El tiempo avanza y los años pasan, pero nunca tan rápido como crece el número de títulos en las vitrinas de nuestro protagonista. Hasta TREINTA, que se dice pronto, son las coronas mundialistas que acumula el catalán Toni Bou, pero igual de impresionante es el ritmo al que los está ganando. Teniendo en cuenta que el primero lo ganó en 2007, con 20 años, y que hora tiene 35 primaveras, pues salen a dos títulos por temporada y, lo más importante, sin fallar a su cita con los laureles ni una sola campaña en las últimas quince. Por algo, en nuestra redacción hay quien le llama “imBOUtible”.
El último entorchado, lo ganaba Toni en el Palau Sant Jordi de Barcelona, donde conquistaba su decimoquinto título indoor (tiene otros quince oudoor) en un certamen “exprés” disputado a solo dos carreras (la de Barcelona, y la de Andorra, que había sido quince días antes). Apenas dos días después, el piloto del Repsol Honda Team nos concedía esta entrevista.

Entrevista a Toni Bou
No es la primera vez que ganas dos títulos en una misma temporada, pero esta vez has conseguido dos en apenas dos meses. ¿Cómo es festejar dos títulos en tan poco tiempo?
“La verdad es que un poco raro, porque veníamos de una época de parón muy largo por el COVID, algo a lo que no estábamos acostumbrados. Así que esto de acabar el Mundial Outdoor en septiembre, y apenas un mes después jugarte el “indoor” a solo dos carreras… Se ha hecho raro, con nervios y mucha presión, pero en el fondo ha sido emocionante y estoy súper contento de haberlo conseguido. La verdad es que un parón tan largo te crea dudas y cuesta un poco coger el ritmo de carreras. Cuando disputamos la carrera en Andorra (la primera del certamen indoor 2021, el pasado 6 de noviembre), resulta que hacía veinte meses de la última prueba del Mundial Indoor. Ante algo así, el ritmo nunca lo tienes seguro y había posibilidad de encontrarse sorpresas”.
¿Cómo han discurrido esas dos carreras?
“Antes de la primera carrera tuvimos un mes para preparar la moto. En la primera carrera, hubo algún fallo en la vuelta de clasificación, pero luego hice una segunda vuelta y una final perfectas, acabando a cero. Aun así llegamos a la segunda, en Barcelona, sabiendo que nos lo jugábamos todo allí, incluso ya en las primeras rondas de clasificación. En la primera ronda cometí un fallo, y la segunda fue como una final anticipada con Adam (Bou y Raga, que llegaron 1º y 2º a Barcelona en la provisional, respectivamente , compitieron en la misma manga de la segunda ronda de clasificación, por lo que quien obtuviera el pase a la final tendría el título prácticamente en el bolsillo). Al final estoy muy contento porque era un campeonato con mucho riesgo (de no ganar) y lo hemos salvado con un gran pilotaje”.

¿Cómo se afronta un campeonato a solo dos carreras? ¿Conviene ir a por todas siempre o es mejor evitar un fallo que sería irrecuperable?
“Hay que encontrar ese compromiso de no ser muy agresivo, porque un error fuerte te deja fuera de cualquier lucha. La verdad es que cuando vi el calendario no me gustó nada, porque no me sentía cómodo al tener que defender un título en estas condiciones tan complicadas. Por suerte hemos sabido encontrar ese equilibrio de ser agresivos en la pista pero sin cometer errores”.
En el certamen outdoor parece fácil señalar las diferentes exigencias de las carreras en función del terreno y las condiciones. ¿En las pruebas indoor también hay diferencias de un sitio a otro o al ser obstáculos artificiales son siempre lo mismo?
“Pues mira, por ejemplo en este Mundial, la carrera de Andorra se hizo en un sitio donde había parquet debajo de la pista. Esto provocó que no se pudiera poner mucho peso encima así que todas las zonas eran del mismo material, de hierro. En Barcelona, sin embargo, había más variedad, con obstáculos de troncos, de piedras, de cemento… Y además el espacio del Palau Sant Jordi es más amplio. Eso hacía que las zonas fueran más largas, con escalones más altos y exigía un físico más preparado. Incluso puede afectar un poco a la moto, buscando un embrague más agresivo porque sabes que te la tienes que jugar a ver quién sube, o no, los escalones más altos”.
Estoy contento de recuperar las increíbles sensaciones de correr delante del público.
¿Cómo ha sido volver a competir en un escenario como el Palau Sant Jordi y además con la presencia de público?
“Estoy contento y orgulloso de que pueden volver a realizar estos eventos y vuelva poco a poco a la normalidad. Creo que tanto las distintas federaciones, como Andorra y Barcelona han hecho un gran esfuerzo para poder disputar este campeonato a pista cubierta, así que estoy contento de poder recuperar las sensaciones y contacto con el público porque es algo increíble”.
¿Cómo se planifica uno el entrenamiento en unas condiciones tan cambiantes como estos últimos años, en las que el calendario va cambiando de semana en semana?
“Es muy difícil planear una temporada de forma normal. Incluso para el año que viene tenemos problemas porque se va retrasando un poco más de lo que pensábamos. Así que es difícil, porque hay que mantener la forma, pero también hay que evitar lesionarse, porque es lo que dices, como el calendario no es fijo no sabes cuándo puede haber algún cambio de carreras. Ha sido algo a lo que no estábamos acostumbrados, pero también hemos aprendido cosas de esta nueva situación”.
Supongo que también se hace algo raro calendarios con pocos escenarios pero varias jornadas de carrera en los mismos. ¿Te gustaría más variedad?
“Sí, evidentemente, todos echamos de menos lo que teníamos antes. Más carreras, más países, más variedad, campeonatos más largos…”.
De los treinta títulos que tienes, quince son outdoor y los otros quince indoor… ¿Qué modalidad te gusta más? ¿O qué te gusta más y menos de cada una?
“Yo soy un piloto de indoor. Vengo de la bici de trial y mi pilotaje es con muy poco gas. Aunque parezca un piloto agresivo, conduzco mucho con el cuerpo. Eso hace que mi terreno natural sean los indoor. Luego en los outdoor he trabajado mucho, he mejorado y me siento cada vez más cómodo, pero diría que el indoor es mi hábitat natural”.

