Partiendo de la base de que viajar en moto es una de las mejores sensaciones que existen, a veces surge la duda de si es mejor viajar solos o acompañados. Es decir, ¿es preferible lanzarse a la carretera con la única compañía de la máquina que nos conduce al destino elegido? o, por el contrario, ¿es una experiencia que es mejor compartir con un compañero de viaje?
La contestación a estas preguntas depende de los gustos y pensamientos de cada motero y en ocasiones la mejor opción será una u otra dependiendo de las circunstancias. Así pues, todo dependerá de lo que se busque en un momento concreto.
Eso no quita que se puedan apuntar cuáles son las ventajas de viajar solo o de hacerlo acompañado, y de ese modo ayudar a quienes se lo estén pensando.
Viajar solo
Cuando alguien se plantea un viaje en moto y considera que lo va a hacer en solitario, ha de saber que las principales ventajas de hacerlo de este modo son las siguientes:
- Hacer lo que se quiera cuando se quiera. Es decir, viajar en moto sin compañeros proporciona una independencia y una libertad para tomar decisiones que, obviamente, no se tiene en compañía. Así pues, será el conductor el que decida cuándo para y cuándo retoma la marcha, o si varía la ruta porque haya cambiado de parecer.
- Al llevar menos peso, la moto es más ligera, consume menos y, además, “sufre” menos y se conduce mejor. De hecho, un solo ocupante hace que el conjunto sea más aerodinámico.
- Viajar solo obliga a conocerse mejor frente al manillar, ya que nadie puede echar una mano. Así que supone una experiencia que vendrá muy bien para futuros desplazamientos.
- Siempre dentro de lo que marca la ley y la reglamentación, es posible poner a prueba a la moto, algo que con una persona más resulta complicado, ya sea por el peligro que supone para ambos, o por las dificultades de manejo que conlleva.
Viajar acompañado
Hay quienes solo se plantean los viajes en moto cuando lo hacen acompañados de un “copiloto”, ya que es el modo en que más disfrutan. Y no es de extrañar, esta posibilidad también cuenta con diversas ventajas.
- La más destacada es que se comparte la buena experiencia con un ser querido. Y generalmente estas cosas son las que nos unen más. En el caso de las motos además puede ser que ambos compartan la afición.
- Ir acompañados provoca que se conduzca con mayores precauciones, ya que no se controla tan bien la moto y, además, el conductor tiene en sus manos la salud de su acompañante.
- Las paradas son más amenas, con lo que se suelen hacer más largas y se descansa más.
- En caso de algún problema mecánico o de que el conductor se sienta mal, un compañero de viaje siempre será bienvenido.
- En definitiva, es otro modo de viajar, en el que, puede que el binomio motorista y moto quede un poco diluido, dejando paso a ese acompañante con el que compartir las vicisitudes del camino.