Von Braun y Kaaden, vidas divergentes para un pasado común

Con un origen absolutamente diferente, coincidieron en su trabajo para el gobierno alemán durante la II Guerra Mundial, y terminaron tomando caminos divergentes.

Juan Pedro de la Torre

Walter Kaaden (izquierda) y Werhner Von Braun.
Walter Kaaden (izquierda) y Werhner Von Braun.

En diferentes áreas del conocimiento humano, Wernher von Braun y Walter Kaaden, son considerados por todos como los padres de sus respectivas competencias tecnológicas. A Von Braun se debe el éxito de Estados Unidos en la carrera espacial; Kaaden es, a decir de todos, el padre del motor de dos tiempos moderno, sobre el que se cimentó la tecnología clave del motociclismo durante casi cinco décadas.

Los dos compartieron sus vidas durante los terribles años de la Alemania nazi, convertidos en dos jóvenes y talentosos ingenieros cuyo conocimiento fue aprovechado por el régimen de Adolf Hitler. Concluida la guerra, salvaron el pellejo haciéndose dueños de su propio destino. Von Braun puso rumbo a Estados Unidos, en busca de una nueva vida. Kaaden quiso regresar a su hogar, en Zschopau, donde había vivido siempre. La decisión personal que cada uno tomó en mayo de 1945 marcaría su destino.

Vidas paralelas

Von Braun nació en 1912 en el seno de una aristocrática familia prusiana. Su padre llegó a ser ministro durante la República de Weimar. Siempre fue un apasionado de la ciencia, devoraba las novelas de Julio Verne, y cuando su madre le regaló un pequeño telescopio su afición por la astronomía y el espacio se desbordó. No dudó en orientar su formación hacia los estudios científicos. Se graduó en ingeniería mecánica por el Instituto Politécnico de Berlín, obteniendo el doctorado en física en 1934. Para entonces llevaba ya unos años formando parte de la Verein für Raumschiffahrt, algo así como la Sociedad para el Desarrollo de Cohetes de Alemania.

Su tesis doctoral captó la atención del gobierno nazi llegado al poder en 1933, que mantuvo parte de la misma como materia clasificada para que no fuera de dominio público. El gobierno integró a Von Braun en sus programas militares, iniciando una confusa relación. No llegó a formar parte del partido nazi hasta 1937, y evidentemente era consciente de lo que suponían sus conocimientos y los avances armamentísticos que el ejército alemán iba a conseguir, pero al mismo tiempo estuvo siempre bajo sospecha por su escasa significación política en determinados momentos.

Kaaden fue promocionado rápidamente y empezó a trabajar en Peenemünde, donde Von Braun estaba desarrollando las V-2

Kaaden nació en Sajonia, en 1919. Era hijo del chófer privado de Carl Hahn, jefe de ventas de DKW, que en aquellos años era una de las principales marcas de automoción de Alemania. Esta circunstancia le permitió acompañar a su padre a la inauguración del circuito de Nürburgring en 1927, la instalación más moderna y completa del mundo del motor en ese momento. Quizás ese día algo despertó en el pequeño Walter. Su inquietud por la tecnología le llevó a ingresar en la Academia Técnica de Chemnitz, no lejos de donde se encuentra el actual circuito de Sachsenring. Chemnitz era el corazón de la industria de automoción alemana, y en ese área se concentraban al menos 16 fabricantes, con el grupo Auto Union a la cabeza.

Lógicamente, Kaaden vivió el auge del partido nazi con la misma naturalidad con la que el resto del país asumió la situación. Como cualquier otro muchacho, se incorporó a las Hitlerjugend (juventudes hitlerianas) como parte obligada de su formación, y prosiguió sus estudios hasta su graduación como ingeniero técnico. En 1940, Kaaden empezó a trabajar en la aeronáutica Henschel en Berlín. Su talento permitió que enseguida fuera promovido a un puesto de ingeniero en Peenemünde, donde coincidiría con Von Braun.

