Walz Hardcore Cycle

Tortícolis. Puede que hayas tenido una moto con la que despertabas a tus vecinos. Tal vez tuviste otra con la que corrías más que nadie de tu barrio. A lo mejor tu moto era la más cara de tu ciudad. Lo que nunca tuviste, reconócelo, es una moto que provocara tortícolis en el resto de la humanidad…

Guillermo Artola. Fotos: Juan Sanz. Colaboran: Carlos y Sara Bringas

Walz Hardcore Cycle
Walz Hardcore Cycle

La moto que ves en las fotos de esta toma de contacto es única. Para hablar de ella vamos a empezar contando unas batallitas sobre su creador, Marcus Walz. Marcus es un alemán que estudió ingeniería mecánica y que en los años ’80 fue un destacado piloto de motocross en su campeonato nacional. Consiguió puestos apreciables, se forjó una carrera prometedora, y en la última prueba de la temporada ’90, unos dientes de titanio para el resto de sus días.

Un desgraciado accidente en el que frenó con la cara le rompió la mandíbula en varios trozos y casi la totalidad de los dientes y ahí se acabó su carrera deportiva. Empezó entonces una actividad profesional en la que sus ingeniosos diseños y su habilidad constructiva se destinaba a los automóviles americanos tipo Camaro, Firebird, Mustang, etc., entre otras cosas porque se había prometido a sí mismo no volver a acercarse a nada con dos ruedas y motor. El calentón le duró poco, y sólo tres años después de su retirada de la competición empezó a crear las motos que le han dado fama en el universo custom, que le han hecho un hueco entre los aficionados americanos (lo más difícil de conseguir en este particular mundillo), y así nació la marca que ya tiene 15 años, un montón de motos en su libro de registro y un nombre que inspira respeto en todo el que sabe algo de esto: Walz Hardcore Cycles.

Oro parece
Antes de empezar a escribir sobre esta moto he intentado, como es lógico en un artefacto tan extraño y difícil de clasificar, ponerme en contacto con Marcus, que está de vacaciones y, ¡oh furias divinas!, parece capaz de sobrevivir sin responder a mis preguntas y conversar un rato conmigo. Después de estudiar a conciencia el caso y preguntar a un entendido de verdad en este tipo de preparaciones (Adolfo Calles, de la tienda Bonneville, C/ General Álvarez de Castro, 23, 28010, Madrid, telf. 915 944 410), hemos llegado a la certeza de que no se trata de una Hardcore. Es una preparación de un alemán o un holandés, probablemente, que ha sabido fijarse en un buen modelo para copiar, pero que no llega a los estándares de calidad que el preparador de Hockenheim exhibe en todas sus creaciones. Ahora no me extraña el silencio con el que Marcus contesta a mis correos electrónicos. Si ha visto la foto sólo habrá podido contener la rabia porque no me tenía delante, pero seguramente le parece un sacrilegio que confundamos esta moto con una de sus «hijas». Vaya, que no es Hardcore todo lo que lo parece

Aún así
Aún así, algo puedo contarte sobre cómo está hecha y lo que guarda en sus entrañas, y a eso vamos. El origen de todo es un motor Big Twin de 1.340 cc, concretamente extraído de una Fat Boy, pero que ha sufrido muchas transformaciones de importancia. Ha sido sobredimensionado en sus cotas internas para llegar a los 1.800 cc y la potencia declarada debe rondar los 130 CV. Un carburador común a los dos cilindros y dotado de bombas de aceleración se encarga de la entrada de aire y gasolina, y unos escapes relativamente toscos de la salida tras la combustión. Tanto las culatas como la caja de cambio están firmadas por MP, que debe ser un preparador centroeuropeo relativamente conocido (hubiera dicho, al menos hasta este momento, que todo el que es algo en cualquier actividad tiene una página web, pero este MP no cumple con esta afirmación…). Bien, el mencionado manitas, o bien quien le contrató la preparación de motor y realizó el resto de la moto ha utilizado un bastidor que se parece bastante al Grand Prix de Hardcore pero que, lo has adivinado, no es un Hardcore. Otro tanto ocurre con la horquilla, que imita casi a la perfección a la Hardcore 3D, pero no es la original. El faro delantero quiere asemejarse al Snake de la marca alemana, pero no lo es, y esto es una constante con cada elemento de nuestra protagonista. Las llantas son Rick’s Classic Steve pintadas de negro, y coinciden en el fabricante con las que pueblan el catálogo de Walz, pero no están dentro de éste. Los frenos son PM de seis pistones con discos de 330 mm delante y perimetral detrás. Depósito hecho a mano y manillar probablemente Big Boys Toys de 30 mm y que aloja en su interior los latiguillos de freno delantero y del embrague hidráulico (el cable del gas se queda fuera). Muy curiosa la suspensión trasera, con un basculante monobrazo construido con dos tubos de sección redonda y asistido por un sistema neumático que se gobierna, en su nivel de inflado, con un compresor eléctrico incluido en la propia moto. Así puedes regular la altura y la carrera de la suspensión trasera, lo que tiene una relativa influencia en su funcionamiento, como veremos después.

Si no quieres…
Si no quieres que la gente te mire cuando circulas por la calle, ésta no es tu moto. La unión de escándalo del ruido de escape y de estampa espectacular hace que vayas «rompiendo cuellos» por donde pasas, pero eso sí, no puedes deleitarte demasiado en el efecto hipnótico que tiene porque tienes que ir pendiente de conducirla, que no es fácil. En las paradas debes tener cuidado para no quemarte la pierna derecha con el escape y para no rozarte la pantorrilla izquierda con la correa primaria de tres pulgadas, que va a al aire.
Una vez que sales a la carretera y la velocidad aumenta mejora la sensación de seguridad, pero en cuanto pasas de 100 km/h comienza una sensación justamente contraria que no me he atrevido a corroborar. No quise que la moto sin nombre fuera mi última unidad, y mantuve siempre las distancias, pero te puedo asegurar que no está pensada para hacer curvas a alta velocidad porque el desfase de medidas entre ruedas lo impide. Eso sí, serías el rey de cualquier concentración custom con una «main street» como existe en Sturgis o en Daytona, porque circulando recto no vas a tener problemas de estabilidad (aumenta el efecto tiralíneas cuando bajas la suspensión trasera, como si le hiciera falta con ese lanzamiento). La única pega para este cometido, si tiene alguna, es su condición aparentemente irrenunciable de monoplaza, porque cuando triunfes con la chica más espectacular de la concentración deberás mandarla a tu casa en un taxi o con un amigo. Si el recorrido tiene curvas… ¡no dejes que vaya en su scooter o va a tener que esperarte…!

Como en un italiano
En fin, que si te ha gustado y sabes para lo que quieres una moto así de espectacular, ponte en contacto con nosotros porque creo que no tardaríamos en convencer al dueño actual para que te la venda. Como en un restaurante italiano, todo sería cuestión de pasta…