Las NC (New Concept) aparecidas hace tres años supusieron un importante revulsivo en el segmento de las motos de media cilindrada. Ahora experimentan sensibles mejoras, tanto en su versión S como X, mientras que la tercera de la familia, la Integra, va un paso más allá con cambios en su diseño y otros componentes.
Para conocerlas más a fondo Honda nos congrego en una pequeña localidad cercana a Atenas, Grecia, donde en una amena excursión a orillas del mediterráneo las probamos bajo un cielo despejado. La Integra es una moto especial. Una fusión de estilos que trata de beneficiarse de lo mejor de dos mundos: el de la moto y el del maxiscooter. Ahora, con más cilindrada, 745 cc, una electrónica mejorada, y diversos retoques en otros aspectos no menos importantes, la hacen mejor moto, y se consolida como una alternativa real, diferente y atractiva frente a los actuales maxisccoter.
Dinámica
Su imagen cambia, y se vuelve más dinámica y deportiva. Además, y que es más importante, se rediseña toda la parte del cofre y la plataforma reposapiés, ganando hasta 80 mm a la altura de las piernas. Con ello los conductores alto nunca tendrán problemas de espacio. Para los bajitos, el nuevo asiento es más estrecho en su parte frontal, favoreciendo el momento de echar los pies al suelo. Así las cosas, ergonómicamente la integra mejora lo necesario. Mantiene la protección aerodinámica y la visibilidad sobresalientes, y la sensación de confort es notable tanto para el conductor como para el pasajero.
Por sus particularidades técnicas encontramos algunos condicionantes que son propios de este modelo. Por ejemplo, el acceso al puesto de mando ha de realizarse como en una moto, pasando la pierna por encima del asiento; y bajo el mismo, encontramos un hueco de capacidad de carga muy limitada. Otros detalles mejorados son las manetas de freno delantero y trasero regulables, o la presencia en el cuadro de instrumentos de un ordenador de abordo que informa acerca del consumo instantáneo y medio.
Por su parte, la NC750X también incorpora las mejoras del cuadro de instrumentos, y un nuevo tapizado de asiento, aunque mantiene la dureza del modelo primigenio. Quizá excesivo para largos desplazamientos. Su hueco en el falso depósito es genial, y alberga incluso un casco integral.
Más motor
Gracias a las mejoras introducidas en el bicilíndrico en paralelo de la Integra y NC750X, se supera a los modelos precedentes, que ya eran ejemplares en algunos aspectos. El aumento de cilindrada (670 cc a 745 cc), junto con una nueva y más avanzada gestión electrónica, suponen un aumento de la potencia y el par en toda la banda de utilización. También se suaviza ostensiblemente el funcionamiento del cambio automático de doble embrague DTC (Dual Clutch Transmission), montado de serie en el Integra y opcionalmente en la NC750X que tuvimos oportunidad de probar. Con todo, los cambios de velocidades son casi imperceptibles, ya sea subiendo o baja do marchas, y ya sea en cualquiera de sus dos modos automáticos («Drive» y «Sport»), o en el manual. Una mejora en general ostensible con respecto al modelo anterior.
Una vez «lanzado», las vibraciones que desprende el motor de dos cilindros quedan reducidas a menos de la mínima expresión, al haberse recurrido a un segundo eje de equilibrado bajo el cigüeñal. Un detalle para el máximo confort de marcha. Eso sí, permanece el llamativo «clonk» inicial, cuando, tras arrancar el vehículo y desde la posición de punto muerto, accionamos la caja de cambios y se engrana automáticamente la primera velocidad.
Todo ello, además, viene acompañado de una reducción del consumo de combustible, que ya era sobresaliente, y que queda en establecida según el fabricante en 3,4 litros de media a los 100 km. Para conseguirlo, se han modificado los desarrollos internos del cambio y se ha revisado la inyección.
Acción
Rodando a los mandos de la Integra rápidamente te adaptas a ella. Su bastidor le confiere una notable rigidez, mientras que las suspensiones, de tarado firme y con reglajes hidráulicos muy bien medidos y absorbentes, se permiten realizar todo tipo de conducciones. La NC750X exige algo más de adaptación, para luego ser ideal en desplazamientos interurbanos. En carretera saca a relucir algunas limitaciones, y la rueda delantera cuesta llegar a sentirla en conducción más viva.
Un detalle a considerar es que con sus mayores potencias, ya no son accesible para los conductores del A2. aunque a buen seguro Honda tendrá preparado en breve un kit de limitación. Las dos están disponibles en los concesionarios de la marca desde este mismo mes de febrero a precios atractivos. (8.999 € .el nuevo Integra -200 € más en su decoración especial-, y la NC750X ABS 7.499 € -8.299 € con DTC-).