Honda CBR 1000 RR C-ABS

Fiera domada. La Honda CBR 1000 RR adopta un novedoso sistema de frenada combinada con ABS electrónico denominado C-ABS, que hemos probado a fondo. Más segura en carretera, no deja de ser una bestia que mantiene intactas sus buenas cualidades en carrera y en circuito.

Oscar Pena Marín. Fotos: Juan Sanz

Honda CBR 1000 RR C-ABS
Honda CBR 1000 RR C-ABS

La Honda CBR 1000 RR experimentó una renovación completa el año pasado. De ser la superbike más polivalente pasó a ser una de las más extremas y efectivas en circuito, gracias a sus sobresalientes prestaciones, ligereza y eficacia de su parte ciclo. Y ahora, sólo un año después de esta importante evolución, los hombres de la marca del «ala dorada» nos sorprenden con el primer sistema de ABS desarrollado para una moto deportiva. Así, seguridad activa y prestaciones máximas se aproximan más que nunca.

Probamos el novedoso sistema por primera vez en el circuito de Losail, Qatar, hace apenas dos meses (ver número de MOTOCICLISMO 2.131), y ahora lo hacemos en carretera abierta. Como imaginábamos, en este ambiente la mejora es más que evidente, y la nueva CBR 1000 RR C-ABS es una fiera mucho más segura.

C-ABS
Técnicamente, Honda lo denomina sistema combinado de frenada electrónico C-ABS. La «C» viene de CBS, un sistema que se encarga de transferir la frenada de un tren a otro. Así, al frenar con la maneta se actúa sobre la rueda delantera, pero si se hace con contundencia la centralita entiende que ha de actuar también sobre el disco trasero. Detrás ocurre lo mismo, y al pisar el pedal se actúa sobre el freno delantero en función de la intensidad de la frenada. Mientras, el ABS actúa sólo en el preciso instante en el que los neumáticos van a comenzar a deslizar. A todo esto, hay que sumar otro medio de control. Y es que gracias al «brake by wire control», como lo denomina Honda, se evita el hundimiento de la rueda delantera y la consiguiente pérdida de control sobre la trasera. En la práctica, el C-ABS es tan efectivo y da tanta seguridad, que sin duda todas las motos deportivas acabarán teniendo una versión equipada con un sistema similar al desarrollado en primera instancia por Honda. En ciudad puedes frenar sobre un paso de cebra con contundencia y la moto ni se inmuta. Lo mismo podemos decir sobre asfalto húmedo o firme deslizante. Una gozada, porque además no percibes vibración alguna en la maneta y ninguna sensación de falta de seguridad sobre la rueda delantera. Hay que acostumbrarse a su particular comportamiento pero sólo en circuito, ya que en carretera si no realizas una conducción irracional por extrema, las sensaciones que transmite son como las de cualquier otra moto deportiva, incluida la versión sin C-ABS. Sin duda es una deportiva realmente equilibrada. En pista, con todo lo ágil que es la CBR 1000 RR, a veces no lo parece tanto porque permanece más plana de lo normal en las frenadas al no hundirse tanto su tren delantero. Y es que no se produce el cambio de geometría habitual. También pueden influir los 10 kg que pesa de más por todo el sistema, aunque en la práctica están muy bien repartidos por toda la moto. Es cuestión de acostumbrarse y adelantar ligeramente las maniobras para «ir por el sitio».

Salvando estas diferencias, el comportamiento de la CBR 1000 RR permanece inalterado. Sus suspensiones trabajan acertadamente y la estabilidad en zonas rápidas es soberbia, apoyándose en un motor pleno de potencia especialmente a partir de las 7000-8000 rpm. Lo mismo podemos decir del amortiguador de dirección HESD, que va escondido bajo el falso depósito de fibra, y que se regula automáticamente en función de las exigencias del tipo de conducción, asfalto, etc. Por otro lado, resaltar que el mordiente y tacto de sus frenos es excelente. No pienses que el ABS salta en una mera apurada de frenada… Es un ABS muy deportivo, y sólo al límite notarás cómo la rueda gira ligeramente mientras bombeas al máximo la maneta derecha o pisas con fuerza el pie derecho.

Otro ángulo: "La CBR 1000 RR sigue siendo la misma deportiva excelente, que ha demostrado ser tan rápida en circuito como neutra en carretera, pero su nuevo sistema de ABS la hace todavía mejor. El sistema se agradece especialmente en carretera, ya que no interfiere en tus demandas y mantiene la moto siempre equilibrada. Sus dimensiones son muy reducidas, algo que es útil en circuito y para los de talla media, pero que los más altos no disfrutarán tanto. Ágil, potente y bonita, poco más se le puede pedir". Sergio Romero

Suavidad Honda
Como el modelo sobre el que se sustenta, la CBR 1000 RR C-ABS destaca al tomar sus mandos por sus contenidas dimensiones, más cercanas a una 600 de hace unos años que a una 1000 cc, y por un tacto general muy agradable. La ausencia de vibraciones a prácticamente ningún régimen es otra de sus virtudes, así como unos acabados muy bien cuidados y un completo equipamiento (se echa de menos no obstante un marcador de marchas y un cronómetro en el cuadro de instrumentos). Las nuevas decoraciones, mucho más agresivas que las del año pasado (elegantes pero sosas), conectan a la perfección con el sonido poderoso y nada estruendoso de su motor, que es también algo rumoroso por debajo de las 5.000 rpm.

La posición de conducción es realmente deportiva. Muy adecuada en pista, aunque haya que acostumbrarse a la particular localización de sus estribos, no lo es tanto pensando en uso más rutero. En esas condiciones, el cuello y las rodillas sufren con el paso de los km, aunque donde se hace particularmente dura es ciudad. Pero claro, es que éste no es ni de lejos el ambiente para el que ha sido diseñada. En autopista el reducido frontal, que está pensado para ofrecer la mejor penetración aerodinámica tumbado, tampoco hace muchos favores al piloto si va «de paseo», aunque más sufre por no poder sacar a relucir las excelencias de la moto y por estar pendiente del tráfico y los radares que por otra cosa. En carretera rodando a ritmo rápido y moviéndote sobre la moto es una gozada y se agradecen sus reducidas dimensiones y la facilidad con la que te integras en el conjunto.

Es aquí, y dentro de un circuito sobre todo, donde mejor sacar partido y disfrutar de los 168 CV verificados en nuestro banco de su portentoso propulsor. Con unas prestaciones acordes a una superbike del S. XXI, destaca por la inmediatez con la que transmite la potencia y el par al asfalto. Por otro lado, el cambio es preciso y muy rápido, puedes cambiar de velocidad tantas veces como quieras deleitándote con el rugido del motor en cada operación. Además, no tienes que preocuparte de que se bloquee la rueda trasera porque su embrague se traga cualquier error o brusquedad en la reducción sin parpadear.

Conclusión
En definitiva, el C-ABS electrónico es un gran invento, que da mucha seguridad en carretera y al que hay que acostumbrarse por el particular comportamiento que confiere a la moto, y que sin duda marca un antes y un después en términos de seguridad para los amantes de las motos deportivas. Y para los más sibaritas y «carreristas», recordar que se puede incluso regular a través de la centralita del kit HRC (que también incluye un sistema de control de tracción), caso de que dirijas tu CBR 1000 RR C-ABS a la competición. Pero claro, eso ya es otro mundo…