A falta de cinco minutos para el final del último entrenamiento libre de MotoGP, el FP4, Álex Márquez sufría una fea caída en la última curva del circuito que le dejaba visiblemente tocado. Tanto es así, que el piloto del LCR Honda fue directo al centro médico y se perdió la Q1. Preocupaba mucho el intenso dolor en el brazo derecho, pero afortunadamente las primeras pruebas descartaron cualquier tipo de fractura, más allá del golpe y de los hematomas en varias partes del cuerpo.
Horrendously fast tumble for @alexmarquez73 💥
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) June 4, 2022
The LCR rider looks winded but has walked away 🙌#MotoGP | #CatalanGP 🏁 pic.twitter.com/a9y0ErBPHj
“Mañana tengo otro chequeo médico por la mañana”, comentaba más tarde el propio Álex en su puntual cita con los medios. “No hay nada roto. Tengo golpes por todos los sitios y un diente roto, pero por fortuna he salido caminando, que es lo más importante. Estaba dando mi cien por cien, como siempre, así que a seguir, a intentar hacer la carrera, aunque salgamos muy atrás, para ayudar a Honda y dar toda la información que podamos”.
Sin embargo, lo que más preocupaba entonces no era tanto el dolor en las extremidades como un golpe en la cabeza que le había dejado algo aturdido. “Tengo mucho dolor en codos y radio, pero lo que más me preocupa es más la cabeza. Por eso mañana tendré que ser realista. Ahora me duele la cabeza, lo que es normal, pero creo que mañana no tendré ningún problema”.
Antes de eso, Álex Márquez había descrito cómo se había producido la caída, en una de las curvas más rápidas del Circuit Barcelona-Catalunya. “Tal como íbamos, antes del FP4 ya sabía que la calificación sería difícil, porque iba muy al límite, sin sensaciones. Ha sido una caída en un punto en el que no me lo esperaba. Se ha bloqueado de repente y he perdido el tren delantero. Aún no he visto la caída, porque no me ha dado tiempo, pero estaba tirando, como hago siempre, porque nunca me guardo nada. Es de esas caídas que te hacen perder mucha confianza”.
Una falta de confianza que no le hará dejar de ir al 100 % este fin de semana. “No entra en mi cabeza eso de reservarme, porque entonces seríamos últimos. Siempre intento dar el cien por cien. Estábamos probando cosas en esos momentos y estaba haciendo ritmo. Tenía delante a Aleix, que estaba haciendo buen ritmo, sin que se me fuera muchísimo y nunca me voy a guardarme nada. Para guardarme cosas, me quedo en caso”.