Hace dos años, el portugués Ivo Lopes sorprendió a propios y extraños al proclamarse campeón del ESBK Superbike, en un año que comenzó volando por debajo del radar entre una terna de pilotos que a priori tenían bastante más nombre, como Jordi Torres, Carmelo Morales, Román Ramos, Óscar Gutiérrez o Eric Granado; y a los que batió con una exhibición de regularidad.
De hecho, apenas logró dos victorias en 14 carreras, cimentando su título en siete podios y en acabar todas las carreras siempre entre los siete primeros. Una gran temporada que le situaba como gran candidato a revalidar el título el pasado 2022, donde se unieron a la parrilla pilotos como Tito Rabat, Steven Odendaal, Maxi Scheib y, en su propio box, Ilya Mikhalchik.
La temporada fue un completo desastre. Séptimo en la general con apenas dos terceros puestos y claramente superado por su compañero. Un rendimiento que, inevitablemente, sembraba alguna que otra duda sobre el piloto del EasyRace BMW, y si ese título había sido el techo de su ya notable palmarés, con varios títulos en Portugal y el de Open 1000 del ESBK 2020.
Las dudas eran lícitas. Absolutamente nadie dudaba del potencial de Lopes, que ya estaba más que sobradamente demostrado desde que ganase con una Yamaha YZF-R6 de serie a todas las Moto2 en la cita de Estoril 2018 en el FIM CEV. La duda estaba en si podría sostener tal rendimiento en el tiempo, porque ser campeón ganando ‘solo’ dos carreras resulta casi anómalo.

De un plumazo las disipó todas. Comenzó el año con un triunfo y un segundo puesto en Jerez, todo un aviso a navegantes. Esta vez, lo anómalo sería el noveno puesto de la primera carrera en Aragón, ya que no volvería a bajarse del podio en toda la temporada. Segundo al día siguiente, saldó la cita valenciana con una victoria y un segundo puesto.
En tan solo tres rondas había cosechado tantos triunfos como dos años atrás, superando la cifra al ganar la segunda carrera de Estoril tras ser segundo en la del sábado. Atravesado ya el ecuador del curso, iba realmente bien encaminado hacia la reconquista del título. Tanto por lo que indicaba la clasificación general como por las sensaciones que transmitía en la pista.
Y lo mejor estaba por venir. Olvidado el 2022 y sacudida toda la presión, la segunda mitad de 2023 de Ivo Lopes fue una auténtica locura. En Navarra firmó su primer doblete y dejó ya el título prácticamente visto para sentencia, y en Jerez lo certificó de forma matemática con otro doblete más, exhibiendo una superioridad tan escandalosa como incontestable.
Con la corona en su poder, cerró el año con otro doblete en Catalunya para encadenar siete victorias consecutivas. Si en 2021 fue campeón por regularidad, en 2023 lo ha sido por aplastamiento, sumando nueve triunfos, tres segundos y un tercero en 14 carreras. Queda clarísimo que, con su increíble simbiosis sobre la BMW M 1000 RR, está preparado para hollar cumbres más altas.