Peenemünde

En el complejo de Peenemünde, situado en la pequeña isla de Usedom, en el Báltico, estaba el centro de producción de las terribles bombas volantes V-1 y V-2, que durante la II Guerra Mundial fueron lanzadas sobre Londres y Amberes, principalmente. No hay evidencia de que Von Braun y Kaaden trabajaran en proyectos comunes. Kaaden formó parte del equipo de desarrollo del primer misil balístico de la historia, el Hs-293, y posteriormente trabajó en el Messerchmitt Me 262, el primer reactor de combate, mientras que Von Braun se encontraba ya centrado en el desarrollo de la V-2, con el objetivo de aumentar su rango de vuelo y permitir su uso como misil intercontinental.

Von Braun y Kaaden, vidas divergentes para un pasado común

Bomba volante V-1.

Informes de espías estadounidenses en Suiza señalaban la existencia de frecuentes transportes de agua pesada, componente esencial para la fabricación de la bomba atómica, con destino a Peenemünde, con lo que los Aliados ordenaron un ataque masivo sobre la zona. El 18 de julio de 1943, 600 bombarderos de la RAF lanzaron 2.000 toneladas de bombas sobre el complejo, buscando no solo arrasar las instalaciones, sino aniquilar a los ingenieros alemanes, el cuerpo de élite de la industria armamentística nazi. Murieron cientos de alemanes y casi un millar de prisioneros polacos empleados como mano de obra, pero Kaaden y Von Braun sobrevivieron, y junto al resto de los supervivientes prosiguieron sus trabajos en Mittelwerk, en un túnel horadado en las montañas.

Norteamericanos y rusos codiciaban hacerse con el conocimiento de los ingenieros alemanes de Peenemünde

Para entonces, el curso de la guerra seguía y los ingenieros eran conscientes del destino que les esperaba. Von Braun, que ya había protagonizado algún episodio de rebeldía frente a sus mandos nazis, estaba decidido a rendirse a las tropas norteamericanas. No fue casual. Desde la Oficina de Servicios Secretos de Estados Unidos, precursora de la CIA, dirigida por Allen Dulles, ya se había iniciado un proceso de selección de talentos para enviarlos a Estados Unidos. Dulles era abogado de Prescott Bush -padre de George Bush y abuelo de George W. Bush, expresidentes republicanos de Estados Unidos-, un multimillonario empresario cuya corporación mantuvo negocios con el régimen nazi durante la II Guerra Mundial, y estaba al tanto de los amplios conocimientos de Von Braun. Se dio comienzo así a la Operación Paperclip, que logró el traslado de más de 700 científicos alemanes a Estados Unidos sin visado y sin conocimiento del Departamento de Estado.

Al mismo tiempo, desde la Unión Soviética se desarrollaba la Operación Osoaviakhim, con similares propósitos, aunque en este caso orientada hacia la investigación nuclear, para contrarrestar el proyecto Manhattan, que daría lugar a la primera bomba atómica norteamericana .El grupo de Von Braun llegó a ofrecer a Kaaden la posibilidad de unirse a ellos y viajar a Estados Unidos, pero él no tenía intención de irse. Tenía esposa y dos hijos esperándole en Zschopau, pero la ciudad había caído ya bajo dominio soviético.

Después de la guerra

Mientras Von Braun huía con los suyos a través de los Alpes austriacos para rendirse a las tropas norteamericanas, Kaaden intentó llegar a casa, permaneciendo escondido en una granja durante algún tiempo. Tuvo la fortuna de ser capturado por los Aliados, que lo confinaron en el Campo 90, en Bad Kreuznach. Consiguió evitar que descubrieran su elevada cualificación, y cuando fue liberado logró llegar a su casa en Zschopau, donde estuvo semanas sin salir por temor a que los soviéticos lo descubrieran.

