Una de las acciones más importantes en el mantenimiento de la motocicleta es la revisión de los frenos. Que se encuentren en buenas condiciones y hagan su labor a la perfección resulta esencial para evitar peligros innecesarios cuando se está rodando.
Obviamente, están compuestos por piezas que tienden a desgastarse, dado que se encuentran en continua fricción, con lo que periódicamente habrá que cambiar las pastillas, el líquido de frenos y, con menos asiduidad, los discos. Cualquier motorista que tenga cierta habilidad mecánica y las herramientas básicas puede aprender cómo cambiar los frenos y ponerse manos a la obra cuando la situación lo requiera. Si por el contrario no tiene ni idea de cómo coger una llave, lo mejor será que lleve la moto al taller para que los profesionales realicen esa labor.
Cómo cambiar las pastillas de freno
Lo más habitual en el mantenimiento de los frenos es que se tengan que cambiar las pastillas, ya que son las partes que mayor rozamiento han de soportar y las piezas que se encargan de hacer presión sobre el disco. Por esa razón, conviene vigilar su grosor para que, cuando se llegue a los límites recomendados, proceder al cambio. Si estos se sobrepasan, probablemente se termine dañando el disco.
En caso de que no se vea bien ese grosor, se notará en la propia acción de frenado, ya que habrá que apretar con más fuerza las manetas y además el ruido será mayor.
Pasos para cambiar las pastillas de freno
Si se desea llevar a cabo el cambio de pastillas, los pasos que se han de dar son los siguientes:
- Comprar las pastillas nuevas, que pueden ser del propio fabricante o de alguna de las marcas dedicadas a la manufactura de repuestos. Habrá que tener mucho cuidado con que sea la referencia adecuada.
- El primer paso, incluso antes de desmontar las pinzas, será aflojar los tornillos y pasadores que permitan sacar las pastillas.
- Se sacan las piezas metálicas que acompañan a las pastillas y se limpian correctamente, así como todo el conjunto. De paso, también es recomendable limpiar los pistones que empujan la pastilla contra el disco.
- Se sustituyen las pastillas antiguas por las nuevas, comprobando que queden bien ajustadas y con todas las piezas que se han sacado anteriormente colocadas en el lugar que les corresponde.
- Se retraen los pistones, pues el mayor espesor de las pastillas no dejará espacio para el disco. Con el fin de no dañar los pistones, es recomendable hacerlo a mano o, de no ser posible, aprovechar las pastillas viejas para hacer palanca con un destornillador (no hacerlo con las pastillas nuevas, para no dañarlas, ni tampoco directamente sobre los pistones).
- Se comprueba que el líquido de frenos se encuentre en el nivel correcto.
Como cambiar los discos de freno
Algo más complicada puede parecer la operación del cambio de discos, aunque afortunadamente no es tan habitual, ya que su longevidad es mucho mayor. En este caso hay que sustituirlos cuando hayan perdido el grosor marcado por el fabricante, cuando presentan algún desperfecto como alabeos o deterioro del material.
En cuanto a los pasos para cambiar un disco de freno, se pueden resumir en los siguientes:
- Lo primero será desmontar la rueda en cuestión, ya sea la delantera o la trasera.
- Se aflojan y extraen los tornillos que sujetan el disco, se quita y se pone el nuevo. Es recomendable utilizar algún sellador para que quede mejor instalado y dar a los tornillos el par de apriete adecuado según las especificaciones del fabricante y mediante el uso de una llave dinamométrica.
- Además, habrá que comprobar que las pastillas quedan en el lugar correcto.
