Vuelve a la palestra la Yamaha Ténéré en MOTO VERDE con la prueba de una de las transformaciones nacidas sobre la base del modelo World Raid y con la incorporación de dos de los “kits” desarrollados por GYTR (Genuine Yamaha Tecnology Racing), su departamento de piezas especiales.
Es lo que ahora se lleva entre los usuarios de las motos trail: "cebarlas" de piezas para "engordarlas" con el ánimo de tener más "peso específico" y disfrutar de una mayor bravura en su respuesta y sentir la moto mejor "plantada" para ir más deprisa, pero, sobre todo, con mayor seguridad.
Detalle importante cuando hablamos de tener bajo control a doscientos kilos y tener que domarlos y someterlos. Como si fuese al estilo de un rodeo, con técnica y con mejores herramientas, mejor se efectúa la doma y el control de la caballería.
Kits GYTR
Os recordamos, pues ya lo hicimos hace unos meses con otra prueba de la Ténéré 700 GYTR en Marruecos, que la transformación del modelo World Raid en moto de más prestaciones la podéis ejecutar en 3 niveles, de menos a más, optando por algunos de los 3 kits disponibles que ofrece Yamaha en sus concesionarios como piezas originales.
Tres conjuntos de piezas entrelazados entre ellos, que son acumulativos y que van en escalado de piezas. Orientadas a las mejoras de prestaciones de motor y, sobre todo de la parte ciclo hasta el peldaño final que llega a convertir la Ténéré en una moto de rally raid de carreras cliente.
Kit Performance (4.895 € + IVA): Mejora el motor con escape Akrapovic de titanio, caja de filtro de aire más grande, con soporte de fibra de carbono y filtro de espuma. Tapa de embrague, más estrecha que la de serie y con acceso rápido para cambiar discos. También tiene la ECU Stage 1 que aporta 9 CV extra de potencia. Se incluyen estriberas rally de titanio, más anchas y grandes.
Kit Handling (10.904 € + IVA): La parte ciclo gana estabilidad y manejabilidad. Incluye llantas Haan con aros Takasago Excel, más estrechas que las de serie para montar mousse; kit de frenos Brembo con 1 disco delante de 300 mm, de 267 mm el trasero; cadena reforzada con corona de 46 dientes (2 menos que de serie); guardabarros alto; radiador de aceite y kit de refrigeración con protector del radiador; suspensiones regulables con horquilla Kayaba de 48 mm y amortiguador Paioli; amortiguador de dirección Scott; y la ECU Stage 2 -ABS no activo por los frenos diferentes-.
Kit Rally (7.587 + IVA): Piezas para tener una moto rally raid. Incluye depósito de combustible de gran capacidad delantero y trasero (37,6 litros, en total) con bomba de gasolina e interruptor de manejo de las bombas; araña e instrumentación adaptada para la instalación de instrumentos de navegación y road book; testigos luminosos; cúpula alta; asiento, manillar y manetas rally; cubercárter y protectores de carbono; cubremanetas; adhesivos con imagen de la moto de carreras oficial en la Africa Eco Race...
Te puedes dedicar a cambiar todo en el nivel que tu bolsillo esté dispuesto a invertir y con la compra impulsiva vas a disfrutar el momento. Es una situación y sensación que ya conocemos mucho entre los usuarios de las motos trail, sobre todo, pues este tipo de monturas, diseñadas para rodar bien en dos tipos de terrenos diferentes, tierra y asfalto, siempre tienen un punto medio en sus reglajes que te pueden parecer mejorables según el uso al que le des prioridad.
Especialmente si vas a llevar tu Ténéré más por campo, la parte a modificar como prioridad es la suspensión. No es que el material KYB sea malo, lo es que su reglaje es muy conservador y generalista, pensado para rodar en ritmo de aventura más que para ritmo rápido. Por lo que, en el momento que te vuelves eufórico le sacas los colores, sobre todo si te da por levantar las ruedas del suelo y empezar a volar en los saltos.
Confidencia
La confianza y la seguridad son dos sentimientos importantes al pilotar una moto, más aún si estamos con una montura de peso, con sus 200 kilos. No sentir que la moto se descontrola algo en las frenadas fuertes o que la dirección cimbrea con zigzagueos en las zonas rápidas resulta importante para ir a ritmo.
