Cada vez que uno acude con el coche a pasar la ITV tiene que llevar luego la pegatina correspondiente que certifique que se ha cumplido con esa inspección correctamente y ubicarla en un lugar visible en la luna delantera del vehículo. En el caso de las motos pasa lo mismo. Es obligatorio según la normativa de la Dirección General de Tráfico colocar ese adhesivo correctamente localizado. De esta manera, en un control rutinario las autoridades pertinentes comprobarán que todo está correcto y que la ITV ha sido superada, así como la fecha de vencimiento de dicho examen.
Este distintivo recibe el hombre de V-19 y según la ley debe situarse, siempre y cuando haya parabrisas, en el ángulo superior derecho del mismo en su parte interior. Si no es el caso y no hay parabrisas, lo lógico es poner la pegatina en cualquier sitio donde la visión sea perfecta y no se tape con ningún otro elemento.

¿Y si no se lleva?
Multa. Es la respuesta más rápida a la anterior pregunta. Una sanción de unos 80 euros por no llevar dicha pegatina reglamentaria. Una cifra que se puede reducir a la mitad si se opta por el pronto pago y se abona antes de tiempo. En el caso de que sí se lleve el adhesivo correctamente pero este no corresponda con la fecha actual y no se haya renovado, la multa se complica. Si se da esta circunstancia, el agente puede, una de dos, o expedir una multa que asciende a más del doble de la anterior o, también se da el caso, que se inmovilice la moto y esta no pueda moverse por parte del conductor.
Puede suceder, no es muy habitual por otro lado, que la pegatina sea arrancada ya que al estar expuesta (no como en los coches) cualquier persona pueda querer quitarla. En este caso no se puede pedir un duplicado, pero sí que se puede justificar que la moto ha pasado la ITV por medio de la hoja de inspección pertinente. Así pues, resulta esencial llevarla siempre encima ya que es eficaz para salvar al conductor en el caso de que haya un control de tráfico. Aún y con todo, es bueno denunciar el robo de la pegatina para que no haya problemas posteriores.
La importancia de la ITV
Este trámite no es baladí... aparte de que resulta obligatorio en todo caso. Y es que gracias a esta inspección que se establece cada cierto tiempo, se puede comprobar el estado del vehículo y si este cumple con todos los parámetros de seguridad para que sea conducida sin problema alguno. Así, en la ITV se comprobará todo lo relativo a los neumáticos, el estado del alumbrado de la moto, así como las manetas, los espejos retrovisores o el nivel de emisiones entre otras cuestiones.
En el caso de pasar todo correctamente, no habrá problema alguno en superar la inspección. Caso contrario a si el profesional del establecimiento encuentra defectos. Es entonces cuando el dueño de la moto debe subsanarlos antes de pasar de nuevo por otra ITV. ¿Y cuáles son los defectos más habituales? En las estaciones homologadas para el paso de la ITV los errores más frecuentes que se suelen ver en el caso de las motos tienen que ver con un alumbrado deficiente, algún problema con el motor, unos frenos que no cumplen con su importante función o una emisión demasiado contaminante.