La tranquilidad dura hasta el parte de la BBC en el desayuno. Vuelve a anunciar fuertes lluvias, esta vez durante tres días. La XT me lleva rápidamente al siguiente crucero hacia Lewis, la isla más septentrional de las Hébridas. Es una zona vasta, escasamente poblada, con colinas ondulantes bajo nubes cambiantes, pantanos, estanques y caminos rectos que intentan llegar al horizonte. Se vuelve más plana al norte, no hay nada más que la turbe. Aquí y allá unas pocas ovejas y casas que irradian pobreza. Qué diferente se ve la ciudad de Stornoway con sus hermosos edificios victorianos del rico periodo del auge del arenque, árboles gruesos, incluso algunos cafés.
Avisos de lluvia
El Loch Seaforth, que es el buque insignia de Calmac, ya está esperando en el muelle. El ferry cruza el mar a 19 nudos, dejándome de nuevo en Gran Bretaña, en Ullapool. Aquí es donde comienza una de las rutas más espectaculares de la costa oeste alrededor de la península de Assynt. Es un ambiente montañoso en su máxima expresión. La pista de un sentido serpentea alrededor de altas montaña como Suilven y Stac Pollaidh, a las que se llega a través de lugares increíbles como Lochinver o Drumbeg y luego se lanza en locas subidas y curvas como las de la carretera B 869. Tienes una permanente sonrisa garantizada. Los pinos de Caledonia crecen en el lago Assynt, y las ruinas del castillo de Ardvreck se extienden en una península del lago preparadas para que las fotografíes. Desde aquí hay solo 60 kilómetros hasta la costa norte en Durness, pero tengo el aviso de lluvias en mi cabeza y prefiero darle caña a la XT y pasar al sur, hasta Applecross.
Allí puedo esperar un par de días. Café, desayuno y tartas, ya sabes. Estoy en el único punto de Europa en el que llueve, pero lo hace a conciencia, 80 milímetros de agua cada día. En casa tendría que esperar meses para acumularla. Y los ciclistas que llegan a Applecross atravesando el puerto de 626 metros de altitud de Bealach-na-Bo me comentan que se han comido tormentas, lluvia horizontal y una visibilidad nula allá arriba.

Cuando subo al puerto al día siguiente, el mundo vuelve a ser diferente. Sin viento, unas pocas nubes con aspecto de ovejas se dirigen hacia el Este. La panorámica en el aire cristalino se extiende hasta las Hébridas. Luego, más allá del castillo más famoso del país, Eilean Donan, la Ténéré se encamina conmigo hacia Fort William, a los pies de Ben Nevis, el pico más alto de Gran Bretaña con 1.344 metros, también el lugar más lluvioso con cinco metros de lluvia por año.
Los 75 kilómetros del West Highland Railway hasta Mallaig comienzan en Fort William. "¿Y qué?", preguntarán aquellos que no son fanáticos de Harry Potter. En verano, un tren "The Jacobite" recorre todos los días la ruta, arrastrado por una potente locomotora de vapor de dos cilindros. Cuando vas tras ella en la ladera de Glenfinnan te encuentras en medio de una experiencia óptica y acústica muy especial debido a esa máquina de vapor, igual que hace 60 años. Ya sabemos que los británicos aman sus tradiciones.

Las condiciones climáticas van a peor, y en estas circunstancias, ir en moto es tan molesto como la nube de vapor que se crea en la llovizna. El pronóstico del tiempo deja poco espacio a la esperanza. El verano escocés no es esta vez precisamente bueno, y realmente solo me queda una opción: cancelar el viaje. A veces el tiempo simplemente no lo permite.
Elige el momento
La mejor época para viajar a esta zona de Escocia es entre mayo y septiembre. Los mosquitos, más bien moscas que muerden y chupan sangre, aparecen sobre todo partir de mediados de junio, y los turistas desde principios de julio. La costa oeste de Escocia es una de las regiones más lluviosas de Europa. El promedio anual de lo que cae aquí es de alrededor de 2.000 mm. En la costa este es de solo 750 mm. Sin embargo, son raros los períodos largos de mal tiempo, y es más frecuente el clima típico costero con una sucesión de lluvia y cielo nuboso. El verano de 2018 fue extremadamente seco en Escocia, pero el verano el de 2019 fue inusualmente húmedo.

Hay diferentes opciones para llegar hasta allí. La compañía DFDS Seaways te ofrece el viaje en ferry nocturno desde Amsterdam a Newcastle (www.dfds.com). Desde allí solo te quedan dos horas para llegar a Escocia. Los precios de los billetes varían según el día del viaje. También hay un ferry nocturno desde Rotterdam a Hull, a saber, el P&O (www.poferries.com). Si prefieres cruzar toda Inglaterra puedes tomar los ferrys que salen desde el Cantábrico hasta el Sur de la Isla, los que lo hacen desde Bretaña, los clásicos transbordadores del canal, de Dunkerque a Dover, o viajar en tren a través del Eurotúnel.
Hay muchas guías para viajeros: DuMont, 448 páginas, 24,99 euros; Lonely Planet, 556 páginas, 25 euros. También hay buenos mapas disponibles, por ejemplo, el de: Michelin 501, 1:400 000, 9 euros; Marco Polo, 1:300,000, 10 euros. Información en Internet en: www.visitscotland.com, www.scotland.org, www.scottish-at-heart.com, www.scotlandinfo.eu, www.dfds.com o www.calmac.co.uk
Para alojarte, hay más de 300 campings, desde parques para caravanas muy básicos, hasta otros de cinco estrellas. El rango de precios va de 10 a 20 libras. Los "bed and breakfast" (B&B) son muy populares y están muy generalizados, a veces incluso compartiendo estancia con miembros de la familia. Los precios están entre 30 y 50 libras por persona y noche. Incluso en las zonas más remotas, hay señales que indican los B & B. Además, puedes optar por las numerosas posadas y hoteles para pasar la noche.