Honda Varadero 125 FI

La Honda Varadero 125 es la trail bicilíndrica de la convalidación. No va a ser necesario que viajemos hasta Cuba para disfrutar de las magníficas playas de Varadero. La Honda Varadero 125, una bicilíndrica dotada de inyección, nos deleita con la suavidad y dulzura de un buen "ron añejo".

Oscar Pena | Fotos: Honda

Honda Varadero 125 FI
Honda Varadero 125 FI

Reconozco que la Honda Varadero 125 me sorprendió su tamaño cuando la vi aparcada en el garaje, de hecho pensé que se trataba de su hermana mayor, la Honda Transalp 700. Pero no, era la "pequeña" Honda Varadero 125. Fue mi compañero de fatigas, Guillermo Artola, quien me hizo ver su sentido. Yo mido 176 cm y no suelo tener excesivos problemas a la hora de “encajarme” en cualquier moto, sea de la cilindrada que sea, ahora bien, mi querido Willy debe rondar los 187 cm y me imagino lo que te tiene que ser para él subirse en una Honda CBR 125, por no salir de la marca, y ya no hablemos de aplanarse sobre su depósito, todo un guiño a los contorsionistas más aguerridos. Por lo tanto, el tamaño, en este caso, sí importa y esta Varadero cumple a la perfección su objetivo.

Es la tendencia actual y al final no habrá un solo fabricante que monte un motor alimentado por carburadores. Ahora le ha tocado al pequeño bicilíndrico en V a 90º refrigerado por agua de Honda, que ya conocemos de la Honda Shadow, modelo “custom” de la marca. Gracias al nuevo sistema de inyección PGM-FI, con toberas de 30 mm, se consigue una respuesta mucho más suave y lineal, haciendo que sea más agradable su uso cotidiano; además consigue superar con éxito la restrictiva norma sobre emisiones contaminantes Euro-3. Aunque es el más potente de su categoría, tendremos que tener en cuenta que estamos hablando de un bicilíndrico y eso supone tener que llevar el motor «alegre» para poder sacarle partido. Debido a esta característica, se muestra muy perezoso en regímenes
bajos,
de hecho por debajo de 6.000 rpm no obtendremos gran cosa, simplemente nos permitirá circular sin más. Tendremos que hacerlo funcionar por encima de 7.000 rpm si queremos circular con cierta soltura y esto conlleva un uso extenso del cambio que, dicho sea de paso, funciona a las mil maravillas, sorprende lo blandito que está el embrague, todo un placer dentro del atasco nuestro de cada día.

No sólo su interior ha sufrido cambios, externamente ha seguido la línea de sus hermanas mayores. El frontal tiene ahora un trazo más fi no y agresivo, sobre el cual se han montado los retrovisores. El doble faro tiene un inequívoco aire CBF y la moto, en líneas generales, es una copia a escala de la Honda Transalp. El cuadro de relojes también ha recibido un cambio sustancial, ahora es más moderno y agradable estéticamente. Dispone, por fin, de testigo de gasolina, antes había que cambiar manualmente a la reserva con la clásica llave de paso situada debajo del depósito de combustible. En cambio, sigue careciendo de señal de ráfagas y caballete central, que se ofrece como opción, así como la regulación de las manetas, tanto de freno como de embrague.

Agilidad campera

Para esta pequeña trail cualquier escenario es perfectamente válido si las pretensiones no son demasiado exigentes, su chasis permite hacer pequeñas diabluras, tanto en campo como en carretera y su manejabilidad está fuera de toda duda, haciendoque sea muy fácil de llevar en todo momento.

Las suspensiones, de largo recorrido y blandas, consiguen que los baches pasen prácticamente desapercibidos, transmitiendo gran confort de marcha. Los frenos cumplensin más, si bien son muy dosifi cables, algo de agradecer para el neófito. Como toda trail que se precie, la Varadero tiene una posición de conducción excelente, muy natural y confortable, ideal para hacer muchos kilómetros sin cansancio. Esto es aplicable también al pasajero que cuenta con un asiento muy logrado, es ancho y bien mullido, además no falta la típica joroba para evitar irse hacia el conductor. Los estribos van cubiertos de goma en ambos casos, si bien en los del pasajero se transmiten unas vibraciones que, según palabras de Paloma, nuestra sufrida pasajera, producen un agradable masaje en la planta del pie.

Sin rival

La Varadero debutó en 2001 y sufrió pequeñas modificaciones (faro y catalizadores) en 2004. Ahora los cambios son mayores para poder seguir estando a la última. Sin embargo  puede estar tranquila, carece de rival a la vista (la Yamaha TDM 125 dejó de fabricarse en 2002) y aunque pertenece a la élite debido a su precio, es una opción muy a tener en cuenta dentro del reñido mundo de las motos de 125.