La forma en la que el tren delantero pisa y siente el terreno vale su precio en oro y, sin duda, la incorporación de la horquilla Kayaba con barras de 48 transforma por completo a la Ténéré. La hace "fuerte", sólida y precisa, aunque eso signifique perder confort de uso de la moto, además de elevarla en altura con su notable aumento de recorrido hasta los 230 mm.
Primero hay que decir que, aunque sea un tópico, resulta importante dedicarles tiempo a los reglajes. Digo esto porque sois muchos los que ponéis la horquilla y a rodar, sin más. Y ya no digo si hablamos del amortiguador, en el que dedicarle un momento a medir el sag es algo que pocos hacéis, a no ser que la llevéis a un preparador de suspensión y os lo haga. Los parámetros previos nos hacen que "la verdad" asome o se quede agazapada. Más sencillo que hacer la tabla de multiplicar del 1 es pensar lo que quieres y, así, optar por reglajes.
La horquilla KYB reporta claramente un tarado mucho más sólido y de superior rigidez que la estándar de 43 mm. Puede que al principio a alguno le resulte extraña, e incluso incómoda, pero eso solo es a baja velocidad, pues pasando el tiempo, y según aumentamos el ritmo ya encuentras el beneficio que aporta. Especialmente en compresión con un recorrido muy progresivo y un hundimiento muy lineal.
En recta se percibe la ganancia de confianza, en el paso por zona rota más, con absorción de los impactos, pero con tacto y sin rebote excesivo. Y en cuanto frenamos fuerte, la moto gana estabilidad de frenada y no se descompone, por eso te "busca" para que ataques más y apures en mayor medida las retenciones.
Empiezas a encontrarte cómodo con ella al poco tiempo pues si ya la moto de serie transmite confianza, con esta suspensión, más aún. Y me quedo con el equilibrio que regala entre compresión y extensión, sin estresar y sin ponerte entre la espada y la pared.
No se trata tanto de ir a por la décima de segundo en el crono en tu ruta como de cubrir kilómetros con menos "décimas de segundo" de sustos. Y si saltas, esto se incrementa pues la Ténéré no se hunde en las recepciones y, al inicio del vuelo, despega con rectitud y enfocada con la acción de la rueda delantera.
Entereza
La parte delantera también se beneficia del aplomo extra que otorga el amortiguador de dirección Scott. Siempre me pasa lo mismo que, de primeras, no me gusta, pues frena bastante la dirección, y cuando vas por zonas lentas, por sendas o espacios revirados, pues te parece pesada la moto del tren delantero.
Basta con poner un reglaje más suave en el amortiguador para eliminar esa sensación y, fundamentalmente, en pistas es cuando agradecemos su trabajo con la fijeza que le reporta al tren delantero. Si nunca montaste uno de ellos, vas a sentir un especial motivo para ir más deprisa y dejar a la Ténéré que muestre su lado más agresivo de "potra salvaje".
E incluso te deja sorprenderte porque la tienes muy por la mano y, tú mismo, sientes cómo el ritmo de tu rodar ha ido en aumento. Eso sí, no te pases con mucho reglaje de dureza porque en el momento en el que necesites la dirección para girar te vas a encontrar un manillar "soldado" que no cambia de trazada, así que, como en todo, lo mejor es comenzar regulando con mesura e ir probando.
El tiempo de test es importante y no debes menoscabarlo antes de buscar tus límites. Mismo tiempo para regular el amortiguador, en este caso un componente de Paioli, marca bien conocida, pero más por sus horquillas, que ahora se revitaliza con amortiguadores como el de esta Ténéré. Buen trabajo hace el Paioli si bien su reglaje general se siente duro y en lo rizado o roto me gustaría un poco más de tacto.
Pero, resulta cierto, que asienta de más el tren posterior y "llena el vacío" de firmeza que añoramos en el amortiguador de serie. "Sana que sana", la Ténéré, te ayuda a olvidar el rebote excesivo del tren trasero o tener momentos de confusión sobre lo que hace la rueda trasera. "Na de na" en cuanto a movimientos de descontrol y menos aún a ritmo rápido y en los saltos.