¿Cambia mucho la moto que usáis en una modalidad y en otra?
“Sí, un poco. En la moto del outdoor el motor es más dulce y se estira más. El recorrido de suspensiones también es un poco más largo y el embrague es más dócil y estable, para que dé menos problemas, ya que además se utilizan marchas más largas. Es todo bajar un poco la intensidad. En cambio, en el indoor se busca un recorrido de suspensión lo más corto posible, la respuesta del embrague es más directa, el motor debe subir más rápido de vueltas… Son pequeños cambios, y que dependen mucho de la carrera, porque en algunos casos hasta se podría hacer una prueba outdoor con la moto del indoor”.
Treinta títulos, y sumando… ¿Cuál es ahora el siguiente objetivo?
“El objetivo siempre es intentar ganar, como lo es desde hace muchos años. Yo creo que nuestro techo ya hace mucho tiempo que lo hemos superado, así que solo queda disfrutar e intentar seguir sumando. Pero he conseguido mucho más de lo que podía imagina”.
¿Todavía sientes la motivación de seguir mejorando?
“Sí, es algo que ha marcado mi carrera. Soy una persona perfeccionista, y exigente con la moto. Físicamente, lo que hay que hacer es luchar para mantenerse, aunque también es difícil. En cambio con la moto sí que soy muy exigente, e intento mejorarla para conseguir ese resto que a lo mejor con la edad ya no llegas”.
He aprendido la importancia de recuperarse bien de las lesiones y no querer volver antes de tiempo.
¿Cómo te encuentras físicamente después de unos años con diversas lesiones?
“Ahora estoy muy bien, pero es cierto que los últimos años han sido complicados porque no salíamos de una y nos metíamos en otra. Eso es un poco por la edad pero también por querer volver demasiado temprano. Eso hace que esté un poco más rígido y patoso en la moto, por lo que es más fácil hacerte daño. Cuando estás fuerte y en forma se reducen estos problemas. Eso es algo que hay que tener en cuenta, sobre todo ahora que estoy planeando sacarme la placa del peroné y pretendo hacerlo con el tiempo suficiente para recuperar bien y que luego no derive en otros problemas”.
Tengo que hacer la pregunta que te habrán hecho muchas otras veces: ¿te has planteado competir en otra modalidad del motociclismo, como el hard enduro o los rallies?
“Creo que en el fondo el tiempo va pasando, y si realmente tuviera que hacerlo diría que casi, casi me he saltado el momento. El hard enduro es una cosa que me gusta y que disfruto, pero no estoy seguro de si me gustaría hacerlo cada día como me ocurre con el trial. También, me encanta el motocross y el supercross, pero para eso ya voy tarde seguro. De momento me planteo seguir en el trial, y quizá hacer alguna carrera suelta de otra modalidad, aunque es difícil porque mi equipo no me dejan, ya que saben que voy al límite con lo que hago y existe riesgo de lesión”.
La temporada ya ha terminado, aunque en verdad estamos ya casi en diciembre.¿Ahora tienes algún tiempo para descansar y tomar vacaciones o empezarás ya a preparar la siguiente campaña?
“Veremos… Tenemos una moto nueva, cuyo motor ya está probando Gabriel Marcelli y que lo ha llevado Fujinami estos dos últimos años. Me gustaría tener el tiempo suficiente para poder probarlo y evolucionarlo con los técnicos de Japón. Sería dar un paso y cambiar un poco de moto. Es difícil, porque la que tengo ahora es con la que he conseguido todos mis éxitos y tengo una regularidad muy, muy buena con ella, pero será el momento de intentarlo. Por otra parte, tengo que ir al médico para mirar lo de la placa en la pierna, y según lo que me diga decidiremos si es oportuno hacerlo y guardar los veinte o veinticinco días de reposo”.