Kaaden y su familia pasaron penurias. Sobrevivían a base de patatas y robando comida, una vida de miseria que contrastaba con el plácido emplazamiento de Von Braun en Estados Unidos, agasajado y con todas las facilidades a su alcance para proseguir con sus investigaciones.

Von Braun y Kaaden, vidas divergentes para un pasado común

Von Braun junto al presidente Dwight Eisenhower, en una instalación de la NASA en 1960 (foto NASA).

Cuando la presión del ejército soviético sobre la población alemana se relajó, Kaaden comenzó a pensar en su futuro. Se le ocurrió poner en marcha una empresa de reparación de tejados con un amigo, una idea acertada dado el precario estado en que habían quedado la mayoría de las casas por culpa de los bombardeos. Sus sueños de ingeniero quedaban aparcados. La fábrica DKW seguía en pie. Sus tejados verdes, semiocultos entre los árboles, la protegieron de las bombas de la RAF, pero su contenido había sido saqueado como botín de guerra por los soviéticos, que desensamblaron la planta de producción y la enviaron a una factoría en Ishewesk, mil kilómetros al este de Moscú.

Los Aliados no fueron más clementes, se repartieron lo mejor de la industria alemana de la época: las NSU sobrealimentadas fueron enviadas a la fábrica Indian de Massachussets; BSA y Harley-Davidson se apropiaron del diseño de la DKW RT 125 para crear sus modelos Bantam y Hummer, respectivamente. Y Norton intentó hacerse con las BMW Kompressor, pero gracias al empeño de Georg Meier, el gran campeón de los años treinta, no lo logró.

Kaaden abrió un taller mecánico, y cuando se creó IFA le encomendaron la dirección del departamento técnico

En 1949 se creó la República Democrática Alemana, un estado satélite soviético. En menos de un lustro los alemanes del este pasaban de vivir en la paranoia hitleriana a verse atrapados bajo la dictadura del régimen soviético, que en la RDA alcanzó niveles de demencia colosales.

Kaaden tuvo que dejar su negocio de reparación de tejados y se refugió en la mecánica, abriendo un pequeño taller en Walkirchen y recuperando las viejas y desvencijadas motos que aún quedaban por las calles. Abundaban las DKW RT 125, una moto diseñada por Hermann Weber a finales de la década de los veinte, con un ligero y pequeño motor de dos tiempos. Aplicando sus conocimientos, Kaaden supo mejorar el rendimiento del motor. Su efectividad no tardó en llegar a oídos de las autoridades, que en 1953 lo pusieron al frente del departamento técnico de IFA, la nueva marca estatal, que se levantó sobre las cenizas de la antigua DKW.

Von Braun y Kaaden, vidas divergentes para un pasado común

Horst Fugner, uno de los primeros pilotos de las IFA/MZ.

Desde ese momento, Kaaden consagró su vida a la marca, que pasó a denominarse MZ (Motorradwerk Zschopau) en 1956, trabajando en el desarrollo y el perfeccionamiento del motor de dos tiempos de válvula rotativa, aplicando los conocimientos sobre resonancia adquiridos de las bombas V-1 para el desarrollo de la mecánica, estableciendo las bases de moderno motor de dos tiempos. Von Braun acabó siendo una de las piezas claves en la NASA, y terminaría convertido en el padre de la carrera espacial de Estados Unidos, siendo responsable de la fabricación de los cohetes Saturno que llevarían al hombre hasta la Luna en 1969, haciendo de Von Braun uno de los hombres más famosos de la historia.

Es curioso el destino. Dos hombres con orígenes tan diferentes como Von Braun y Kaaden compartieron objetivos en un momento concreto de la vida, pero el destino les devolvió a su propia condición. La regalada vida de Von Braun en el paraíso capitalista de Estados Unidos, y la sufrida y trabajosa existencia de un trabajador como Kaaden en la RDA, paraíso –para su pesar- del socialismo. Von Braun lograría fama y éxito; a Kaaden le arrebatarían la gloria cuando la acariciaba con la punta de los dedos.

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