SYM Wolf 125i

Prueba de la SYM Wolf 125i. Un paso más hacia la consolidación de la marca taiwanesa en el mercado de las 125 de calidad –motor cuatro tiempos, inyección, buen chasis y componentes– y precio atractivo: 2.999 €.

Pere Casas. Fotos: Joan Carles Orengo

SYM Wolf 125i
SYM Wolf 125i

A muchos no les sonará Sanyang, el fabricante de las SYM, pero este grupo taiwanés con fábricas en cinco países es la propietaria de Hyundai.

Al hablar de automoción, hace algunos años citar un nombre oriental, pero no japonés, podía poner en guardia, pero los nuevos productos de SYM, como los de la casa madre, se basan totalmente en las tres premisas del grupo (respeto por el medio ambiente, estilo y tecnología).

En este sentido, sus motos apuestan por la fabricación «limpia», pero también por el máximo control de emisiones (inyección EFI, tratamiento cerámico de los cilindros, sistema VIP de admisión variable -para algunos scooter-, sistema de recuperación de gases e inyección de aire) y apostará pronto por la propulsión eléctrica.

Las claves de SYM son, además, un diseño europeo realizado en Italia, la calidad de manufactura y la tecnología propia de Taiwán y la incorporación de los mejores proveedores.

Estilo europeo… occidental

Las nuevas SYM son modernas y al gusto europeo, así que no debe extrañar que el nuevo Wolf 125i que nos ocupa, como lo tendrá una futura Wolf 250 en preparación, tenga un aspecto magnífico: líneas afiladas y deportivas, escape oval, llantas en espiral, guardabarros trasero con portamatrícula, intermitentes en blanco, faro delantero en flecha, luces posteriores por LED, cúpula sobre el cuadro de instrumentos, asa para el acompañante…

Pese a que SYM fabrica al 90% sus componentes, su calidad mejora con la adopción de piezas europeas (bomba de gasolina Continental) y norteamericanas (la inyección Synerject Orbital Deka IV), tienen buena calidad de soldaduras y ajuste de plásticos, y una correcta calidad de componentes como piñas, mandos e instrumentos.

En cuanto al equipamiento, la lista es larga: faro compuesto, cuadro mixto analógico-digital con información de reloj horario o voltímetro a elección, pantalla multifunción con cuentakilómetros total y parcial, indicador de mantenimiento, nivel de combustible, y gran cuentarrevoluciones. Añadamos una carrocería bien resuelta, pinzas de dos pistones delanteros, además de llantas de aleación de diseño peculiar y atractivo.
 

Primera impresión

La impresión favorable queda refrendada al pulsar el botón de arranque: la mecánica es suave y poco rumorosa, y su funcionamiento es regular y agradable.

El nivel de potencia es el lógico de una 125 de aire y pretensiones generalistas, pero su empuje resulta consistente incluso en marchas largas de modo que su paso es ágil y su dinamismo casa perfectamente con la diversión que un joven conductor esperaría de su aspecto.

Igualmente causa excelente impresión la solidez y estabilidad de su parte ciclo, cuyo comportamiento permite un manejo agresivo, aprovechando al máximo las posibilidades de su mecánica, sin problema ninguno de imprecisión de tren delantero o de falta de aplomo en curva.

Resulta ágil, sí, pero jamás quebradiza como algunas 125 cc fabricadas con menor rigor. Las suspensiones, de calidad comercial, son equilibradas y no resultan demasiado blandas, y también la frenada, si no especialmente brillante, resulta consistente y, sobre todo, progresiva.

En suma, la SYM Wolf 125i es una moto bien hecha y bien terminada. Llegará a 2.999 €. Podría ser, como reconocen sus importadores, más barata si hubieran renunciado a calidad de componentes en busca del mejor precio, pero SYM es una marca seria y con aspiraciones del mismo modo que lo es esta Wolf 125i.