Yamaha Tricity 300, precio, prueba y primeras impresiones

El Yamaha Tricity 300 era el modelo que faltaba en la gama de la forma de los diapasones para cubrir su gama de vehículos de tres ruedas, un triciclo que puede conducirse con el carnet B de automóvil abriendo la posibilidad de conducirlo al gran público.

PEPE BURGALETA

Yamaha Tricity 300, precio, prueba y primeras impresiones
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La posibilidad de conducir triciclos derivados de scooter de media cilindrada con el carnet de coche abrió una puerta hace años por la que cada vez más fabricantes están entrando, y Yamaha lo hace a lo grande con su nuevo Yamaha Tricity 300 en un mercado dominado por Piaggio con sus MP3 de diversas cilindradas, y en el que hay otros contendientes como Peugeot con su Metropolis o Qooder con su QV3.

El Yamaya Tricity 300 cuesta 7.999 euros

Hay que señalar que el segmentos de los tres ruedas de tipo L5e es un tanto especial. Se trata de vehículos apoyados en tres puntos, pero cuyo funcionamiento realmente es similar al de una moto convencional. En las curvas hay que inclinarlos y sus reacciones son básicamente las mismas. Sin embargo, para conseguirlo necesitan una tecnología particular.

Yamaha Tricity 300, precio, prueba y primeras impresiones

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Patentes

Cada fabricante ha tenido que desarrollar una tecnología particular para lograr que estos triciclos se inclinen en las curvas con naturalidad, y el Yamaha Tricity 300 no es ajeno a ello, aunque contaba con la ventaja de poder emplear la que ya estaba siendo utilizada en el Yamaha Tricity 125 y en la Yamaha Niken, dos modelos de diferente categoría y orientación.

A partir de una cilindrada los tres ruedas tienen que contar con complementos.

Una diferencia importante, no obstante, entre el Yamaya Tricity 300 y sus hermanos es que en la categoría media en la que se mueve es necesario contar con una serie de aditamentos que el usuario exige a partir de un cierto nivel de cilindrada, como es el caso del bloqueo de la inclinación cuando el triciclo está parado. Este sistema no está presente en sus hermanos, pero ha sido incorporado al nuevo modelo.

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Llenado el hueco

Hay que señalar que Yamaha es la única marca japonesa que de momento se ha interesado en un sector que todavía es marginal en el mundo del scooter, que es el más cercano al que se puede asimilar. Se venden alrededor de 20.000 unidades al año en Europa en un mercado bastante estable. En España, su peso no llega al 3%, pero tiene una incidencia superior a la media en algunas ciudades, y especialmente en Madrid.

La Yamaha Niken es una moto muy especial con más de 100 CV.

Yamaha tenía hasta ahora realmente sólo un modelo en este panorama, el Yamaha Tricity 125, que tiene un 16% del mercado. Sin embargo, los gustos del consumidor han derivado hacia modelos de mayor cilindrada y prestaciones. También tiene en su catálogo la Yamaha Niken, pero se trata de un triciclo muy especial dotado del motor de tres cilindros CP3 de la marca con más de 100 CV, que no puede conducirse con el carnet de coche.

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La gran liga

Era un tanto extraño que Yamaha no jugase en el gran terreno de ventas, que son precisamente las cilindradas comprendidas entre los 250 cc y el medio litro. Y más si tenemos en cuenta que no era algo difícil para ella teniendo en cuenta que Yamaha ya tenía la tecnología necesaria para el tren delantero y toda una gama de scooter Premium sobre los que basar su triciclo.

Yamaha ha tenido que desarrollar un sistema de bloqueo de la inclinación.

El único condicionante era desarrollar un sistema de bloqueo de la inclinación cuando el Yamaha Tricity 300 estuviese parado, algo que tampoco suponía un problema para una empresa con la tecnología de Yamaha, y que era imprescindible porque el cliente lo exige en modelos de esta cilindrada y superiores.

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Un corto camino

El Yamaha Tricity 300 apareció por primera vez como un prototipo en el salón de Milán de 2018. Era un modelo decorado con luces LED y algunos otros detalles prototipos y de Show Bike, pero claramente ya se vislumbraba que lo que había debajo era un modelo hecho y derecho, que sólo necesitaba cambiar de estatus.

El Yamaha Tricity 300 apareció como prototipo en 2018.

Dicho y hecho, un año más tarde, en la misma cita, el Yamaha Tricity 300 era presentado en su versión definitiva prácticamente sin cambios respecto al visto previamente. Obviamente se trataba de un modelo basado en los que la firma ya tiene en el mercado, y con el mismo sistema de tren delantero.