Menos confort
Asentada, recepciona los vuelos y soporta los 200 kilos de masa en el impacto con el suelo con entereza. Aunque eso no favorece nada nuestra comodidad, pero no se pueden tener las dos cosas y, por eso, esta GYTR es menos cómoda que la de serie. Pero miras las escenas de otra manera y las pasas con determinación, supliendo algo tu posible falta de técnica, aunque esta nunca se debe subestimar y menos con una trail. No os penséis que porque Pol Tarrés haga lo que hace el mérito sea todo de la moto y ella, por sí solita, os vaya a dejar hacer lo mismo que Pol. En la moto, sea cual sea la actividad que hagamos, sin técnica, “na de na”.
Pero sí que ayuda a esta suspensión a ganar "calidad como piloto" y sube el "mambo" para hacerlo fácil. Un ritmo más "hard" llega casi sin querer y deja darle duro, aunque la dureza sea lo que notamos y las muñecas se resientan con el paso de los kilómetros.
Dureza que se siente igualmente en el asiento de la moto, muy sólido, y además, más alto que el de serie pues, con la suspensión, la Ténéré sube bastante. Unido a la anchura del sillín se hace complejo posar los pies en el suelo, incluso para una talla de 1,85 como la mía.
Cuidado, sobre todo, la ir a parar y en zonas lentas, de sendas o veredas en las que, de vez en cuando, haya que poner pies. Pies que van súper bien asentados en los estribos anchos con una plataforma bien amplia sobre la que las plantas de las botas pisan sólidamente y en las que ganamos control de la moto y confort, sobre todo al ir erguidos de pie.
La posición de conducción queda así perfeccionado encontrado el manillar de serie que sigue siendo estrecho, bueno para off road pues aporta confianza y dejar pasar bien en las zonas estrechas. No lo es tan cómodo si haces kilómetros por carretera, al menos para mí, pues me gusta más ancho para tener una posición algo más relajada de los antebrazos y de los hombros, sin tanta tensión. Ah, si podéis, ponedle unos puños de espuma que tengan más confort para las palmas de las manos si os hacéis rutas largas, pues absorben más las vibraciones.
Calma
De todos los componentes que lleva esta GYTR, tras la suspensión, me quedo con el disco de freno delantero. Gran potencia y, además, un componente menos expuesto a golpes al dejarlo en monodisco, bajando también el peso de la masa rotante. Eso sí, habría que mejorar el tacto, algo esponjoso para mí, quizás falto de un simple purgado. Sobre todo, además de potencia de retención, ganamos consistencia sin tendencia a posible fading o desfallecimiento. No necesitamos nada más y ya tienes todo para ir deprisa con estas mejoras.
Pero además responde mejor el motor con la llegada de piezas como el silenciador Akrapovic o el montaje del colector sin el catalizador, subiendo la potencia por encima de los 70 caballos cifra no conseguida con la moto de serie que siempre se nos ha quedado en nuestro banco Dynojet por debajo de esta cifra.
Sigue siendo una potencia buena para una moto campera y endurera, la gran baza que ha tenido siempre la Ténéré para el off road, la de ser una "enduro" grande más que una maxi trail al uso, con un motor de 689 cc muy resolutiva, sin ayuda alguna de electrónica para su control, ni modos de motor ni control de tracción, únicamente el ABS y porque se debe montar por "ley" que, si no, ni eso.
El sistema ABS, por cierto, se puede desconectar y que se apaga de cómoda bastante fácil mediante el mando de ruleta que encontramos en la piña de mando derecha, visualizando en la pantalla la opción escogida. Una instrumentación que sigue siendo escueta con lo necesario para poder hacer rutas camperas y sin necesidad de nada más.
Con las piezas GYTR pasas de ser "ateo" a tener "creencia" en la moto y tiene cierto efecto milagroso la monta de estas piezas en la respuesta de la moto para tener espiritualidad y confianza plena en ella. La confianza que ganas es la base para pilotar la Ténéré de forma mucho más racing y deportiva que es lo que pretende Yamaha con todas las piezas GYTR que propone. Y que es base de pensar en la importante inversión de dinero que pide la monta de estas piezas.
