Kawasaki ZX-10R

Prueba a fondo de la Kawasaki ZX-10R. La nueva Kawasaki Ninja ZX-10R es astuta y despiadada. Una moto sobresaliente dentro y fuera de las pistas. Una ganadora nata.

Óscar Pena. Fotos: Juan Sanz

Kawasaki ZX-10R
Kawasaki ZX-10R

Kawasaki propone una inédita ZX-10R que supone un auténtico cambio de rumbo. En todo, absolutamente en todo, es superior a su predecesora, y en muchos aspectos se convierte sin duda en la referencia de su segmento, especialmente si la comparamos con las superbike que, como ella, provienen del país del «Sol Naciente». Y es que la nueva Ninja es extraordinariamente fácil de pilotar, muy manejable, ágil, estable y embriagadoramente potente cuando su futurista cuadro de instrumentos alcanza la zona roja y comienza a destellear…

Talla pequeña
Después de las grandes expectativas que había causado en su presentación internacional en Qatar hace unos meses, un poco empañadas después por el retraso en la producción y entrega de todas las unidades debido a un problema técnico, estábamos más que ansiosos por recibir la unidad de pruebas. Ese día llegó, y apenas estuvo en nuestras manos nos fuimos con ella directamente a Motorland Aragón, el circuito perfecto para testar a fondo la última «mil».

Pero antes, todavía en el parking de Motorpress-Ibérica en Madrid, lo primero que nos llamó la atención fue su tamaño ultra compacto y ligereza en parado. Chocante si la comparamos con la anterior ZX-10R, al punto de llevarla directamente a nuestra báscula para pesarla. El resultado, ¡9 kg menos! Para arrojar una cifra de 187 kg en vacío, sencillamente una «pasada». Además, es mucho más bajita, e incluso su posición de conducción es mucho más agradable porque te sientes más compenetrado con el conjunto. Es muy natural y deportiva, con un anchísimo depósito que no molesta para nada, y una distancia a los semimanillares perfecta. El espacio en el asiento es más que suficiente para moverse con total soltura y puestos a criticar algo, los estribos están «un pelo» adelantados, lo que obligarará a los más altos a adoptar una posición más forzada y requerirá un par de vueltas para adaptarse.

Bajo control
Una de las grandes expectativas generadas alrededor de la Ninja radica entorno a su nuevo motor, equipado para la ocasión con tres diferentes modos de potencia y también tres niveles de uso del control de tracción. El primero que se instala de serie en una moto japonesa. En nuestro banco ha rendido 178 CV en su modo «Full», lo que significa que es 6 CV más poderoso que el anterior.  A priori no parecen muchos, y con el propulsor bestial de la BMW como referencia, pero hay que destacar que ha mejorado mucho la entrega de potencia.

De un motor abrupto y difícil de dominar a medio régimen, que ponía en aprietos a la parte ciclo en algunas circunstancias, hemos pasado a una entrega más suave y accesible en la parte baja del cuentavueltas, para ser más agresivo después, cuando se acerca a la línea roja. Este cambio, apoyado por la seguridad y el buen hacer proporcionados por el control de tracción (en su posición 2 ó 1, pues en la 3 te frena mucho en circuito y es más para rodar en carretera), te permite pilotar con una confianza y una seguridad desconocida en su predecesora. Y así sin duda ganas en diversión y en reducción de los tiempos por vuelta. Y si además le sumas la mejora de la parte ciclo que veremos a continuación, la ganancia es clara.

Por otro lado, destacar que en el modo «Medium» la potencia no varía, pero si el tacto del gas, mientras que en el «Low» desarrolla una caballería de 117 CV verificados, y sin duda es conveniente escogerlo si no eres un experto o en circunstancias adversas, por ejemplo sobre mojado en carretera, asfalto en mal estado, en ciudad, etc.

Para terminar con el propulsor, señalar su total ausencia de vibraciones salvo a muy alto régimen de giro (que no molestan), y la adopción de un desarrollo interno del cambio larguísimo. Tanto que no es raro utilizar la primera velocidad en algunas zonas de Motorland Aragón, hasta donde fuimos para probar a fondo la Ninja. También en carretera o ciudad se aprecia, más si cabe, su primera «larguísima». Una vez más, Kawasaki pone de manifi esto las intenciones puramente deportivas de la ZX10-R, pues sin duda ha sido diseñado para que al acortar el desarrollo de la transmisión secundaria (algo habitual al adaptarla a cada circuito), la 2ª, 3ª y 4ª marchas estén más cerca unas de otras.

Peso pluma
La drástica reducción de peso, que la coloca como una de las referencias de su categoría, unido a su pequeño tamaño, a la nobleza de su nuevo chasis y a la eficacia de suspensiones, la convierten en una moto tremendamente ágil y efectiva en los cambios de dirección, sin detrimento de la estabilidad ni a la entrada de los virajes, ni en medio de la curva, independientemente de si ésta es muy lenta o muy rápida. Otra cosa es su precisión de dirección, muy buena en líneas generales, pero no de «tiralíneas» como en alguna de sus rivales.

Esta impresión a buen seguro mejoraría trabajando individualmente en la puesta a punto de la nueva horquilla Showa de tipo BPF (de pistón de gran diámetro), para adaptarla a tu estilo de conducción y a las particularidades del circuito. Y hablando de suspensiones, pensando en su uso en pista, al amortiguador de dirección le falta poder endurecerse un poquito más, pues viene con reglajes puramente de carretera.

La frenada es muy poderosa y no se fatiga, algo muy destacable tras un uso intensivo en pista. El único «pero» viene cuando, rodando «a saco» durante un rato, ralentizas un poco la marcha, o paras unos instantes. Entonces los frenos se enfrían y la maneta aumenta considerablemente su recorrido. Un par de frenadas y vuelve a coger presión para continuar con la acción.

Un escalón superior
La nueva Kawasaki ZX-10R se sitúa como referencia entre las motos deportivas japonesas, si nos atenemos a su elevada potencia, equilibrada parte ciclo, ligero peso, y completo equipamiento, con el importante extra del control de tracción y del ABS (nuestra unidad no lo traía pero en Qatar dio muestras de un sobresaliente comportamiento). Todo esto la convierten una moto tremendamente eficaz y excitante. ¿Será capaz de destronar a la BMW S 1000 RR? No es la única en liza, y muy pronto lo sabremos.