Prueba de la Triumph Scrambler 900

Triumph ha introducido retoques en su bella Scrambler 900 para recordarnos que es un modelo que sigue muy vivo. Su estampa rememora a la Triumph TR6C de 1969 y hace que los más nostálgicos soñemos al contemplarla.

Texto: Víctor Gancedo. Fotos: Lluís Llurba

Prueba de la Triumph Scrambler 900
Prueba de la Triumph Scrambler 900

Nadie puede poner en duda que las distintas integrantes que forman la numerosa saga Bonneville de Triumph poseen un gran atractivo. Bonneville, Bonneville T100, Thruxton, Scrambler, Speedmaster y América comparten mecánica bicilíndrica de 860 cc, pero cada una posee un estilo propio que le otorga una orientación distinta. La verdad es que todas tienen su encanto y cada una cuenta con su público, pero quizá hay una que destaca sobre el resto al no tener parangón en el mercado. Esta no es otra que la Scrambler, la variante off road de la familia, que comparte base con la T100, pero que se diferencia por montar neumáticos mixtos, un manillar más alto y ancho, fuelles en la horquilla, además de un muy especial y llamativo sistema de escape con dos salidas independientes y sobreelevadas por el lado derecho. Además, desde este año también se distingue por haber incorporado un protector de los bajos realizado en aluminio y un asiento más ergonómico, con los laterales de formas suavizadas. Debido a estos retoques y a que no pasaba por nuestro garaje desde 2006 (cuando todavía montaba carburadores en lugar de inyección electrónica), hemos considerado oportuno hacer esta prueba de la bella Scrambler. Y la hemos complementado con tres preparaciones procedentes de distintos puntos de nuestra geografía, que nos demuestran las posibilidades de personalización con las que cuenta este modelo de Triumph.

Término Scrambler

Para bautizar a la moto de estas páginas, la firma inglesa Triumph recuperó en 2006 un término que se hizo muy popular en la década de los años 60 del siglo pasado. En esa época no existía la especialización, ni tampoco la diversificación de la que podemos disfrutar en la actualidad. Entonces había que buscarse la vida para adaptar las motos a distintas tendencias. Una de las que cobró más fuerza en aquella época fue la bautizada como Scrambler. Esta englobaba a las motos de carretera que habían sido aligeradas y preparadas para lo que entonces se llamaba todoterreno. Para ello se montaban neumáticos de tacos, un sistema de escape sobreelevado para librarlo de posibles golpes y un manillar más ancho para facilitar el control. Además, se quitaban elementos superfluos con el fin de restar peso al máximo. Viendo la popularidad que había alcanzado esta tendencia, algunas marcas reaccionaron y Triumph presentó en 1969 la TR6C, fuente de inspiración para crear la Scrambler de estas páginas y que derivo de la tiger TR6.

Por el clasicismo de las líneas y la sencillez, no deja de sorprender que una moto actual inspirada en otra de hace 45 años posea un magnetismo tan grande y sea el centro de atención allá por donde pase. La Scrambler 900 es muy llamativa y provoca curiosidad. Su impresionante sistema de escape cromado, la lograda decoración bicolor de su carrocería o los logotipos en relieve de los laterales del depósito, despiertan mucha admiración.

Acción

Por funcionamiento no tiene secretos. Su motor es elástico y tranquilo al mismo tiempo, con cierto carácter desde bajo régimen gracias al desfase de 270º entre las muñequillas de sus bielas. Funciona con suavidad y el accionamiento de su caja de cambios es muy correcto. A pesar de sus 234 kg verificados con gasolina, en ciudad se desenvuelve con soltura gracias a una dirección con un gran ángulo de giro y a unas medidas contenidas. Si es verdad que hay que prestar atención al escape en las paradas, pero en invierno se puede agradecer el calor que desprende.

Dentro de sus limitaciones, en curvas es divertida, con un motor que empuja de manera constante y un parte ciclo que se muestra sólida. A pesar de su simpleza, las suspensiones son eficaces y el equipo de frenos, con un solo disco delantero, posee una capacidad de frenada más que aceptable.

Por su diseño desnudo y por los 59 CV que declara conviene no abusar de vías rápidas, aunque también hay que señalar que a ritmos legales se circula sin problemas, con una posición de conducción relajada y registrando unos consumos en torno a los 5 litros/100 km. Siempre que no busquemos dificultades añadidas, también hay que tener en cuenta que permite dar paseos por pistas gracias a los neumáticos Bridgestone Trail Wing que monta de serie, y de este modo emular a Steve McQueen cuando en 1964 participó con una Triumph en los ISDE de Alemania del Este

Conclusión

La Scrambler 900 es una moto bonita y y llamativa como pocas. Además, su funcionamiento está muy logrado, con una suavidad que contrasta con el clasicismo de su diseño. Está claro que se trata de una moto moderna muy bien camuflada bajo un aspecto vintage. También nos llama la atención por su equilibrio y polivalencia, permitiéndonos disfrutar en cualquier ambiente, incluso por pistas de tierra, siempre que seamos conscientes que es una moto sencilla en todos los aspectos, tanto en lo que respecta a su conducción, como en lo referente a su equipamiento. Por este último motivo, quizá llama la atención su precio, algo más elevado de lo que nos gustaría (9.995 euros).