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Doble horquilla

El sistema de tren delantero que utiliza el Yamaha Tricity 300 es el mismo de sus hermanas. Las ruedas delanteras están soportadas cada una por una pareja de barras telescópicas, situadas una detrás de otra y con el eje de la rueda entre ellas. De esta manera se evita que la rueda pueda girar loca como la de un carrito de supermercado.

Las horquillas están en el interior para reducir la anchura.

Aunque cada rueda tiene esta pareja de sistemas telescópicos, en realidad sólo el trasero se encarga de la suspensión y tiene en su interior un muelle y un sistema hidráulico. La delantera sirve de guía y está hueca con el fin de ahorrar peso. En el Yamaha Tricity 300 están colocados en el interior de las ruedas para disminuir la anchura de un vehículo eminentemente ciudadano.

Yamaha Tricity 300, precio, prueba y primeras impresiones

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Paralelogramo

Para lograr que el Yamaha Tricity 300 se pueda inclinar manteniendo el paralelismo de las ruedas delanteras, se ha creado un sistema con un paralelogramo deformable, que es el mismo que ya ha demostrado su buen funcionamiento en el Yamaha Tricity 125 y en la Yamaha Niken, formado por dos vigas de aluminio bastante robustas.

La rueda del interior de la curva gira más que la del exterior.

El sistema se cierra con unos tirantes de dirección que funcionan como los de los automóviles con un paralelogramo de tipo Ackerman que permite que al girar el manillar, la rueda que va por el interior de la curva mire más hacía el interior para adaptarse al menor radio de la curva que tiene que trazar respecto a la que va por el exterior.

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Base de éxito

Una vez que el Yamaha Tricity 300 tenía solucionado la gran diferencia respecto a un scooter convencional, sólo quedaba añadir un sistema que impidiese la inclinación cuando se encuentra parado para evitar tener que estar sujetándolo en los semáforos y facilitar las maniobras en parado, así como el trabajo con el caballete central.

En el Yamaha Tricity 300 se ha instalado un inmovilizador de inclinación.

La solución ha sido bastante simple, sencillamente se ha incorporado un freno de disco al sistema de paralelogramos del Yamaha Tricity 300, que bloquea su movimiento e impide la inclinación. Funciona con un cable, que a su vez es accionado con un servo eléctrico. Se conecta desde la piña izquierda y se desconecta desde ella, al superar los 10 km/h, o las 2.500 rpm,

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Plataforma conocida

La zona delantera es realmente la única que necesitaba un diseño especial, pero dejando a un lado los componentes del tren delantero y la zona de la pipa del chasis que tiene que anclarlos, el Yamaha Tricity 300 no se tiene que separar de un scooter convencional, y en este sentido Yamaha tiene un amplio catálogo en el que escoger.

La plataforma del Yamaha XMAX 300 ha servido como base.

La solución elegida para el Yamaha Tricity 300 ha sido emplear una plataforma bien conocida y de funcionamiento comprobado, como es la del Yamaha X-MAX 300, uno de los modelos de más éxito de su categoría y además con un diseño muy reciente. Realmente él es el que compone el vehículo en su parte central y trasera, incluyendo motor, transmisión y suspensión trasera.

Yamaha Tricity 300, precio, prueba y primeras impresiones

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Gama media

El propulsor del Yamaha Tricity 300 es uno de los de más renombre en su categoría, dotado de refrigeración líquida y una moderna culata de cuatro válvulas. La potencia máxima es 28 CV, perfecta para un vehículo de uso eminentemente ciudadano, pero, que incluye una electrónica moderna con un sistema de control de tracción que se puede desconectar.

Yamaha ha apostado en el Tricity 300 por un funcionamiento suave.

Es cierto que el mercado en la actualidad está plagado de modelos un poco más grandes, con cilindradas que rondan los 350-400 cc, pero Yamaha ha apostado por la simplicidad y por un funcionamiento suave y controlable. Se podía haber elegido un motor mayor, pero lo que estaba claro es que Yamaha no tenía la intención de lanzar un TMAX en versión tres ruedas, al menos de momento.

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Sin experiencia

Con la experiencia ya adquirida en el resto de sus modelos, Yamaha ha sabido cumplir su objetivo, creando un Yamaha Tricity 300 que amplía enormemente las posibilidades del original Yamaha Tricity 125 cc, pero que sigue siendo igualmente transparente en su manejo. Cualquier persona, por poca experiencia que tenga se siente cómoda sobre él desde un principio, porque nada resulta extraño y todo es suave y controlable.

