¡Qué bueno escribir en Moto Verde después de haber hecho mi primer podio en MXGP! Siempre empiezo por el final, pero por ahora retrocedamos al principio. Os lo resumo; hace unas semanas retomamos el mundial en Letonia, fueron tres carreras durísimas con sentimientos diversos en cada una de ellas.
La primera carrera fue en domingo, no sé si conocéis las nuevas remodelaciones. Se corre en un mismo circuito, 3 carreras diferentes, en un mismo país, concentrado en un solo día. Las restricciones del público impiden que los fans estén en el paddock. Se les echa de menos porque sin ellos no es lo mismo. Pese a no estar al 100%, tras la carrera me encontré súper satisfecho. Me fui al hotel muy motivado por lograr la séptima posición.
La segunda carrera fue miércoles. Tenía un feeling muy positivo. Estaba en perfectas condiciones, me sentí preparado para ganar. Me hice con el holeshot con la mala fortuna de romper una rueda y tener que entrar al pit line. Un fallo que no estuvo en mi mano y que hizo que se viniese conmigo esa espinita clavada, porque después que mis mecánicos reparasen mi moto volvía a pista, con una vuelta menos, aunque “liderando” la carrera (al menos así me lo tomé). No siempre vale ganar, a veces sirve luchar. La posición final me produjo un momento de bajón. Para que veáis que en todos los momentos malos, tenemos la necesidad de reinventarnos.
Ni la mascarilla logró ocultar mis lágrimas de emoción al subir al podio
La tercera carrera fue el siguiente domingo. Me sentí fuerte, y pese a que al final de manga físicamente cada vuelta me pasaba factura, valió la pena asumir el sacrificio.
Primera vez en MXGP, tras dos lesiones, un parón por Covid, sin estar en forma y subiéndome a ese cajón donde ni la mascarilla logró que ocultase mis lágrimas.

Hay una persona que siempre, cuando acabo la carrera me pregunta; “¿qué has pensado al llegar?” Y de verdad, lo voy a explicar con palabras. Pensé en la lucha, en la fuerza mental, en el sacrificio de todos estos años, en mi familia, en toda mi vida dedicada y entregada para ese momento. Pensé en todos los que me acompañan en este duro camino que es tan maravilloso a la vez. En los que están en lo malo, porque son los que necesito en lo bueno. Os doy las gracias a todos los que disfrutaron con ese podio. Os doy las gracias por todas las felicitaciones y cariño que recibí durante esos días. Y sobre todo, os doy las gracias a todos los que cuando me caigo, me ayudáis a levantarme. Seré el Fénix.
Nos leemos pronto, sixt1