Hubo un tiempo en el que el motociclismo se vivía a pie de calle, con circuitos urbanos en los que los mejores del mundo se batían el cobre para demostrar su calidad sobre las dos ruedas. Poco a poco estos trazados van cayendo en el olvido y las nuevas generaciones no pueden llegar a imaginar que por una calle normal hubiera carreras en las que se superaban los 200 km/h.
Por esta razón nunca está de más recordar aquellos episodios que forjaron a muchos futuros moteros que sintieron el gusanillo de las dos ruedas asomándose al balcón o bajando a la calle con sus padres y abuelos para ver a Ángel Nieto o Giacomo Agostini correr por su barrio.
Circuito de Vistahermosa
Eso es lo que ocurría en Alicante, en el Circuito de Vistahermosa, uno de los barrios más conocidos de esta ciudad mediterránea. Allí se dieron cita algunos de los mejores pilotos del siglo XX como los dos citados, quienes tuvieron la oportunidad de alzarse con el triunfo en un trazado que destacaba por ser rápido y no poco peligroso -como casi cualquier circuito que transcurre por las calles de una ciudad-.
Para quienes hayan estado en la capital alicantina, podrán hacerse una idea del recorrido con los siguientes datos: la salida se realizaba en Vistahermosa y las motos se dirigían por la carretera de Valencia hasta que tomaban el giro hacia la Cantera; a continuación ascendían recorriendo la avenida Albufereta, después se bordeaba Sierra Grossa para volver a la Albufereta.
Todo tipo de carreras
En la décadade los '60 del pasado siglo, el Circuito de Vistahermosa fue uno de los más populares de nuestro país y cada carrera que se disputaba sobre su asfalto suponía todo un acontecimiento en Alicante, que preparaba el recorrido de tal modo que tenía unas medidas de seguridad que en ocasiones eran mejores que la de los circuitos que formaban parte del calendario del Mundial de Motociclismo, o al menos así lo recordaba Giacomo Agostini en una entrevista que le hicieron en el año 2013 en Información.es.
Y es que el genio italiano tiene un especial cariño a Vistahermosa, ya que allí ganó su única carrera de 250cc -justo antes de proclamarse campeón del mundo por primera vez- y en su playa conoció años después a la mujer con la que se casaría: la gaditana María Ayuso.

La magia de Vistahermosa
Tal fue el impacto que tuvieron las carreras (no solo de motos, sino también de automóviles) en la sociedad alicantina de la época que en el año 2014 se publicó un libro titulado “La Magia de Vistahermosa”, obra del desaparecido periodista Paco Desamparados, en el que se hacía un exhaustivo repaso a todo lo ocurrido en los años en los que se disputaron carreras en este circuito urbano, donde se llegaban a congregar hasta 80.000 personas para ver a aquellas motos haciendo diabluras en zonas donde ahora apenas está permitido superar los 50 km/h. Sin duda eran otros tiempos y otro motociclismo.