Marco Melandri como agua de ‘Macho' y Xavi Forés como ilusión independiente

El doblete del italiano abre un escenario novedoso y el valenciano despierta a todo un país.

Nacho González

Marco Melandri como agua de ‘Macho' y Xavi Forés como ilusión independiente
Marco Melandri como agua de ‘Macho' y Xavi Forés como ilusión independiente

Que levante la mano quien esperase el doblete de Marco Melandri en la ronda inaugural del Mundial de Superbike 2018. ¿Nadie? Seguramente ni el propio piloto italiano confiase en salir de Phillip Island con 50 puntos, 17 de ventaja en la general y un récord histórico en el bolsillo.

WSBK: LA ISLA DE MARCO… Y XAVI

Hace apenas un año, Marco Melandri volvía del ostracismo tras su medio año con Aprilia en MotoGP, donde se dejó llevar por la desidia y parecía enterrar su carrera deportiva. Sin embargo, y cuando todos esperaban que el Aruba.it Ducati optase por un joven italiano para reemplazar al decepcionante Davide Giugliano, el elegido fue el veterano Melandri.

En un retorno muy parecido al de Valentino Rossi a Yamaha en 2013, Melandri acabó el pasado 2017 en la cuarta posición de la general con una sola victoria. Salvo contadas excepciones, no lograba exprimir la Ducati Panigale como su compañero Chaz Davies, lo que supuso bastantes críticas a lo largo del año.

Aun así, el equipo decidió renovarle para este 2018, una extensión de contrato que también fue controvertida, tanto por su rendimiento como por su edad. Ha tardado un fin de semana en borrar todas las críticas de un plumazo. Dos carreras, dos victorias. En solitario y en grupo.

En la primera, supo leer la carrera a la perfección y aprovechó los problemas de neumáticos de Jonathan Rea para lanzar un único ataque sobre Tom Sykes, que tras haber recuperado su eficacia a una vuelta en la Superpole, volvía a desinflarse a final de carrera y no pudo responder al de Ravena, que entraba en meta victorioso.

Una victoria que le convertía en el décimo piloto mayor de 35 años en ganar una carrera en el Mundial de Superbike, el primero en más de un lustro desde que lo hicieran sus otrora rivales Max Biaggi y Carlos Checa en la temporada 2012. Además, suponía su cuarto triunfo en Phillip Island en cuatro categorías distintas: 125cc (1999), 250cc (2002), MotoGP (2006) y Superbike (2018).

Seguro que hubo quien pensó que su triunfo había sido un cúmulo de casualidades, con un Davies tocado y un Rea sufriendo para acabar. Sin embargo, si quedó alguna duda el sábado, las disipó por completo el domingo, donde de nuevo realizó una gestión perfecta de la carrera, esta vez en un grupo que durante la primera mitad de carrera era de casi una decena de unidades.

Dejó pasar las vueltas y el cambio de neumáticos, viendo después del mismo a Davies irse al suelo cuando lideraba. Había que controlar los riesgos y eso fue exactamente lo que hizo: se quitó de encima a Sykes y se acercó sigilosamente a Jonathan Rea, que había dejado el peso de la carrera al español Xavi Forés.

Enfiló la última vuelta con el mayor reto que puede tener un piloto en el paradigma actual del campeonato: superar y batir a Rea. El norirlandés tenía la carrera donde la quería, pero él también. El campeón no dejó un solo hueco en todo el giro, pero Melandri no lo necesitaba: le bastaba con mantenerse relativamente cerca y dejar que el motor de la Panigale hiciera el resto para vencer por 51 milésimas.

El doblete de ‘Macho’ (léase en italiano como algo parecido a 'mayo') llegó como agua de ídem. Para él, para Ducati y para el Mundial de Superbike. No será muy ortodoxo, pero parece que funciona la limitación reglamentaria para impedir otro paseo de Rea que, eso sí, sigue siendo el favorito indiscutible al título.

Cuatro acompañantes distintos tuvo Melandri en el podio. En ambas carreras, se vio escoltado por una Kawasaki y por otra Ducati. En la primera Sykes y Davies; en la segunda Rea y Forés. Los tres pilotos que le precedieron en 2017… y el privado que más de una vez le sacó los colores.

En el año en el que el WorldSBK ha decidido crear una clasificación de independientes, Forés ha lanzado un mensaje: su lucha es con los oficiales, y su fin de semana en Phillip Island ha logrado ilusionar a todo un país.

Un país que domina MotoGP pero que lleva años con un papel secundario en Superbike. Después de que Carlos Checa completase el sueño que acarició Rubén Xaus, no ha llegado el relevo. Toni Elías quiso serlo, pero un proyecto dudoso truncó sus esperanzas. Jordi Torres también se postuló, pero Aprilia dejó el campeonato y desde entonces busca una moto a la altura.

Mientras, el valenciano Xavi Forés buscaba su oportunidad lejos de los focos. España, Portugal y Alemania se habían rendido a su talento y Ducati le hizo hueco en el Barni Racing. Noveno en 2016 –con podio en Lausitzring- y séptimo en 2017, este año le ha bastado un fin de semana para ilusionar a España y a cualquiera que se deje llevar por el romanticismo de los pilotos independientes, todo a la vez.

Más problemas tuvieron los otros dos tercios de la armada española: el catalán Jordi Torres, que salía con ocho puntos tras pinchar en la primera carrera y ser octavo en la segunda; con siete puntos para el cántabro Román Ramos (14º y 11º).

WSS: YAMAHA 4, SOFUOGLU 0

Ya durante los test de pretemporada se veía venir el dominio de Yamaha en el Mundial de Supersport 2018, con Kenan Sofuoglu como única alternativa de plenas garantías. Una lucha desigual entre la BluCru y el pentacampeón que en Phillip Island acabó con un póquer de Yamaha, que metió en el podio a tres pilotos de tres equipos.

No tuvo rival Lucas Mahias, que lideró de inicio a fin y sin fisuras; dejando a sus compañeros de marca luchando por escoltarle en el podio. En el podio, dos pilotos que vuelven a sonreír: vestido de amarillo, Randy Krummenacher se ha reencontrado con la felicidad de hace dos temporadas; y Sandro Cortese parece haber encontrado su sitio. Compuesto y sin podio se quedó el oficial Federico Caricasulo, batido en la misma línea de meta.

Aunque, sin duda, el gran derrotado fue Kenan Sofuoglu. Tocado tras una dura caída, el turco se vino abajo al final de la carrera y apenas pudo ser 13º, lo que un año más le hace empezar la temporada con el pie cambiado. Al final, la primera marca por detrás de las Yamaha no fue Kawasaki, ni Honda ni MV Agusta: fue Triumph con la quinta posición de Luke Stapleford. El español Nacho Calero fue 18º y último.