La mejora la notas desde el primer momento y así "escuece" menos el gasto de euros que has realizado. Y si refuerzas la imagen de la moto con el kit de adhesivos que ofrece el kit GYTR, más aún. Con un pequeño apunte al respecto: cuida mucho el pegado de las pegatinas, sobre todo en las zonas curvas del depósito, usando bien de calor con la pistola de calentamiento para que el material se amolde bien. Si no sabes, que te lo haga un especialista, pues te puede quedar como un churro de rugoso y retorcido.
Entiendo la incógnita que podáis tener muchos en cuanto a gastar o no para equipar a vuestra Ténéré. Las dudas de montar otra suspensión o preparar la que lleva de serie, o la de mejorar el motor, los frenos… Resulta evidente que solo vosotros tenéis respuesta a esta duda sobre todo en relación con el presupuesto disponible o incluso del que no se dispone. Lo que sí os aseguro que vas a disfrutar del momento con tu moto de forma más efectiva y con más confianza/seguridad y que no vas a querer que el tiempo se acabe rodando con ella.
Desde luego si haces mucho off road, si cubres rutas kilométricas de uso intenso y si te metes en ciertos líos en tus aventuras, vas a tener una mejor Ténéré con estas piezas GYTR, que te llevará a más aventura y a más eficacia de pilotaje.
Ganando aplomo, agilidad y algo de manejabilidad al bajar algunos kilos el peso de la moto.
Puedo asegurar que a mí me ha emocionado el corazón esta Ténéré y hasta ha calmado un poco mi ansia de tener obsesión en hacer cosas fuera de la norma con una moto trail. La GYTR te incita a darle zapatilla y conquistar a su modo las pistas, con una versión de moto llena de detalles que hacen que rodemos con mucha más rotundidad. Así que, si tenías ganas de kilómetros con la moto de serie, tendrás más aún con ésta y te verás rodando deprisa con tranquilidad y con entereza, sin enemistad con la moto y con mucha rotundidad en su respuesta.
¿Kits o piezas?
La posibilidad de transformar la Ténéré WR pasa por adquirir los kits completos o por hacerlo comprando sólo las piezas GYTR que consideras necesitas o ajustas la compra al presupuesto que quieres gastar. Hay elementos que son muy interesantes como el monodisco delantero flotante de 300 mm, que reemplaza los dos estándar de 282 mm, que va acompañado de otro latiguillo de freno. Solución que aligera el tren delantero y ganar mordiente de frenada, con mayor resistencia al fading.
Otra cosa a cambiar es la tapa del embrague que estrecha mucho el lateral derecho, muy ancho de serie. Además, coloca la leva más adelantada y, así se gana ergonomía y movilidad del piloto, teniendo mejor acceso al embrague para su reparación. La realidad es que hay mucho para montar y para gastar.
La suma de los dos kits instalados en esta unidad es de 19.116,79 euros, que sube a los 23.386 euros + IVA, además de las aproximadamente 50 horas de mano de obra de montaje, si montas los tres kits. A eso hay que sumarle lo que cuesta la Yamaha Ténéré 700 World Rally (14.299 €) o de la World Raid (13.099 €).
Es decir, puedes llegar a invertir 28 mil euros de piezas y catorce mil de moto, que sumados son un total 42 mil euros. ¡Dinero y otras cosas para las buenas ocasiones, sin dudarlo! Sabiendo que son piezas que puedes vender, y recuperar dinero, si decides deshacerte de la moto.
Conclusión
En cuestión de inversión cada uno sabes cómo y cuanto puede gastar, y que balance hace entre lo invertido y el beneficio que ello reporta. No cabe duda que todas las piezas GYTR disponibles mejorar el componente que reemplazan y con ellas se consigue una destacada mejora dinámica de la moto aunque, insisto, por encima de poder ir más rápido me quedo con que rodamos con más seguridad, gracias a una parte ciclo que resulta más racing.
Valoración
- Motor: 9
- Cambio: 9
- Embrague: 9
- Arranque: 10
- Suspensión delantera: 9,5
- Suspensión trasera: 9,5
- Freno delantero: 9
- Freno trasero: 9
- Estabilidad: 9
- Manejabilidad: 9
- Posición de conducción: 9
- Acabados: 9
- Accesibilidad mecánica: 8,5
- Media: 9
