fue la confi rmación de que me gusta viajar en moto y tengo pendientes algunos más por los Pirineos, los pasos de los Alpes, Dolomitas, Nurburgring… y el viaje soñado a Cabo Norte.

Mi primer viaje con ella fue a Jerez en 1992. Para mí el mejor sitio donde se disfruta de las el ambiente de moto, aunque ahora se ha cortado mucho, es en El Puerto de Santamaría y Jerez. Buenos ratos con los amigos que todos los años nos vemos en el GP de Jerez. Las carreras de SBK y del CEV de Albacete y Valencia tampoco me las he perdido, así como los últimos GP’s disputados en el Jarama, o los de Estoril 2007 y 2009. Ese año también estuve por segunda vez en Pingüinos.

Vale para todo

Volviendo a la moto, posiblemente no destaque en nada, como he leído a veces, pero te vale para todo: paseos, viajes, algún puertecito con respeto, admite maletas laterales, y hasta he hecho un cursillo de conducción en el circuito de Almería… Yo utilizo el baúl trasero y una bolsa sobredepósito; no te dificultan la conducción. Para el pasajero es muy cómoda dentro del tipo de moto que es.

Mi mejor acompañante, mi mujer, me ha seguido en algunos viajes: Jerez, Jarama, Valencia, Albacete y algunas salidas con la peña… A veces tengo que tocarla con la mano, porque parece que se haya bajado. Ni noto que la llevo. Después de ver los objetivos 100.000 km en vuestra revista, la cual compro asiduamente, la envidia sana me corroe, como en La Moto nº 248, en la que El Roxu, hablaba de los más de 1.000.000 km que lleva en moto, o cuando Emilio Scotto, nos contaba sus vueltas al mundo.

Disfruto con las sensaciones de cada lector que cuenta sus 100.000 km; es algo maravilloso de verdad y por eso os he enviado el mío. No os lo he dicho, pero soy comercial y ya llevo más de 2.100.000 km recorridos en coche y otros 145.000 km en motos, a mis 49 años. Mucha carretera, pero insisto, voy a seguir con mis viajes en moto. Por cierto, ahora que la crisis llega a casi todos los sectores, esta moto comprada de ocasión, es una buena y económica opción para poder disfrutar de viajes en moto; ahí queda dicho.