El Yamaha Tricity 300 cuenta con un amplio equipamiento.

Teniendo en cuenta el público al que va dirigido, no sólo urbano, sino además con una cierta edad y una alta demanda de calidad, también ha sido dotado del equipamiento necesario. Tiene un gran hueco bajo el asiento con capacidad hasta para dos cascos integrales, pantalla de protección con tres versiones de altura, freno de estacionamiento, llave electrónica y apertura por botones del asiento y el depósito de gasolina.

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Confort de marcha

Realmente el único momento en el que el Yamaha Tricity 300 se siente diferente a una moto es el momento en que está detenido, pero la incorporación del sistema de anulación de la inclinación, permite olvidarte de esta situación. Con una cierta experiencia puedes llegar a controlarlo para no tener que poner los pies en suelo en las paradas en ningún momento, pero inicialmente simplemente las apoyas un instante antes de activarlo.

El Yamaha Tricity 300 aumenta la seguridad con sus tres puntos de apoyo.

El funcionamiento totalmente automático del Yamaha Tricity 300 se combina con su ausencia de vibraciones molestas y un motor y una transmisión suave y continua, perfecta para todos aquellos que quieran un vehículo de transporte urbano, con posibilidades de salir de los núcleos urbanos y con la seguridad que ofrecen sus tres puntos de apoyo en las curvas y sobre terrenos de baja adherencia.

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Sideral

La estética se ha convertido en una de las claves del éxito de cualquier vehículo y la del Yamaha Tricity 300 no deja indiferente. La parte delantera es ancha por la presencia de las ruedas gemelas, pero se ha logrado una imagen muy moderna con las ópticas formando una doble V. La zaga recuerda alguna versión del TMAX, mientras lateralmente está clara la inspiración de los modelos más deportivos de Yamaha.

Con el Yamaha Tricity 300 puedes circular por encima de las velocidades legales.

Todas las ópticas son LED y el cuadro digital, con parte de la información seleccionable desde la piña izquierda. De este modo hemos podido comprobar que de marcador es capaz de llanear a unos 140 km/h, que reales, siguiendo el error de sus hermanos de dos ruedas, serán unos 130 km/h. El consumo no llega a los cuatro litros, lo que teniendo en cuenta que pesa casi 240 kg y que la parte delantera, aunque aerodinámica, tiene su anchura, es un gran dato.

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Natural

La clave del éxito de estos vehículos LMW (Leaning Multi Wheel), es que cuando estés encima de ellos, especialmente una vez que se ponen en movimiento, no notes que no tienen dos ruedas, o casi. Yamaha ya lo había conseguido y no ha tenido más que aplicar la misma técnica. En marcha la dirección del Yamaha Tricity 300 es bastante rápida, con una inclinación natural que te permite afrontar las curvas con la seguridad de los dos puntos de apoyo delanteros y el agarre extra, pero sin efectos extraños, la moto se inclina con naturalidad hasta llegar a rozar con el caballete y con las suspensiones trabajando en todo momento.

El Yamaha Tricity 300 tiene dos manetas y un pedal de freno.

El sistema de frenada tiene tres entradas, la maneta derecha que acciona los discos delanteros, la izquierda que pone en funcionamiento todo el sistema y un pedal que también se hace cargo de los tres discos. Con toda esta fontanería, el sistema ABS y el peso, la verdad es que hay que apretar con decisión si quieres detener el Tricity con contundencia.

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Más allá de la ciudad

En cualquier caso, aunque puedes divertirte como lo hicimos nosotros en trazados de curvas tan célebres como la carretera de Tossa de Mar a Sant Feliu de Guixois, el verdadero sentido del nuevo Tricity es la ciudad y sus accesos, y en esta tarea es la que aplica su naturalidad de manejo, su buena agilidad y su equipamiento, para convertirse en un perfecto vehículo utilitario con el que sortear los atascos con la máxima seguridad en cualquier condición del terreno.

Hay tres packs accesorios para aumentar su s opciones deportivas, turísticas y ciudadanas.

Yamaha ha cubierto el hueco que existía en su gama de tres ruedas, y con el Tricity 300 planta cara en el gran mercado de media cilindrada, en el que Piaggio con sus MP3 es un líder afianzado. Al modelo japonés, fabricado en Francia, no le falta nada, porque ya integra el inmovilizador de inclinación. Es un triciclo de calidad, con la base sólida del XMAX 300 y un buen equipamiento de serie, que se puede ampliar con los accesorios de sus tres kits opcionales que incluyen pantallas, baúl, y aditamentos estéticos entre otros componentes.