Honda VFR 800 FI ABS

Bueno conocido. El concepto sport-turismo está intrínsecamente ligado a las siglas VFR. Tras dos décadas, es uno de los baluartes de la marca del "ala dorada", y sin duda, la actual versión reúne muchas y muy buenas cualidades dentro de los parámetros que dan sentido a esta categoría. Esta prueba pertenece a al comparativa "Primera clase" en la que se enfrentan la BMW K 1300 S, la Honda VFR 800 y la Triumph Sprint ST.

Motociclismo

Honda VFR 800 FI ABS
Honda VFR 800 FI ABS

En ciudad, en carretera o en autopista, sólo o en compañía, esta Honda otorga al conductor, y también al acompañante, un elevado confort. Para ello recurre a un ancho y mullido asiento y a unas suaves y progresivas suspensiones que absorben cualquier irregularidad, y también a una muy equilibrada posición de conducción. Ésta, con cierta orientación deportiva, no es nada forzada ni para piernas ni para brazos, y enseguida te sientes como en casa.

Al maniobrar en parado o a baja velocidad la VFR no se siente una ultraligera deportiva -sus 233 kg verificados en seco se dejan notar-, pero lo parece en comparación con sus rivales de hoy, mucho más torpes en este aspecto. También para eso es la de menor cilindrada, y sin duda en el día a día la moto japonesa es la opción más recomendable de las tres.

En cuanto al propulsor, el V4 a 90º es de respuesta muy suave y casi eléctrica a cualquier régimen de giro. Tanto que puedes llegar a echar de menos algo más de nervio sobre todo cuando se efectúa una conducción deportiva. La distribución variable se establece a partir de 6.500 rpm -pasas de usar 8 a 16 válvulas-, momento en el que percibes un cambio de sonido del motor de grave a agudo, y una agradable intención del mismo a subir de vueltas con rapidez. La caja de cambios de seis velocidades bien escalonadas es muy precisa y el tacto del embrague hidráulico muy agradable. El único pero que le podemos poner al robusto propulsor de Honda son las vibraciones que transmite al ir muy revolucionado. No son realmente molestas, pero el "palpitar" que se percibe sobre todo en los pies está ahí. Aunque bueno, las otras dos también vibran. Por otro lado, el consumo es algo elevado.
Circulando rápido su ancha cúpula y el afilado carenado ofrecen una buena protección aeodinámica, quedando completamente protegido a poco que te reclines sobre el depósito de combustible.

En carreteras de curvas y puertos de montaña la VFR es la más divertida por su mayor agilidad, aunque no la más efectiva por las menores prestaciones de su motor. Y es que el poderío del "cuatro en línea" de BMW es sensacional, sin olvidar a la Sprint ST y su gran comportamiento general. Las suspensiones son correctas y hay que acostumbrarse al Dual-CBS (actuando sobre la maneta se frena delante y detrás y viceversa al presionar el pedal derecho) porque modifica ligeramente el comportamiento.

Las rivales de esta moto en la comparativa son:

  • BMW K 1300 S
  • Triumph Sprint ST
     

Comparativa Sport-Turismo
PRIMERA CLASE
Si te gusta viajar cómodo, rápido y seguro, nada mejor que optar por una de las tres protagonistas de esta prueba. BMW K 1300 S, Honda VFR 800 FI y Triumph Sprint ST son además tres excelentes sport-turismo para disfrutar de la carretera en todas sus facetas.

Sigue leyendo la comparativa de la BMW K 1300 S, la Honda VFR 800 FI y la Triumph Sprint ST

BUENO CONOCIDO
El chasis de la VFR 800 FI es un doble viga de aluminio y el basculante un monobrazo fabricado en el mismo material. En el apartado suspensiones, se utiliza una horquilla convencional de 43 mm regulable en precarga de muelle y un amortiguador progresivo. Los frenos se confían a dos discos de 296 mm con pinzas de tres pistones delante y a uno de 256 detrás, además disponen de ABS y sistema combinado de frenada Dual CBS.