La lista de inscritos para el Dakar 2025 confirmó los peores presagios de la afición española: por primera vez en 15 ediciones, Joan Barreda no estaba entre los inscritos. El castellonense, que se estrenó en el Dakar en 2011, se quedó como gran referente español tras el adiós de Marc Coma, que se despidió en lo alto ganando su quinto touareg en 2015.
Así, desde 2016 y durante casi una década, ‘Bang Bang’ llenó de esperanza al motociclismo española con su endiablada velocidad y su querencia por la épica; combinando interminables victorias de etapas con desgracias de todo tipo: siete abandonos en 14 participaciones, problemas mecánicos y, quizás la mayor espina, la sanción de una hora por un repostaje ideal que le dejó sin ganar el Dakar 2017, que terminó quinto a 43 minutos del ganador.
Año tras año, la afición española se encomendaba a un Barreda cuya medida en el Dakar siempre fue mucho más allá de los resultados. Ya el año pasado tuvo un gran regusto a adiós, cuando apareció en Hero después de haber salido por la puerta de atrás de Honda, la marca a la que durante años sostuvo en un pulso -por entonces muy desigual- con KTM.
Sin embargo, en el equipo oficial de HRC habían hecho hueco a otro talento español: Tosha Schareina.
También de la Comunitat Valenciana y procedente del enduro, sus trayectorias ya se habían ido cruzando: en 2021, meses después de debutar en el Dakar con un gran 13º puesto y la victoria en la categoría Marathon -para motos de serie sin apenas preparación-, Schareina terminaba segundo en la Baja Aragón... por detrás de Barreda, que lograba su quinto triunfo en la prueba.
Tras perderse el Dakar de 2022, Schareina firmó por el GasGas Aspar Team y conquistó su primera Baja Aragón antes de retornar al Dakar, en el que repitió la 13ª plaza de su debut yendo de menos a más y llegando a conseguir un cuarto puesto en una etapa.
Por más que él mismo nos asegurase unos días antes de dicha edición que en el futuro se veía ganando el Dakar, era difícil imaginar lo que estaba por venir en un puñado de meses.
Ese 2023 cambió por completo la vida deportiva de Tosha: Honda le reclutó para ocupar el hueco de Barreda en el Sonora Rally y éste correspondió con una segunda posición, solo por detrás de Sanders. Casi dos años después, este resultado se antoja realmente curioso.
Un éxito al que le siguió su primer triunfo en la Baja Aragón -cogiendo el testigo de Barreda en el palmarés de la icónica prueba española- y la victoria final en el Desafío Ruta 40, lo que terminó de convencer a la marca del ala dorada para inscribirle como sexto piloto del Monster Energy Honda Team de cara al Dakar 2024, ocupando definitivamente la plaza de un Barreda que había firmado por Hero.
Schareina llegó al prólogo para estrenar su condición de piloto oficial y lo ganó… pero al día siguiente sufría una caída en el kilómetro 240 que le obligaba a abandonar. Y claro, no tardaron en surgir las voces críticas con el español, que parecía heredar la etiqueta de fogoso de ‘Bang Bang’.
Sin embargo, tras toda la piedra que había tenido que picar en su carrera hasta verse como piloto oficial Honda, aquellas críticas no le afectaron lo más mínimo y empezó rápidamente a revertir su temporada ganando el Rally de Portugal, estrenando así su palmarés en el W2RC con tres victorias de etapa por el camino.
Estuvo cerquísima de repetir victoria en el Desafío Ruta 40, donde tras ganar el prólogo y otras dos etapas se quedó a apenas 15 segundos de Ricky Brabec; y tras desquitarse con su tercer triunfo consecutivo en la Baja Aragón, cerró el curso mundialista con la segunda posición en el Rally de Marruecos -por detrás de Sanders- para finalizar tercero en el W2RC.
Y así, después de una temporada fantástica, se presentaba en el Dakar 2025 para afrontar su cuarta participación con su nombre en todas las quinielas al triunfo final. Eso sí, con las típicas reticencias sobre su posible solidez en una prueba de dos semanas, siempre más exigente que Portugal, Ruta 40 o Marruecos.
De ahí que sus quintos puestos tanto en el prólogo como en la primera etapa se interpretasen como un síntoma de madurez, todo lo contrario que un Sanders que volaba y parecía no haber aprendido lecciones pasadas. El tiempo daría unas razones y quitaría otras.
Lo sucedido a partir de ahí ya es historia: se aupó a la segunda posición al finalizar la cuarta etapa en ese mismo lugar y, a partir de ahí, su Dakar 2025 se convirtió en una interminable persecución a Sanders que no le dio para alcanzar al australiano -que se mostró totalmente inabordable-; pero que le permitió ir distanciando al resto de rivales poco a poco.
Ya en la penúltima etapa -y pese a llevar una semana con el hombro dolorido tras una caída- decidió ir a por todas para intentar presionar a Sanders. Aunque tampoco surtió, le permitió sumar su segundo triunfo parcial en el Dakar tras el logrado un año antes para rubricar un Dakar casi perfecto, en el que solamente un imperial Sanders le dejó sin la guinda del triunfo final.
Su segundo puesto final no es de esos con regusto a fracaso, sino todo lo contrario. Todavía no ha cumplido la treintena y ya se ha erigido en el número uno de Honda, se ha embolsado un gran botín de puntos para luchar por el título mundial en este 2025 y ha acumulado miles de kilómetros de experiencia que le vendrán de perlas en sus asaltos al Dakar 2026 y posteriores.
Y, por último -pero no menos importante-, ha recogido el testigo de su compatriota Joan Barreda, ha llevado una sonrisa al público español en general y al valenciano (tan necesitado de buenas noticias) en particular; reabriendo el grifo del inagotable manantial de talento español en el Dakar ocho años después del último podio, logrado por Gerard Farres. El siguiente paso es coger el testigo de Marc Coma.
